Reducción del Estado, “orden y seguridad” y defensa de la libertad: las similitudes del discurso presidenciable de JAK con Javier Milei y Donald Trump
La alocución del abanderado del Partido Republicano es parecida a la de los principales líderes de la derecha internacional. Tópicos como la recuperación de un “pasado glorioso” y dardos hacia la “cultura woke” se repiten entre esos líderes.
“Nuestras ideas puestas en obras van a reconducir el rumbo hacia la libertad, la paz y la prosperidad (...) ¡Viva Chile y que Dios nos bendiga a todos!”, fueron las palabras de cierre del discurso de José Antonio Kast, quien oficializó su candidatura ayer por el Partido Republicano en un evento que se realizó en la sede del Congreso en Santiago.
En su alocución, Kast enunció varias medidas y palabras que se parecen a las intervenciones del presidente de Argentina, Javier Milei, y del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump.
De hecho, Kast en su discurso, donde ahondó en los ejes programáticos de su campaña, mencionó como un ejemplo a seguir lo realizado por Milei, en materia de reducción del gasto fiscal.
“En lo económico, vamos a aplicar una disciplina fiscal rigurosa, donde no vamos a gastar lo que no tenemos. Hemos visto como lo han hecho al otro lado de la cordillera. Aquí vamos a ser igual de drásticos con el gasto político”, señaló a los adherentes presentes.
Ayer, el mandatario trasandino también enunció unas palabras en la 55.a reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, y al finalizar exclamó: “A todos los mortales del mundo a oír el grito sagrado, libertad, libertad, libertad. Que las fuerzas del cielo nos acompañen (...) ¡Viva la libertad, carajo!”. Y al igual que JAK, expresó enfáticamente estar orgulloso de su política de gobierno de reducir el tamaño del Estado en su máximo posible, señalando a su rol intervencionista como la causa principal de una crisis económica.
“Lo único que genera esa intervención son nuevas distorsiones del sistema de precios, lo que a su vez entorpece el cálculo económico, el ahorro y la inversión y, por ende, a la postre termina generando más pobreza o una maraña inmunda de regulaciones, por ejemplo, como la que existe en Europa, matando el crecimiento económico”, dijo Milei.
Todo esto tan solo tres días después de que Trump asumiera su segundo mandato en la potencia mundial. Esto, en una ceremonia en la cual también aludió a la implementación de políticas de restricción fiscal en su discurso de apertura ante el Congreso Nacional estadounidense.
Trump fue enfático en señalar que “nuestra máxima prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre” como proyecto central de gobierno.
El norteamericano apuntó a una necesidad de disminuir impuestos a la población. “En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, habrá aranceles y gravámenes para los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, dijo el magnate y ahora nuevamente mandatario. Estas mismas ideas, de hecho, fueron recogidas por Kast.
Trump también puso énfasis en restablecer el orden con un fuerte control fronterizo, lo que también es recogido por el líder republicano chileno.
“Tenemos un gobierno que ha dado fondos ilimitados a la defensa de fronteras extranjeras pero se niega a defender los bordes estadounidenses”, dijo Trump el lunes en crítica a la administración saliente de Joe Biden. Asimismo, prometió mandatar “todo el inmenso poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las bandas y redes criminales extranjeras que traen delitos devastadores a suelo estadounidense”.
“Vamos a quitar toda la normativa que ampara a la inmigración ilegal y perpetúa su desenvolvimiento en Chile, vamos a poner todos los recursos físicos y económicos que sean necesarios para cerrar efectivamente los pasos a la inmigración ilegal y expulsar a quienes no tienen derecho a estar en Chile”, sostuvo Kast en su discurso de ayer.
El presidente libertario del país trasandino no se quedó atrás. En medio de su discurso ante la comunidad internacional en Davos, aludió directamente a la necesidad de un fuerte control migratorio y apuntó a los líderes europeos que han criticado anteriormente sus reformas migratorias: “Vemos hoy en las imágenes de hordas de inmigrantes que abusan, violan o matan a ciudadanos europeos que solo cometieron el pecado de no haber adherido a una religión en particular, pero cuando uno cuestiona estas situaciones es tildado de racista, xenófobo o nazi”.
“Cultura woke” y defensa de ideas libertarias
Los conflictos con el identitarismo de la ideología libertaria también se vislumbran en las exposiciones de los mandatarios y el ungido candidato presidencial.
Ayer, José Antonio Kast fue explícito al decir que un objetivo de campaña será “terminar con la cultura woke”, una narrativa que han adoptado Milei y Trump en sus discursos.
El mandatario argentino apuntó a que “es nuestro deber moral y nuestra responsabilidad histórica desmantelar el edificio ideológico del wokismo enfermizo”. En ese marco, afirmó que “eso es lo que estamos haciendo en Argentina, eso es lo que confío que el presidente Trump hará en esta nueva Norteamérica, y es lo que invitamos a hacer a todas las grandes naciones del mundo libres”.
Algo que Trump confirmó que estará en su agenda, ya que prometió “terminar la política gubernamental de intentar incorporar socialmente la raza y el género en todos los aspectos de la vida pública y privada”, añadiendo que “en adelante será política oficial del gobierno de Estados Unidos que solo haya dos géneros: masculino y femenino”.
La idea de recuperar una nación que prosperaba también se repite entre los tres líderes del ideario.
“Nuestro país volverá a ser el más seguro de Latinoamérica”, comprometió Kast en el discurso que dio inicio formal a su tercera candidatura. Palabras que se asemejan a la promesa de Trump el lunes de que “nuestro país florecerá y volverá a ser respetado en todo el mundo”.
Las declaraciones de Milei en Davos, igualmente llaman a recuperar esa senda. “Hasta que no hayamos logrado reconstruir nuestra catedral histórica, hasta que no logremos que la mayoría de los países de Occidente vuelvan a abrazar las ideas de la libertad, hasta que nuestras ideas no sean la moneda común de los pasillos de eventos como este, no podremos bajar los brazos”, enunció Milei.
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