Soraya Martínez, ministra canadiense e hija de exiliados chilenos: “El ‘nunca más’ no es tan solo aquí en Chile, es ‘nunca más’ en todas partes del mundo”

Soraya Martínez Ferrada, ministra de Turismo de Canadá e hija de exiliados chilenos. Foto: Andrés Pérez/La Tercera

Invitada a las conmemoraciones por el 50 aniversario del golpe de Estado, la ministra de Turismo de Canadá narró a La Tercera su experiencia como hija y nieta de exiliados durante la dictadura, pero también cómo eso permeó en su vida política, que la llevó, entre otras cosas, a formar parte del gabinete del primer ministro Justin Trudeau.


Si bien su biografía oficial dice que maneja el inglés y el francés, idiomas oficiales de Canadá, la ministra de Turismo del país norteamericano, Soraya Martínez Ferrada (51), maneja de gran manera el español. “Mi mamá me hubiera matado si no supiera hablarlo”, dice a La Tercera en la embajada canadiense en Chile.

No es producto de las enseñanzas del colegio ni un pasatiempo personal: su abuelo, su madre y ella misma son exiliados de la dictadura cívico-militar que se inició en 1973, y su familia fue una de las primeras en ser recibidas por Canadá en calidad de refugiados.

A los siete años, en 1980, abandonó el país junto a su madre, Maritza Ferrada Videla. Política liberal de adulta, cree que la experiencia de su familia de alguna manera la forjó, y tras pasar por distintas carteras como secretaria parlamentaria, similar a la figura de subsecretario en Chile, logró en 2019 un cupo como miembro de la Cámara de los Comunes de Canadá. Sin embargo, este año dio un paso aun más grande al ser nombrada ministra de Turismo en el gobierno de Justin Trudeau.

La ministra de Turismo canadiense en su llegada al Palacio de La Moneda, en el marco de las conmemoraciones por el 50 aniversario del golpe de Estado. Foto: Mario Téllez/La Tercera

A 50 años del Golpe que originó su exilio, la ahora ministra Soraya Martínez fue invitada al país que la vio nacer para conmemorar la histórica fecha en que se fracturó la democracia.

¿Cuál es la historia de su familia? ¿En qué circunstancias y por qué debieron exiliarse?

Como muchos chilenos exiliados después del golpe de Estado, ellos eran gente muy activa en la política general y en las luchas sociales de Chile. Mis padres y mis tíos estaban muy implicados, entre otras cosas, en la universidad, en los movimientos estudiantiles. Mi abuelo estaba muy comprometido con el Partido Socialista, estuvo en la Región de Valparaíso, en Cartagena, la Quinta Región creo que le dicen, y él tenía una revista cuando estuvo aquí en Santiago. No tuvo otra opción más que salir. Mi tío estuvo (detenido) en el Estadio Nacional, y él salió antes, fue el primero en irse, y también fue parte de los 2.500 chilenos que Canadá recibió en el año 1975.

¿Usted en qué año se fue?

Yo y mi mamá llegamos en 1980. Mi tío fue el primero en venir a Canadá y fue de los primeros refugiados políticos de Canadá.

Conectándolo con la actual conmemoración, a la que usted fue invitada, ¿qué reflexión considera que se debe hacer a raíz de los 50 años desde el golpe de Estado?

Yo creo que la primera cosa es tener un deber de memoria. Cuando el pueblo vive un trauma tan grande como el que vivió nuestro país, ese trauma se transmite de generación en generación, y es importante hacer ese deber de memoria. Me parece que usarlo desde hoy, y con miras hacia el futuro, es la reflexión que uno debe hacer justamente sobre la fragilidad de la democracia. Y ello no aplica tan solo aquí o en Canadá, sino que en todas partes del mundo. El aumento del populismo, la aparición de respuestas muy simples a problemas muy complejos, puede convertirse en un peligro también para las instituciones democráticas. Y yo creo que esta es una ocasión para tener esa reflexión.

Entrando en la coyuntura política, algunos partidos de la oposición al actual gobierno decidieron restarse de las actividades. ¿Qué opinión le merece que actores políticos se marginen de estas instancias?

La salud de la democracia es también permitir que eso pase. Una buena democracia no es un lugar en el que todo el mundo piensa igual, es porque las opiniones diferentes son hechas de una manera respetuosa, en un diálogo, pero todo el mundo tiene derecho a su opinión. Y yo creo que la salud de la democracia pasa también por eso. El derecho a manifestarse, el derecho de pensar libremente, el derecho de tener una libertad de prensa. Esos son los valores de la democracia que es importante resguardar. Y hoy día este deber de memoria es también hacer esas reflexiones. Es por eso que yo no puedo criticar o tener una opinión sobre lo que hizo un partido o lo que no, pero lo que sí puedo decir es que si tienen la libertad de hacerlo, es porque estamos en un sistema democrático que está saludable, donde también se permite hacer aquello.

Soraya Martínez en la Embajada de Canadá en Chile. Foto: Andrés Pérez/La Tercera

¿Siente que, de alguna manera, su historia personal como hija de exiliados chilenos afectó su visión del mundo? ¿Se podría relacionar con su propia carrera política?

Me parece que, en la vereda positiva de cómo me ha afectado, y yo creo que también aplica a las otras generaciones que siguen, a las que no vivieron el Golpe, de alguna manera venimos de un pueblo que es resiliente, un pueblo que es luchador, un pueblo que se implica, que se compromete en causas. Y, en mi caso, ese querer implicarme en las causas viene también del hecho de que mis padres, mi abuelo, aun estando en Canadá, no se quedaron con los brazos cruzados con lo que estaba pasando aquí en Chile. Mi abuelo escribió una revista todos los meses durante 10 años estando allá, haciendo llamadas clandestinas, pagando el teléfono en un tiempo en que no había redes sociales, que se usaban teléfonos de teclas. Es decir, eso que yo vi en mi casa hace, en alguna parte de mi interior, que no me sorprenda que yo me haya dedicado a la política. Pero creo que es porque yo vi familias muy implicadas en su comunidad; mi mamá fundó un organismo comunitario; mi tía trabajó en salud, ahora es doctora; mi abuelo fue una persona que creó el Colegio Gabriel Mistral en Montreal (Canadá) para transmitir el idioma, la historia, lo que pasaba en Chile, y esas son cosas que hicieron que hoy día yo sea la política que soy.

Justamente en el ámbito político, y considerando su presencia como ministra en el gabinete del primer ministro Justin Trudeau, ¿en qué estado considera que se encuentran actualmente las relaciones bilaterales entre Canadá y Chile?

Ya contamos con más de 80 años de relaciones bilaterales, más de 25 años de relaciones económicas entre Chile y Canadá; hoy Canadá es el primer inversionista (individual) aquí en Chile, por lo que yo creo que el desafío de la economía de los recursos naturales, que es el litio y todo lo que refiere a la economía verde, hace que tengamos muchos elementos comunes entre los dos países, en los cuales estamos colaborando. La igualdad de género, la relación de reconciliación con los pueblos originarios... Son esas las discusiones que ambos países tenemos, y en ese sentido tenemos muchas similitudes.

Considerando esa lista de similitudes y la cercana relación que se ha visto entre Boric y Trudeau, recordando aquella foto en un bar en la visita del Presidente a Canadá, ¿qué elementos comparten ambas naciones que se podrían trabajar en conjunto?

Hay muchas cosas, entre ellas la lucha por el medio ambiente, contra el cambio climático. Tenemos el Polo Sur y el Polo Norte, que compartimos en términos de relación con el medio ambiente, ambos importantes para cada país. También el tema de los recursos naturales, como planteaba anteriormente, pero también creo que compartimos justamente lo que es la importancia de la democracia y el interés por reforzar las instituciones y los valores democráticos. Me parece que ambos, Chile y Canadá, tenemos un rol a nivel internacional, porque el mundo está cambiando, y en un contexto en el que hay muchas crisis, frustraciones e inflación, hay que tener, creo yo, países que cumplan un rol de liderazgo en ese apartado. Chile tiene ese liderazgo aquí en América Latina.

El primer ministro canadiense Justin Trudeau se reúne con el Presidente de Chile, Gabriel Boric, durante la Cumbre de APEC en Bangkok, Tailandia, el 17 de noviembre de 2022. Foto: AP
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se reúne con el Presidente de Chile, Gabriel Boric, durante la Cumbre de APEC en Bangkok, Tailandia, el 17 de noviembre de 2022. Foto: AP

¿Cómo ha sido estar a cargo del Ministerio de Turismo de Canadá?

Tuve la suerte de que, previo a ser diputada y ministra, ocupé cargos como... en Canadá le llamamos secretarios parlamentarios, que diría que es el equivalente a un viceministro o subsecretario. No es exactamente eso, el cargo viene desde el sistema británico. Yo pude tener cargos en las carteras de Migración, Transporte y Vivienda. Ya trabajé con varios ministros previo a llegar a ser ministra. Fue muy interesante haberme sentado hoy (lunes) con el ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau, y la subsecretaria de Turismo (Verónica Pardo). También hay muchas similitudes a nivel de turismo, y creo que hay dos sectores en los cuales vamos a poder seguir la conversación. En este momento el mundo ha cambiado. Después de la pandemia, la gente quiere otro tipo de turismo, un turismo que es responsable, uno que es auténtico, y yo creo que ambos países podemos ofrecer ese tipo de turismo. Y diría, en segundo lugar, un turismo enfocado en los pueblos originarios, que también tenemos esa fuerza de oportunidad a nivel turístico mundial, y tener un lugar a nivel global como países líderes en términos de turismo de los pueblos originarios sería importante. Ambos estamos pensando en cómo lo vamos a trabajar con ellos. Fue muy interesante esa conversación, la de darnos cuenta hasta qué punto teníamos similitudes. Chile tiene casi 4.500 kilómetros de largo, Canadá tiene casi 5.000 en el otro sentido (de ancho). Tenemos países muy grandes, lo que se traduce en desafíos muy grandes en términos de transporte y de mano de obra. Compartimos esos retos de manera diferente, pero, de todos modos, son desafíos con los que ambos debemos lidiar. Intercambiar en esa área va a ser muy interesante.

En cuanto a su cartera, ¿qué similitudes o trabajos compartidos cree que existen entre Canadá y Chile?

Como te decía, y entre otras cosas, la cuestión de los pueblos originarios. Nosotros hemos desarrollado mucho el sector de la formación a nivel turístico, y yo creo que es algo que aquí en Chile también lo están pensando, porque es revalorizar también el sector turístico para que la gente quiera trabajar en el rubro. Generar el tener orgullo de trabajar en lo que es la hotelería, y en Canadá hemos hecho un trabajo a ese nivel que hace que en el sector turístico la gente esté muy orgullosa de mostrar lo que tienen, así como su comunidad. En ese sentido, hemos desarrollado institutos de formación de hotelería, y veo que en eso hay un interés. La gente está buscando otro tipo de turismo. Por otro lado, también está el desarrollo del turismo doméstico, que también aquí en Chile hubo un aumento en ese apartado, al igual que nosotros en Canadá. Esa también es una oportunidad. La gente quiere saber y conocer su propio país, y es algo muy interesante de ver. La pandemia nos dio eso también, el querer saber cómo es tu país y conocer tu propio país.

Ya cerrando, y a modo de reflexión final, ¿qué le pareció su visita a Chile y la conmemoración de los 50 años?

Yo diría que fue una conmemoración con mucha humanidad, pero al mismo tiempo con mucha emoción auténtica. Cuando uno escucha a la hija de Salvador Allende (la senadora Isabel Allende), cuando vemos los zapatos que fueron exhibidos en La Moneda, las madres de Plaza de Mayo. Hubo mucha emoción, pero también es importante recordarse lo que ha pasado. Porque sí, uno dice “nunca más”, pero el “nunca más” no es tan solo aquí en Chile, es “nunca más” en todas partes del mundo. Y eso es lo que ahora uno tiene que transmitir hacia el futuro, asegurarse de que lo que pasó aquí en Chile no pase en ninguna parte del mundo, y es un desafío, todavía, inmenso.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.