Siches, Jackson y Vallejo: el triunvirato que marcará el rumbo del gobierno

Una escogió dependencias de la Universidad de Santiago (Siches), otro optó por oficinas facilitadas por la Universidad Católica de Valparaíso (Jackson) y la última se asentó en la Casa Central de la Universidad de Chile (Vallejo) durante las semanas del periodo de instalación.

Desde hoy el triunvirato conformado por la ministra del Interior, Izkia Siches (independiente); el titular de la Secretaría general de la Presidencia, Giorgio Jackson (Revolución Democrática), y la vocera Camila Vallejo (Partido Comunista) compartirán espacios en el corazón de La Moneda. Y en el oficialismo -y también la oposición- nadie duda que sobre sus hombros recaerá el devenir de la administración que debuta hoy.

Al momento de definir a su equipo de gobierno, el Mandatario Gabriel Boric optó por reservar los principales asientos del comité político para el grupo que desempeñó un rol clave en la segunda vuelta de la campaña presidencial en que el frenteamplista se impuso holgadamente sobre el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast.

En el oficialismo aseguran que los tres ministros tienen una relación de plena confianza política con Boric. La más estrecha es -sin embargo- con Jackson, con quien se conoció en 2011 en el marco de las movilizaciones estudiantiles.

Su primera conversación -uno como dirigente de la FECH y el otro de la FEUC- fue precisamente sobre el rumbo de las protestas. Desde ahí, hace ya once años, ambos han formado una suerte de tándem que -aunque con gustos y estilos distintos- se ha transformado en una de las alianzas políticas más sólidas y exitosas del escenario político.

Así, Jackson (35) es visto como el “hombre del Presidente” y liderando la Segpres -encargada de la relación con el Congreso- tendrá un rol decisivo aunque nada fácil según se avizora en el avance del programa de gobierno.

Con el ministro Jackson, además, el Mandatario tiene una relación de amistad personal, lo que contrasta con el vínculo que une a Boric con la vocera Vallejo que es de carácter político.

El Presidente también conoció a la exdiputada comunista en el marco de las movilizaciones estudiantiles del 2011 e incluso compitió con ella -y la derrotó- en la carrera por la presidencia de la FECH.

Vallejo (33 años) -sostienen en el oficialismo- ha estrechado en los últimos meses su relación con Boric -”se ha vuelto una gabrielista”, dicen-, lo que será clave ya que la vocera es el nexo del Mandatario con el Partido Comunista, donde posiblemente estén los más duros de la alianza gobernante y es la cuna del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, excontendor del Presidente en las primarias de la izquierda y con quien se avizora una relación difícil.

El giro de la exdiputada es relavante ya que en su historia común con Boric han estado varias veces en veredas opuestas. La más significativa a propósito del Acuerdo por la Paz y una nueva Constitución que permitió encauzar el estallido social de octubre de 2019 y del que el PC se marginó.

Siches (36 años) -en tanto- es la advenediza del grupo. Aunque compartió temprana militancia con Vallejo en las Juventudes Comunistas, la ministra del Interior hoy tiene calidad de independiente.

Del triunvirato, Siches es la que despierta mayores suspicacias en el oficialismo. Cuando en noviembre del año pasado la jefa del gabinete dejó la presidencia del Colegio Médico para sumarse a la campaña del balotaje lo hizo imponiendo sus propios términos.

Varios en Apruebo Dignidad recuerdan su estilo avasallador en las primeras reuniones en el comando de Santa Isabel. La doctora además, se llevó a su equipo de máxima confianza con ella, el que también la acompañará en el ministerio. Una suerte de guardia pretoriana sin militancia necesariamente en el Frente Amplio y que -más bien- cimenta su influencia en la relación personal con Siches.

Tanto en la coalición de gobierno como en el gabinete algunos resienten su forma y, sobre todo, el protagonismo que ha adquirido desde que se convirtió en ministra del Interior, cargo que ella misma le pidió a Gabriel Boric. Prueba de su poder en el interior del gobierno es que Siches ha sido determinante en el nombramiento de autoridades. En el Ministerio de Salud, por ejemplo, afirmó a su círculo más cercano del Colegio Médico: la ministra Begoña Yarza y los subsecretarios Cristóbal Cuadrado (Salud) y Fernando Araos (Redes Asistenciales).

Desde el 21 de enero a la fecha la “troika” se ha ido ajustando. Un ministro del gabinete lo explica así: “mientras Vallejo ha sido cautelosa, el protagonismo de Siches se ha vuelto problemático, aunque es la que más arriesga. Jackson ha dejado de estar en todo y se ha enfocado más en su rol”.

Jackson y Siches fueron convocados por el Presidente el mismo 20 de diciembre de 2021 para ir a La Moneda a una reunión con Sebastián Piñera -la primera cita que inició el traspaso de mando-, mientras que Boric reservó a Vallejo la convocatoria para que lo acompañara a reunirse el 21 de diciembre con la mesa de la Convención Constitucional en ese tiempo dirigida por Elisa Loncon.

Desde entonces -fueron los primeros que conocieron su lugar en el gabinete-, Boric dejó sobre los hombros del triunvirato tareas tan significativas como la conformación de su primer equipo.

Quienes conocieron el proceso señalan que no hubo mayores desencuentros en esa labor: recibían propuestas, las conversaban entre ellos y proponían al Presidente.

Boric ha reservado para sí mismo en el diseño de su gabinete menor protagonismo público, lo que avizora que la exposición recaerá en sus ministros. En parte por ello es que en el oficialismo señalan que de la “troika” debiera salir el próximo abanderado presidencial del oficialismo y que ello generará una inevitable competencia entre ellos.

Aspiraciones presidenciales en el triunvirato no faltan. Jackson siempre fue considerado el candidato natural del Frente Amplio antes que el requisito de edad necesaria para ser abanderado permitiera la asunción inesperada de Boric y Vallejo es el recambio natural del liderazgo del PC. Siches -que ya fue fue sondeada por varios partidos para la presidencial pasada- ha descartado que el rol que ha asumido le sirva de trampolín para una hazaña de esa naturaleza. “Si hubiera tenido aspiraciones presidenciales, estaría en otro ministerio”, dijo esta semana en la Revista Ya. Pero -la verdad- es que nadie cree mucho en ello.