Sin cargos públicos ni fuero: el incierto futuro de Cristina Kirchner tras la derrota peronista

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, durante el discurso anual sobre el Estado de la Nación, en marzo de 2021.

Figura central en la política argentina de las últimas dos décadas, el aparente paso al costado de la vida pública por parte de la actual vicepresidenta abre numerosas preguntas. Cómo afrontará los procesos judiciales que ahora la encontrarán sin fuero y cuál será su labor política sin cargo electo, pero “militando”, como dijo semanas atrás, son parte de las interrogantes.


Una incógnita. Esa parece ser la descripción que mejor se ajusta al futuro a corto y mediano plazo de la exmandataria y actual vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner. Alejada por tercera vez del Estado en décadas, la política, de 70 años, que monolíticamente ha formado parte del devenir en el país vecino, deberá hacer frente desde el 10 de diciembre, día del cambio de mando, a un futuro incierto.

La politóloga y directora de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Católica Argentina (UCA), María Lourdes Puente, aseguró a La Tercera que “es difícil hablar del futuro, porque Cristina siempre sorprende, siempre tiene un conejo en la galera, como decimos nosotros”. El viaje que tenía planificado para esta semana a Italia, donde iba a exponer el viernes en la Universidad Federico II, de Nápoles, finalmente fue cancelado este lunes. Se trataba de una charla magistral titulada “La insatisfacción democrática”, según la página de “X”, antes Twitter, del centro de estudios italiano.

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, posa mientras vota durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en Río Gallegos. Foto: Reuters

Durante la tarde del martes, en tanto, se confirmó que el miércoles, a las 17.00, se reunirá con su sucesora, la electa vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, en el Senado. Antes del anuncio, cercanos a ambos sectores habían asegurado que la cumbre se veía “improbable”.

Su alejamiento de la política eleccionaria, luego de que se negara a postular al Senado o a cualquier cargo con votación popular, se traduce en el fin del fuero que actualmente la protege de penas de cárcel, y ya tiene 6 años de condena por el llamado “caso Vialidad”, donde supuestamente habría hecho una administración fraudulenta en perjuicio del Estado.

Si bien quedan instancias de apelación, otros dos casos son materia de investigación abierta, y podrían retomarse a fines de febrero de 2024, con una Cristina Kirchner fuera del poder y sin fuero. En todo caso, de concretarse penas de cárcel, sus 70 años podrían facilitar el goce del arresto domiciliario, figura legal presente en Argentina bajo ciertos parámetros a cumplirse.

Un ojo en la ley

El edificio del Tribunal de la Capital Federal de Argentina, más conocido simplemente como Comodoro Py, por la avenida en la que se encuentra instalado, ya tiene un cronograma listo para 2024, en lo que a la situación de Cristina Kirchner se refiere.

A mediados del año pasado, cuando los postulantes a la Casa Rosada en el peronismo aún no estaban definidos, más de uno postuló a la actual vicepresidenta. Sus dos gestiones al mando de Argentina le dejaron como legado una alta adhesión dentro del justicialismo, mas no en el antiperonismo. Tanto ella como sus seguidores sabían del complejo escenario judicial que se aproximaba a pasos agigantados hacia la presidenta del Senado –cargo automático del vicepresidente de la República–, por lo que incluso se formó un “operativo clamor” con el que kirchneristas intentaron convencer a la exmandataria de asumir una nueva carrera electoral. “¡Proscripción un carajo! Cristina 2023″, se leía en ese entonces en las calles.

Un hombre apunta con un arma a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, sin que se produzcan disparos, el 1 de septiembre de 2022. Foto: Reuters

Finalmente no ocurrió. En medio se dio el magnicidio frustrado en su contra, cuando Fernando Sabag Montiel disparó dos veces en la cara de Cristina Kirchner, mas la bala no salió. Si bien la vicepresidenta intentó ligarlo a la política, de momento la justicia ha señalado que se trató de un intento de una célula desarticulada y desorganizada.

No se presentó a ninguna elección, y quedó sin fuero. Ahora, el cronograma judicial indica que a fines de febrero de 2024, momento en que dicho poder regresa a sus funciones luego de una pausa veraniega, la Sala IV de la Cámara de Casación iniciará audiencias de escucha de abogados y del fiscal general Diego Luciani, todo esto en el marco del “caso Vialidad”.

Dicha investigación condenó a la vicepresidente en ejercicio a 6 años de cárcel, en palabras del Tribunal, por usar el poder que ostentaba entre 2007 y 2015 –años en que fue Presidenta de Argentina– para beneficiar al empresario Lázaro Báez con la entrega de obras públicas viales, convirtiéndolo en el principal adjudicado. Además, detallaron medios locales, se habrían impulsado numerosos acuerdos comerciales entre ambos. El fin, aseguraron los jueces que dictaron la condena, era aumentar el patrimonio económico de la familia Kirchner.

La sentencia será apelada por la defensa de Cristina Kirchner, lo que será revisado por la Cámara Federal de Casación Penal. Pero, al mismo tiempo, se analizará la postura del fiscal Luciani que busca que la condena aumente, pues afirma que CFK actuó en carácter de jefa, detalló Clarín. En caso de ser acogida dicha posición, la pena se elevaría hasta los 12 años.

El expresidente Néstor Kirchner y la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Foto: Archivo

Se espera que la decisión del Poder Judicial se conozca durante el primer cuatrimestre del próximo año. Sin embargo, la palabra final la tendrá la Corte Suprema, donde, a todas luces, terminará el proceso que Cristina Kirchner ha calificado como “lawfare”, o “guerra jurídica”. En marzo de este año, la propia vice señaló que “el lawfare inunda toda la región”, consignó La Nación, en referencia a los casos de Lula da Silva o Dilma Rousseff, en Brasil.

El tiempo que demore la Corte Suprema en llegar a una definición es incierto, puesto que el órgano no cuenta con plazos para pronunciarse. Si bien podría demorarse unas cuantas semanas, también podría hacerlo mucho tiempo después, como ocurrió con la sentencia condenatoria contra el expresidente Carlos Menem, recordó Clarín.

Existen otros dos casos de corrupción a los que la exmandataria argentina podría enfrentarse. En uno también está involucrado su hijo, Máximo Kirchner, que sí contará con fuero debido a su cargo como miembro de la Cámara de Diputados. Conocido como el “caso Hotesur-Los Sauces”, el caso también involucra a Lázaro Báez, y guarda relación con un supuesto lavado de activos.

Por otro lado, está el “Pacto con Irán”, investigación iniciada por el fallecido fiscal Alberto Nisman donde se le acusa de un supuesto encubrimiento de 8 iraníes mediante un acuerdo de entendimiento entre Argentina e Irán tras el atentado en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), considerado como el peor ataque terrorista sufrido por Argentina en su historia, el 18 de julio de 1994.

Futuro político

La conocida animadversión contra la figura de Cristina Kirchner entre el votante duro del electo presidente de Argentina, Javier Milei, quedó bien escenificada el domingo. Sergio Massa, el ministro de Economía y excandidato presidencial, ya había reconocido su derrota, y Milei salió a hablar a sus seguidores que por horas lo esperaron fuera del Hotel Libertador, hogar y búnker político del libertario durante la campaña.

Allí, una frase se repitió insistentemente, incluso cortando el discurso del nuevo mandatario. “Cristina se va presa, Cristina se va presa”, se repitió durante varios segundos. En opinión de la politóloga María Lourdes Puente, “probablemente Milei esté tentado de generar alguna especie de ‘lawfare’, como llaman los kirchneristas, o persecución judicial, pero no tiene resortes para eso. No maneja la justicia, no tiene vínculos, pero (Mauricio) Macri sí. Sinceramente, la pregunta por el futuro de Cristina me parece mejor para una bruja, no para un analista, porque Cristina ha sido, hasta el momento, muy, muy sorpresiva”.

Para sorpresa de varios, durante la primera vuelta presidencial, el 22 de octubre, CFK aseguró que se retiraría, al menos, del trabajo público, mas no de la militancia. También se desligó de la actual gestión, en la que es vicepresidenta y fue parte de la boleta junto a Alberto Fernández en 2019, destacando que su legado finalizó en 2015, cuando entregó el poder a Mauricio Macri.

“En un país presidencialista como este, la responsabilidad es del presidente de la Nación”, dijo en la ocasión a la prensa local, luego de que votara en Santa Cruz. En aquella instancia señaló que sus gobiernos serán “muy recordados”, y que ahora “yo solo presidí el Senado”. Luego lanzó un dardo que, dada la victoria de Massa en primera vuelta, no muchos tomaron en cuenta. Ahora, a la luz de la derrota peronista, toma más fuerza. “Yo hablé muchas veces y no fui escuchada”, agregó. Según la vice, no se retirará de la vida de “militancia”, pero Puente asevera que “parece raro que se retire de la política”.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, durante la sesión de apertura de la 141ª legislatura del Congreso Nacional, en marzo de 2023. Foto: Reuters

La duda sobre si se realizaría una transición del poder entre Cristina Kirchner, la actual vicepresidenta, y su recientemente electa sucesora, Victoria Villarruel, se disipó durante la tarde del martes, luego de que la cuenta de “X” del Senado de Argentina confirmara que se concretará el miércoles a las 17:00.

“Por instrucción de la vicepresidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, la Secretaria Administrativa se comunicó con el equipo de la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, para informarle que mañana a las 17h la Presidenta del cuerpo la recibirá en el Senado”, confirma el comunicado.

Sin embargo, en la previa la reunión parecía improbable, consignó La Nación. Mientras Villaruel se encuentra abocada a conformar un nuevo gobierno con poco aparataje aún, debido a su incipiente creación y nula experiencia previa manejando un inmenso coloso como lo es la administración pública transandina, el círculo cercano de la exmandataria tampoco veía posible una cumbre.

“La verdad, no la veo a Cristina sentándose a hablar con una persona que defiende a la dictadura y es una negacionista como Villarruel”, dijo al mismo medio una fuente en el despacho de una de las senadoras más cercanas a la presidenta de la Cámara Alta, previo a que se confirmara la cita del miércoles. En La Libertad Avanza pensaban similar. Además de la nula congruencia ideológica, destacaron que la vice no acepta bien las derrotas, señalaron a La Nación.

En 2019, cuando el kirchnerismo regresó al poder tras la pausa de cuatro años de la administración Macri, CFK se reunió con la vicepresidenta saliente, Gabriela Michetti. Según el citado medio, un vocero libertario concluyó que ocurrió porque era la vencedora. “Claro, ahí participó porque llegaba a la reunión como ganadora”.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.