Tráfico de migrantes sube 53% y 91% de extranjeros ingresados ilegalmente tiene educación media y superior completa

Carabineros en la frontera norte.

Fiscalía detectó un alza en este tipo de delitos y OS-9 de Carabineros analizó el modus operandi de “coyotes” y foráneos que ingresan ilegalmente, en su mayoría venezolanos.


Eran 13 las personas, todas de nacionalidad venezolana, las que Elioberto Arrieta Rodríguez intentaba ingresar al país por un paso clandestino en la frontera con Perú, a la altura del Hito 1. Sin embargo, una patrulla del Ejército identificó al grupo y derivó el caso al OS-9 de Carabineros y al Ministerio Público, el que formalizó al imputado por tráfico de migrantes.

El caso es una de las 29 causas que este año investiga la Fiscalía Regional de Arica, y los 13 venezolanos acarreados por Arrieta Rodríguez pasaron a formar parte de los 228 personas que han sido objeto de tráfico de migrantes, entre 2019 y el 31 de agosto de este 2020, según un último análisis del Departamento de Análisis Criminal del OS-9 de Arica y Parinacota.

Por su parte, la Fiscalía Regional de Arica y Parinacota detectó que el tráfico de migrantes ha aumentado un 53% entre enero y agosto de este año, en comparación al mismo periodo de 2019 (ver entrevista). Mientras que el año pasado esta fiscalía registró 19 casos, en 2020 la cifra incrementó a 29 causas.

La situación migratoria en el norte del país está al rojo. Así lo confiesan en el gobierno, en Carabineros y en el Ministerio Público. Incluso, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, inició un trabajo en terreno esta semana en la zona.

El complejo escenario en la frontera quedó reflejado en el informe realizado por el equipo investigativo del OS-9 en la Macrozona Norte, en que se dividen dos conceptos: el tráfico de migrantes, que analiza el comportamiento de las organizaciones dedicadas a trasladar a las personas, y el ingreso ilegal de migrantes, que incluyó las personas que intentaron entrar al país por cuenta propia, sin un grupo criminal detrás.

Este análisis da cuenta que en 2019, 46 personas fueron objeto de tráfico de migrantes; en tanto, entre enero y agosto de este año, ya son 182 los foráneos trasladados al país de manera irregular, en que un 94 % son de nacionalidad venezolana.

Además, entre 2019 y 2020, son 30 las personas detenidas por el OS-9, en calidad de “transportistas”, los que también son denominados como “coyotes”.

Sobre las organizaciones criminales dedicadas a este “rubro”, Carabineros plasmó en el informe que “funcionan en la ciudad de Tacna, Perú (…) y están compuestas en su mayoría por venezolanos, quienes obtienen sus ganancias de ciudadanos de su misma nacionalidad”. Las remuneraciones de estos grupos, según el análisis de la policía uniformada, son variadas, y para poder asegurar el paso hacia Chile cobran entre US$ 100 y US$ 300.

El texto del OS-9 también advierte que el 91% de las personas objeto del tráfico de migrantes tiene educación media y superior completa; el 62% mantenía algún tipo de trabajo en su país de origen y el 34% señaló estar cesante.

Para el subsecretario Galli estos datos son reveladores. “Esto tiene claramente una causa que es la crisis social y derechos humanos que vive Venezuela. Los datos demuestran que son personas con educación básica y media completa, por lo que si en su país hubiera habido oportunidades no migraron. Las personas se están exponiendo a serios peligros para su integridad para su vida, pero además, las personas que contratan a estos traficantes no solo corren ese riesgo, sino que además cometen un delito, y se exponen a un proceso de expulsión”, dijo.

Entrada clandestina

Respecto al “ingreso ilegal” de migrantes, donde no hay una estructura criminal detrás ni “coyotes”, en 2019 entraron al país 1.783 personas por pasos no habilitados, y en lo que va de este año, ya son 1.241.

El comandante de Carabineros Alexis Chamblas, jefe de sección de Fronteras, señaló que “una de las principales diferencias respecto de los años anteriores es que este 2020 lo comenzamos prácticamente en cero. Es decir, en enero no tuvimos flujos de ingreso, básicamente por lo ocurrido a fines del año pasado a partir de octubre. Pero cuando comenzó a tranquilizarse eso (manifestaciones y hechos de violencia), la situación se normaliza y nuevamente incrementaron las entradas, las que ahora se dan en tiempos de pandemia y el cierre de las vías oficiales”.

El reporte también identifica los principales puntos de ingreso a Chile. Se indica, por ejemplo, que en Arica se usa “línea férrea, hito9, Ruta 5 norte y borde costero, entre los hitos 1 y 2. En Tarapacá, el límite fronterizo con Bolivia, Ruta CH-15 y Ruta 5 Norte”.

En el perfil de los migrantes ilegales se detalla que el 56% es de nacionalidad venezolana; el 10% son dominicanos, el 9 % colombianos y el 22% entre bolivianos, cubanos, peruanos y haitianos. Además, el 95% tiene educación media completa; el 74% mantenían algún tipo de trabajo en su país de origen y el 15% señaló encontrarse en calidad de cesante.

Actualmente, Carabineros está reforzando los patrullajes en la frontera, donde trabajan en coordinación con las Fuerzas Armadas, especialmente con el Ejército, quienes cuando detectan situaciones anómalas en los pasos no habilitados advierten a la policía.

Formalizados presos

Hasta el momento, el Ministerio Público ha formalizado a 21 imputados, de los cuales 19 se encuentran en prisión preventiva.

Sobre las cifras de ingresos clandestinos a Chile, la Fiscalía de Arica registra una tendencia a la baja con 420 casos, mientras que el año pasado hubo 488 procedimientos. En este sentido, es en agosto de este año donde se concentró el mayor número, con 109 causas, en comparación a los 28 del mismo mes del año pasado.

Uno de los organismos que sigue de cerca estos temas es el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM). La jefa de la sede de Arica del SJM, Javiera Cerda, indicó que del total de ingresos por pasos no habilitados de toda la última década, el 50% se produjo en 2018 y 2019: “Efectivamente ha habido un crecimiento exponencial de población venezolana, justo luego de la imposición de la Visa de Responsabilidad Democrática. Tanto así, que si en 2017 hubo nueve personas venezolanas que fueron registradas por ingreso por paso no habilitado, en 2019 fueron más de 3.000 y la tendencia sigue al alza”.

Por eso, dice Cerda, están alerta sobre todo por el “incremento en la cantidad de niños, niñas y adolescentes, víctimas de tráfico e ingresos por paso no habilitado, situación que se vuelve aún más dramática, considerando las minas antipersonales ubicadas en la frontera norte de Chile”.

Fiscal de Arica: “Hemos detectado un significativo incremento en casos de tráfico de migrantes”

La fiscal regional de Arica y Parinacota, Javiera López, es especializada en delitos de tráfico de migrantes. En la región estos ilícitos son perseguidos por la unidad de Alta Complejidad, ya que se trata de organizaciones criminales transnacionales. En entrevista con La Tercera, la persecutora reconoce que han “detectado un significativo incremento en casos de tráfico de migrantes, siendo agosto el mes en que se registró la mayor concentración de procedimientos”.

¿Cuáles son las causas que identifican para esta alza?

Las causas pueden ser varias, pero claramente los flujos migratorios inciden fuertemente en este fenómeno. En este momento nuestro país es receptor de numerosos migrantes de Venezuela, principalmente que optan por venir a Chile pensando en una mejor calidad de vida o en lograr una reunificación familiar.

¿Por qué se da que la mayoría de las víctimas son venezolanas?

Desde el año pasado hemos detectado que los casos se concentran en víctimas de nacionalidad venezolana y eso puede obedecer a las razones que indiqué anteriormente, que influyen en los flujos migratorios. Para nadie es desconocido que Venezuela vive periodos complejos en cuanto a estabilidad social y económica, y muchas familias quedaron separadas cuando empieza a afectar a Sudamérica el Covid-19.

¿Cuál es el modus operandi de los coyotes?

Hemos detectado que los miembros operativos o “coyotes”, que son quienes los guían en su ingreso al país, están dejando abandonadas a las víctimas migrantes en pleno trayecto, para evitar ser detenidos. Los imputados les indican a las víctimas que deben seguir determinada ruta y los dejan solos. Ahí es cuando se produce el mayor riesgo para las víctimas, ya que deambulan desorientadas por el desierto, durante la noche o a plena luz del sol y con temperaturas extremas. Para las organizaciones se trata de traficar con objetos, en vez de seres humanos.

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