Tironi: "La situación del PS neutraliza su rol como fuerza opositora. No lo veo capaz de actuar como contrapeso de la DC"
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"La situación del PS lo tiene completamente ensimismado", sentencia el sociólogo. Advierte que "pueden venir tiempos peores. Curiosamente, hay un partido que se ve muy activo, aunque tenga discrepancias internas, y que tiene una línea clara, que es la DC".
Mañana miércoles el Partido Socialista conmemora un mes exacto desde que sus militantes se volcaran a las urnas para elegir a a los integrantes de su Comité Central. Ese día comenzó a desenrollarse una tragedia política donde los tardíos y objetados resultados aún no aplacan las casi irreconciliables riñas internas. Y que tiene al colectivo desprestigiado, además, por la mácula del narcotráfico y del clientelismo en una de sus comunas.
Con la DC nuevamente optando por pactar con el gobierno sin cambiarse formalmente de bando -a propósito de la reforma tributaria-, se abre ahora el acertijo de si el PS puede seguir jugando el papel de líder del bloque, de puente con la decé y al mismo tiempo su contrapeso, o si su guerra interna lo paraliza. Mientras algunos de sus parlamentarios aseguran que el daño de imagen no los ha incapacitado, y que sus diputados tienen reuniones agendadas con tres ministros la próxima semana -los de Interior, Segpres y Trabajo, el lunes 1-, el conflicto al menos ya incomoda al resto de la oposición, partiendo por el Frente Amplio.
Eugenio Tironi ha visto al sector, llámese Concertación, Nueva Mayoría o lo que venga, festejando y mordiendo el polvo. Y de momento no cree que tenga nada parecido a tiempos mejores a la vuelta de la esquina. Tal vez después, dice a La Tercera PM.
"No tengo ninguna duda que la situación que ha vivido el PS lo tiene completamente ensimismado y neutraliza su rol como fuerza opositora. No lo veo con ninguna capacidad para actuar como contrapeso a quien lleva la batuta en la oposición, que es la DC", sentencia el sociólogo.
-En el PS algunos dicen que pueden seguir entre dos fuegos. Que pese a todo siguen haciendo su trabajo como oposición en el Congreso. Si se pone en duda la continuidad de Álvaro Elizalde, ¿se anula o amaga su papel como de cabeza del sector?
-No sólo por eso. Tienen un problema de legitimidad ante la opinión pública, y es más profundo que eso. Están muy concentrados en su cuestión interna, por muy buenos motivos. Y tampoco se los ve con propuestas muy claras. Entonces, esto le da un margen muy amplio al gobierno, a pesar de su baja popularidad, y un margen muy amplio de iniciativas a la DC.
-El gobierno aprovecha esta situación, además.
-Lógico. Ahora no tienen contrapeso. Y los ojos están puestos en eso: en esta relación media promiscua entre la DC y el gobierno. En lo que se habla en el avión presidencial. Ahí está puesta la tensión, ahí está el centro dramático.
-Ambos fueron los partidos eje de la Concertación, además. ¿Su diagnóstico es pesimista u optimista respecto a opciones de salida?
-Siempre había imaginado que esto iba a pasar en el escenario político chileno: menos estructurado en cuanto a bloques estables, fijos, rigídos. En que iba a haber mucho más flujo, más negociaciones puntuales y en torno a cuestiones específicas, mucho ir y venir. Todo, mucho más líquido que en el pasado.
-¿Está tocando fondo el bloque? ¿O cabe esperar tiempos aún peores?
-Sí, sí. Pueden venir tiempos peores. Curiosamente, hay un partido que se ve muy activo, aunque tenga discrepancias internas -eso no es lo revelante-, que tiene una línea clara, que es la DC.
-¿Cuál línea clara? ¿Salvarse a sí misma antes que hacer equipo con la oposición?
-Es asumir que forma parte de una minoría; que no tiene el gobierno. Pero que sus votos son clave para que éste pueda sacar adelante algunas de sus iniciativas; y va a hacer valer el peso que tiene -por escaso que sea- para hacer valer sus puntos, aunque sea parcial y no totalmente.
-Fuad Chahin, el presidente DC, no eligió ni el camino propio de Carolina Goic ni la alianza a todo evento con la ex Concertación. ¿Cuánto dura eso?
-Él no rompe relaciones con el resto de la oposición. Y es altamente probable que cuando llegue el momento de las elecciones hará un bloque con la oposición. Aunque creo que los bloques tampoco serán monolíticos, habrá varios acuerdos, a nivel regional y comunal.
-Las de alcalde, y sobre todo las elecciones de gobernador, son uninominales. Algunos parlamentarios creen que -pese a todo- será menos difícil hacer pactos electorales porque no son luchas con compromiso programático ni ideológico, sino que sobre poder local acotado.
-Estoy de acuerdo con eso. Es lo más probable, sí. Y a eso apuesta, es el cálculo de Fuad Chahin, porque lo que ha dicho es que tiene mucha libertad y que al final del día llegará a un acuerdo electoral.
"Los tiempos mejores para la oposición van a venir cuando llegue el tiempo de las elecciones del próximo año. Curiosamente, al bloque podría no irle mal en las municipales y de gobernadores, elecciones que son más locales, donde no importan los liderazgos nacionales y son menos programáticos. A pesar del desconcierto programático opositor, y a pesar de que le falten grandes líderes nacionales, podría no irles mal. Podrían tener un respiro", piensa.
-¿Cómo se lee que alguien como Óscar Landerretche estén probando suerte en la presidencial? ¿Qué dice eso sobre la estepa opositora en esa materia? Nadie despega y Michelle Bachelet sigue en cabeza.
-Es muy curioso. Hay un gobierno con baja popularidad, pero una centroderecha que tiene a buena parte de los principales líderes que se proyectan como presidenciables. Y eso compite con el Frente Amplio, pero todo el resto de la centroizquierda no tiene figuras a ese nivel. Hay un vacío, y eso explica lo de Landerretche, como antes explicó lo de (Máximo) Pacheco. Pero nadie se ha disparado.
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