Tras ser vandalizadas durante el estallido, iglesias de La Veracruz y La Asunción alistan su rehabilitación y apertura al público

Miércoles por la tarde en barrio Lastarria, y el icónico paseo del centro de Santiago se encuentra repleto de turistas y vecinos que recorren los locales y puestos de comida del sector. Pero hay un grupo que llega por un motivo distinto: al menos cincuenta personas hacen fila al exterior de la iglesia de La Veracruz, para atender la misa que cada semana se celebra sagradamente a las 18:00 horas.

Aunque la escena es contradictoria, pues a simple vista la parroquia no pareciera estar habilitada para su uso: la fachada está revestida de un color rojo que levemente tapa los rayados y grafitis que dejan al entrevisto la violencia que afectó al inmueble el 12 de octubre de 2019, mientras que la nave central de su interior permanece totalmente quemada, con las paredes y maderas ennegrecidas. Al fondo, en tanto, la imagen de una virgen que sufrió las llamas del fuego sigue de pie.

En el marco del estallido social, encapuchados incendiaron el recinto que es Monumento Nacional desde 1983, dejándolo con daños estructurales y obligándolo a cerrar de un día para otro. Pero a cinco años de la tragedia el templo ha iniciado su restauración y en marzo decidió reabrir a la comunidad. Primero, con misas los miércoles y domingos, donde recibe a más de 150 personas por día. Y desde mayo con ciclos de conciertos y actividades culturales abiertas a la comunidad cada semana.

“La restauración no solo va desde la parte de su fachada, sino de la energía que este espacio ha inyectado en la zona, con nuestro nuevo párroco, lectura de libros, música en vivo. Ha reactivado la zona y atrae una nueva cara a Lastarria”, comentó el presidente de la Junta de Vecinos de Parque Forestal y Barrio Lastarria, Héctor Vergara.

Tras su vandalización la Fundación Veracruz, vecinos y el Arzobispado de Santiago ingresaron un proyecto al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) de rehabilitación del inmueble.

Este fue aprobado recién el pasado 25 de julio de 2024 por parte del CMN, quien mediante la orden n° 3636 autorizó el proyecto de restauración de la iglesia de la Veracruz. Este proyecto, según detalló el CMN a La Tercera, tiene como objetivo guiar la rehabilitación de la iglesia tras los daños sufridos en 2019.

El padre Jaime Tocornal, encargado de la reconstrucción de la iglesia, explicó eso sí que aún no se tiene claro cuál será específicamente la intervención que se realizará en la iglesia. “No estamos seguros si queremos dejar la iglesia como estaba en sus inicios o también dejar una huella de cómo quedó luego del 2019. Ahí hay un debate que destrabar”.

“La rehabilitación incluye la recuperación integral de su nave y todos los componentes dañados luego del siniestro, limpieza y reposición de elementos (tablas en pisos y cielos, puertas, cristales, entre otros) y restauración de muebles, así como la restauración de las casas contiguas y patios interiores, para mantener la coherencia arquitectónica del conjunto”, explicaron desde el CMN. Aunque no se detallaron fechas de cuándo comenzarían específicamente los trabajos.

Pero Vergara sostuvo que el Arzobispado se ha encargado de buscar otras formas de habilitar el inmueble a la comunidad por el momento. Por ejemplo, se reemplazó la puerta de madera por una de vidrio para que la parroquia se mantenga visualmente abierta las 24 horas del día. Mientras que las visitas se pueden realizar desde las 11:00 a las 20:00 horas.

Pero la parroquia de Lastarria no es la única que está en miras de una próxima rehabilitación. En noviembre de 2019, la parroquia La Asunción fue saqueada y luego quemada con motivo del primer aniversario del estallido social, en 2020. El recinto religioso ubicado en Avenida Vicuña Mackenna sufrió graves daños producto del siniestro, el que incluso derribó la cúpula y campanario de la capilla -celebrado por encapuchados- y afectó a gran parte de sus instalaciones, lo que derivó en la presentación de querellas por parte del gobierno de Sebastián Piñera.

A la fecha el inmueble ha estado inhabilitado para celebraciones religiosas, por lo que los párrocos tuvieron que habilitar salones anexos para celebrar misas y otra actividades.

Hasta que en marzo el Arzobispado, junto a la ayuda de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, desarrollaron un proyecto para recuperar el interior del inmueble, así como su techo y luces.

“Esta ha sido una primera etapa. Luego viene la pintura del interior, que será blanca, sumada al arreglo de las salas y el jardín”, agregó el padre Tocornal.

Por lo mismo, se espera que su inauguración esté lista para Navidad de 2024.

La noticia fue celebrada, puesto que el proyecto había sido postergado repetidas veces producto de la pandemia y temas logísticos, lo que llevó incluso a colectas de feligreses, lo que en todo caso no ha alcanzó para iniciar los trabajos.

Pese a que la iglesia no cuenta con el título de Monumento Histórico, la Subsecretaría del Patrimonio Cultural gestionó apoyo a la parroquia mediante el Instituto de Formación Técnica DUOC UC y el Arzobispado para remover escombros del interior y realizar trabajos de restauración de la imaginería y otros elementos encontrados.