De Valeria Sarmiento a Maite Alberdi: la batalla femenina en el cine nacional
En la semana en que se realiza el Festival de Cine de Mujeres (Femcine), las realizadoras Maite Alberdi, Valeria Sarmiento, Alicia Scherson, Tatiana Gaviola y Claudia Huaiquimilla cuentan sus experiencias en un medio históricamente dominado por los hombres.
Cuando en el año 1920 la cineasta francesa Alice Guy (1863-1978) decidió retirarse del cine y sobrellevar una vida errabunda entre Europa y Estados Unidos, había realizado más de mil películas y aún así estaba llena de deudas. Su esposo, el inglés Herbert Blaché, la abandonó por una de sus actrices y se fue a probar suerte a Hollywood. Ella, con dos hijos que alimentar, se reinventó como escritora de cuentos infantiles y ocasional secretaria.
La historia de Alice Guy, la primera mujer cineasta y una de las auténticas pioneras del cine, es contada en el documental Be Natural (2018), cinta de la realizadora estadounidense Pamela B. Green, que esta semana se exhibe en el Décimo Festival de Cine de Mujeres (Femcine). De alguna manera, las dificultades que enfrentó Guy se han perpetuado en la historia del cine, en distintos escenarios, países y contextos.
A continuación, cinco cineastas chilenas de diferentes generaciones cuentan su experiencia en el medio. Hay coincidencias (la maternidad, por supuesto) y diferencias, pero todas dan cuenta de la batalla para vivir y sobrevivir en un medio ampliamente masculino.
Valeria Sarmiento
Con más de 20 películas entre cintas de ficción y documentales, la directora Valeria Sarmiento (1948) es la cineasta chilena con más trayectoria y reconocimiento. Radicada hace 46 años en Francia, es responsable de cintas como Amelia Lopes O’Neill (1990) y la reciente El libro negro (2018).
Los inicios. “Cuando comencé no fue fácil. Se presentaba un proyecto y en general lo rechazaban: no sabías por qué. Y ahí venía la inseguridad: es porque quizás no eras buena o porque tu proyecto no era válido. Después vienen las circunstancias sociales: si estas bien apoyada, si eres capaz de creer en tí, etcétera. En mi época fue cambiando poco a poco con el trabajo que hizo el movimeinto feminista. Había que convencerse de que lo que tenemos que decir las mujeres es diferente y válido”.
Emoción de género. “Creo que existe una forma diferente de sensibilidad para mirar los mismos temas que un hombre. Digamos que un cambio de perspectiva. Puedo decir, de hecho, las películas de las cineastas chilenas recientes son emocionantes, sensibles, finas. Me interesa más que el cine hecho por hombres”.
Maite Alberdi
Seleccionada con cintas en el Festival de Sundance y con obras como El salvavidas (2011), La once (2014) y Los niños (2016), la documentalista nacida en 1983 es una de las cineastas jóvenes con mayor proyección internacional.
Feminismo documental. “Tengo la impresión de que el medio documental es más equitativo y que hay más mujeres que las que hay en la ficción. Creo que el mundo del documental es más inclusivo en general, además se mueve un poco más al margen de la Industria, funciona con otras reglas. Cuesta menos entrar: hay grandes directores de documentales que vienen de otras áreas, que no estudiaron cine, que fueron aprendiendo el oficio en la realización, eso no ocurre tanto en la ficción. Pocos documentalistas estudiaron cine y son grandes cineastas”.
Revolución doméstica. “Desde que fui mamá, he notado barreras que no enfrentaba antes. Ser cineasta, implica viajar. Cada vez que voy a un Festival de cine debo contestar a la pregunta de “¿Con quién dejaste tu hijo?”. ¿Los hombres tienen que responder a esa pregunta cuando están en un viaje de trabajo? Es una realidad que las mujeres somos las que tenemos que lidiar con la problemática de la organización del hogar. En cualquier oficio. Como dice Virginie Despentes: ‘La revolución feminista de los 70 no ha dado lugar a ninguna reorganización respecto al cuidado de los niños y tampoco del espacio doméstico’”.
Alicia Scherson
La directora nacida en Santiago en 1974 se hizo conocida por premiada por su filme Play (2005), premiado en el Festival de Tribeca. Otras de sus cintas destacadas son El futuro (1913), basada en Una novelita lumpen de Roberto Bolaño, y Vida de familia (2017), co-dirigida con Cristián Jiménez.
Los 90. “Durante mis primeros diez años de cineasta no detecté discriminaciones directas por ser mujer, es decir no las vi en el momento en que sucedían. No fue hasta los últimos años en que, mirando en retrospectiva y en general, me di cuenta de que era evidente. Esa ceguera habla mucho de mi generación, la de los noventa. De lo que yo llamo “la fantasia noventera” de que todo estaba mejor de lo que era realmente. Sin duda ahora puedo entender mejor qué pasó con tal o cual festival o distribuidora”.
Números. “Hay datos duros, ya no es secreto para nadie que el número de mujeres va disminuyendo radicalmente a medida que vas avanzando. Si en las escuelas tenemos un 50% de directoras, a la primera película ya son menos y así sigue hasta las grandes ligas que son descaradamente masculinas. Los últimos años se ve un esfuerzo por cambiar eso. Ya veremos.
Miradas. “Existen tantas miradas como individuos, pero obviamente hay patrones y el dominante ha sido uno solo: el hombre blanco. Por eso es necesario que las mujeres y otros grupos sub-representados hagan películas. Cuando existan iguales números podremos analizar bien si hay o no mirada femenina”.
Tatiana Gaviola
Nacida en 1962, Tatiana Gaviola emergió a fines de los años 80 con la cinta Angeles (1988) y luego realizó Mi último hombre (1996) y Teresa. Crucificada por amar (2009). Actualmente trabaja en una cinta sobre Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana
Publicidad: “Yo partí haciendo trabajos documentales y publicidad al mismo tiempo a fines de los años 80 e inicios de los 90. Donde sentí, de lejos, el peso del patriarcado fue en el mundo publicitario: me costó mucho entrar y creo que era la única mujer. Uno se enfrentaba a comentarios desde el tipo ‘Para que contratamos a una mujer si hay tantos hombres’ a ‘¿Por qué no te dedicas a cuidar a tus hijos mejor?”. También solían llamarme para comerciales de pañales, que no es lo que mejor sabía hacer. Y en el mundo del cine, me acuerdo haber intentado ingresar a una mina por un documental sobre el cobre y escuchar de labios del productor la frase: “No se permite el ingreso de mujeres a la mina”.
Discriminación: “Uno se encuentra con percepciones curiosas. Sin ir más lejos, una cineasta chilena de mentalidad bastante progresista me decía que nunca sintió discriminación de ningún tipo. Simplemente no lo entiendo. Es tan evidente. Hay en todas partes. ¿Cuántas directoras han ganado un Oscar? Una: Kathryn Bigelow.
Cambios: “En los 90, en Chile, tampoco éramos tantas. Quizás sólo Christine Lucas y yo. No es como ahora, dónde hay muchas más cineastas mujeres y bastante jóvenes por lo demás.
Claudia Huaiquimilla
La cineasta de 33 años estudió Dirección audiovisual en la Universidad Católica y realizó Mala junta (2016), filme sobre un muchacho salido del Sename que entabla amistad con un chico mapuche. Ganó Mejor película chilena en el Festival de Cine de Valdiivia 2017.
Maternidad: “Fui mamá al final del segundo año de universidad y nunca congelé una sola asignatura. Fui hasta el final con todo. Mi situación era muy diferente al resto. Andaba con mi cámara, con mi trípode y con mi guagua colgada en todas partes. Lo normal era que las últimas tres horas de clase siempre las perdiera pues debía ir a buscar a mi hija a la sala cuna”.
Diferencias: “En mi caso todo todo era más difícil: soy mapuche, no esoy de Santiago, no tuve una educación secundaria de calidad, era mamá, nunca tuve cámaras ni nada por el estilo antes de estudiar en la Universidad Católica. En realidad el gran apoyo que sentía era porque justo las dos grandes egresadas de Dirección Audiovisual en la UC son mujeres: Maite Alberdi y Dominga Sotomayor. Era como una especie de ejemplo y esperanza a la que aferrarse
Horarios: “Hice mi práctica profesional en la productora Fábula, pero la agenda era tan brutal, que me dije a mí misma: ‘Nunca más hago esto’. Simplemente no es compatible con los hijos y por eso ahora escojo muy bien cada filmación en la que la me involucro”.
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