El historial de Stephen Miller: el arquitecto detrás de la draconiana política migratoria de Donald Trump

Miller
Como subdirector de política en la nueva administración de Trump, Stephen Miller ha aumentado su poder e influencia en la Casa Blanca. Foto: Reuters

El republicano de 39 años ya había elaborado algunas de las medidas más extremas del primer gobierno de Donald Trump, y ahora tiene mayor poder e influencia como subdirector de política en la nueva administración.


El presidente estadounidense Donald Trump tiene un cerebro detrás de sus draconianas políticas migratorias, y ese hombre es Stephen Miller, un político y activista republicano de 39 años. De hecho, el mismo día en que asumió su segundo mandato, Trump firmó órdenes ejecutivas que llevan la marca de Miller, como la eliminación de la ciudadanía por nacimiento o la declaración de emergencia nacional en la frontera sur.

Miller fue asesor senior en el primer mandato de Trump y ha sido una figura central en muchas de sus decisiones políticas, como la cuestionada medida de su gobierno de separar a miles de familias migrantes como estrategia de disuasión en 2018.

También ayudó a elaborar muchos de los discursos y planes más radicales de Trump sobre inmigración, y a menudo fue el rostro público de esas políticas durante el primer mandato del presidente republicano y durante sus campañas, según destaca The Associated Press.

Como subdirector de política en la nueva administración de Trump, Miller ha aumentado su poder e influencia en la Casa Blanca. “Usaremos todo el poder de las fuerzas federales bajo el mando y dirección del presidente Trump para salvar a este país de esta ocupación”, declaró a la cadena Fox News.

“Yo llamo a Stephen ‘el cerebro de Trump’”, dijo Kevin McCarthy, el expresidente de la Cámara de Representantes que atribuyó a Miller -un ciudadano privado en ese momento- el mérito de haber ayudado a reunir a los legisladores republicanos para incluir una amplia ofensiva fronteriza en un proyecto de ley de gastos en 2023, apunta The New York Times.

Según el periódico, en los cuatro años que pasaron desde que Trump dejó la Casa Blanca en 2021, Miller dedicó más tiempo que cualquier asesor cercano del republicano a trazar un plan de acción para su segundo mandato: amplió las políticas de inmigración de línea dura de su primera gestión; profundizó sus relaciones con miembros de la Cámara de Representantes, senadores y figuras influyentes de los medios de comunicación de derecha; construyó una red nacional de donantes para financiar una organización sin fines de lucro que utilizó como una herramienta adicional de influencia, y cultivó discretamente una relación con el hombre más rico del mundo, Elon Musk.

De cara al segundo mandato de Trump, el Times asegura que Miller estuvo trabajando, en secreto, para supervisar al equipo que redactó las docenas de órdenes ejecutivas que el republicano firmó después de asumir el cargo el 20 de enero. De hecho, en vísperas de la investidura de Trump, el periódico señaló: “Las personas informadas sobre las órdenes ejecutivas que su equipo está redactando dicen que incluyen un intento de poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento; una designación de los cárteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras, y un restablecimiento del Título 42, que permite a Estados Unidos cerrar la frontera con México si hay una amenaza para la salud pública”.

Artífice de órdenes ejecutivas

Nacido el 23 de agosto de 1985 en Santa Mónica, California, en el seno de una familia judía de tendencias demócratas, según declaró el propio Miller, se volvió republicano después de leer el libro “Guns, Crime and Freedom”, escrito por el exdirector ejecutivo de la Asociación Nacional del Rifle, Wayne LaPierre.

Desde adolescente se hizo conocido por sus duras críticas políticas hacia temas de alta relevancia nacional. En una ocasión cuestionó abiertamente en una radio conservadora la respuesta de su escuela a los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la tildó de “pacifista”. Escribía columnas para el periódico de su escuela en las que dejaba ver sus posturas conservadoras y patrióticas, algo que replicó cuando estudió en la Universidad de Duke, donde comenzó a criticar las políticas de fronteras abiertas y a los migrantes.

Tras graduarse en 2007, se desempeñó como asesor de comunicaciones de congresistas republicanos. En 2009 trabajó junto al senador Jeff Sessions, conocido por tener una postura muy dura en materias de inmigración. Bajo la tutela de Sessions, Miller jugó un papel crucial en la oposición al proyecto de reforma migratoria bipartidista en 2013, consolidando su reputación como detractor de las políticas de fronteras abiertas.

Stephen Miller y su esposa Katie. Foto: Reuters

En 2016 se unió a la campaña presidencial de Donald Trump y, tras su victoria ese año, Miller se volvió su consejero superior para la presidencia. En esa posición, diseñó varias de las políticas más radicales de Trump, como la separación de niños de sus padres en la frontera y la prohibición de entrada para ciudadanos de países musulmanes.

Según el medio especializado Politico, fue su capacidad para interpretar y amplificar la visión de Trump lo que lo consolidó como una figura indispensable dentro de su primer gobierno entre 2017 y 2021.

Desde entonces, Miller es conocido por su enfoque radical sobre inmigración y su habilidad para transformar ideas extremas en políticas concretas.

En su segundo mandato, Donald Trump le ha confiado a Miller un poder más amplio en lo que respecta a la agenda migratoria, convirtiéndose de esa forma en una de las figuras principales en esta materia junto a Tom Homan, conocido popularmente como el “zar de la frontera”.

Agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos suben a migrantes detenidos a un C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para un vuelo de deportación en el Aeropuerto Internacional de Tucson en Tucson, Arizona, el 23 de enero de 2025. Foto: Reuters

Desde su actual puesto en la Casa Blanca, Miller ha liderado la redacción de una avalancha de órdenes ejecutivas para llevar a cabo el programa de deportación masiva de Trump y el reforzar la frontera con México para detener el flujo de indocumentados.

Una de las medidas más controvertidas que se le atribuye es la de eliminar la ciudadanía por nacimiento a los hijos de indocumentados, que niega un derecho histórico garantizado por la 14.ª Enmienda de la Constitución y que ya ha sido impugnada en los tribunales.

También reinstauró el Título 42, que permite cerrar la frontera con México en nombre de la salud pública, y declaró la emergencia nacional en la frontera sur, según expertos para justificar una militarización sin precedentes de los operativos de deportación.

Anuló, además, solicitudes de asilo pendientes, denegó la entrada al país a más refugiados e incluyó la designación de los cárteles de droga como organizaciones terroristas extranjeras.

Politico asegura que Miller ha trabajado con abogados externos, sin recurrir al Departamento de Justicia como suele ser habitual en su cargo, para blindar las nuevas políticas y garantizar que se lleven a la práctica con el menor número posible de obstáculos legales.

La BBC destaca además que Miller también creó la organización de juristas conservadores America First Legal, que promueve litigios y campañas mediáticas contra instituciones y organizaciones a las que acusan de amparar o fomentar la inmigración ilegal.

Por sus visiones políticas conservadoras y antimigratorias, hay quienes lo tildan de fascista o de extrema derecha. Es el caso de Ruth Ben-Ghiat, historiadora experta en la ideología fascista, quien en 2019 afirmó que Miller era una persona intocable en el primer mandato de Trump, porque es la combinación perfecta de ideología y de personalidad en la sombra para apaciguar al presidente. “Miller es un extremista discreto y, de hecho, estos son los más peligrosos”, alertó entonces.

Stephen Miller es conocido por sus políticas antimigratorias y por ser el cerebro de los proyectos de Trump en esta materia. Foto: Reuters

La organización estadounidense Southern Poverty Law Center (Centro de Derecho para la Pobreza del Sur) público en noviembre de 2019 una serie de correos electrónicos en los que Miller apoyaba teorías racistas de sitios web y libros de supremacía blanca.

Sobre este tema, Ben-Ghiat dice que Miller ha ido ganando posiciones en la Casa Blanca a medida que el Partido Republicano se ha ido alejando de una posición moderada, con el objetivo de ganarse las simpatías de destacadas figuras de extrema derecha. Sobre esto, la historiadora señala: “Resulta muy difícil que los estadounidenses entiendan que en realidad este tipo de correos electrónicos son bien vistos por el tipo de público que Trump quiere atraer”.

Las críticas también le han llegado desde el propio Partido Republicano. En declaraciones a The Huffington Post, el exsenador por Utah y excandidato a la presidencia en 2012, Mitt Romney, dijo que le gustaría que “Miller diera más explicaciones sobre su vínculo con esta ideología”.

Para los simpatizantes del trumpismo, sin embargo, es un estratega visionario que ha redefinido las políticas migratorias con un enfoque nacionalista y de línea dura, que ayudará a proteger la seguridad y el bienestar de los estadounidenses.

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