Tomás González se niega al adiós

Tomás González
Foto: Agencia Uno.

El oro panamericano obtenido en suelo entregó un nuevo aire al gimnasta. Con 33 años y varias lesiones, luchará por meterse una vez mas en Juegos Olímpicos, donde espera despedirse de la alta competencia.


En la gimnasia, 33 años es mucho para soñar con cosas grandes. A esa edad, muchos gimnastas ya no se exigen en la alta competencia, golpeados por los intensos años de alto rendimiento que deben soportar. Por eso es que el oro de Tomás González en estos Juegos es una hazaña importante, porque pese a lo que dice la ciencia, el chileno se sobrepuso al físico y la juventud de sus rivales para hacerse de una medalla inédita.

No es sencillo llegar a la edad de González a este nivel. Si bien es cierto que el doble finalista olímpico viene destacando específicamente en suelo, el aparato que ayer lo elevó a la gloria continental, también ensaya el all around. Sabe que si quiere soñar con Tokio 2020, será a través de esa modalidad la vía para acceder.

Tomás sabe que no le queda mucho, aunque no se complica. Construyó su oro panamericano a contrarreloj, pues una lesión en la espalda, a dos semanas de la competencia, mantuvo en duda sus participación en Lima. Pero lo consiguió, estirando aún más su leyenda y demostrándose que aún puede un poco más.

Su nuevo desafío estará puesto en el Mundial de Stuttgart, en octubre. Aquella será la prueba donde buscará conseguir un cupo para sus terceros Juegos Olímpicos. Pero allí, deberá entrar por el all around, algo que no ha hecho en el último tiempo, pero donde todos confían en que puede conseguir algo. "Ya hizo 8.0 en un control en Chile, a principios de marzo. Si no se lesiona, debería conseguirlo", dice Claudia Perelman, vicepresidenta de la Fenegichi, de la que precisamente Tomás es presidente.

A juegos, las principales potencias de la gimnasia artística clasificarán por equipos, por lo que es muy probable que incluso no ganando, la clasificación corra y deje a González. "Tiene que tratar de clasificar lo más arriba posible, para que la lista corra y pueda entrar. Así como está, lo veo muy posible", dice Chritian Bruno, entrenador del equipo nacional.

Otra opción es el ranking mundial. Allí, González podría entrar específicamente en suelo, pero deberá mejorar aún más el 14.600 con el que se colgó el oro en Lima. Y una última opción, quizás la más difícil, pues nunca lo ha conseguido, es que sea medallista en Mundiales.

Por ahora, Tomás prefiere relajarse. "Tengo que ir paso a paso, ya que la clasificación individual es solo un día en el Mundial de Gimnasia de este año", dice.

El sueño de continuar a la más alta exigencia es algo que aún lo mantiene entusiasmado, pues aún confía, pese a las lesiones y la edad, en que puede hacerlo. "Seguiré hasta que ya sienta que di el cien por ciento. Si bien estoy feliz con mi carrera y he cumplido todo lo que me he propuesto, siento que aún puedo agotar la última instancia y clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio", confesó ayer en zona mixta.

"No tengo una fecha tope. Seguiré hasta que sienta que ya no quiero seguir en el alto rendimiento. Es bastante difícil continuar a este nivel por todas las lesiones que uno va acumulando durante los años, pero me siento bastante en forma y con una mentalidad positiva para enfrentar lo que venga", profundizó.

Bruno, que conoce de cerca el proceso de su colega, confía en que la hazaña no es tan descabellada. "El manejo de las cargas físicas y de resistencia muscular la está manejando muy bien junto a su entrenador, Rodrigo Lagos", comenta.

El oro panamericano, su deporte y Chile se niegan al adiós de Tomás. El gimnasta escucha el clamor, está decidido a buscar una última satisfacción en este deporte.

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