Trump y la amenaza de ir a la Corte Suprema: ¿El fantasma de Florida 2000 vuelve a repetirse?
“Creo que esto terminará en la Corte Suprema y creo que es muy importante que tengamos nueve jueces”, dijo Trump en septiembre sobre las elecciones. Un resultado ajustado en algunos estados o el conteo de los votos por correo podría conducir los comicios a la justicia, como en 2000 con Al Gore y George W. Bush.
Too close to call (“Demasiado reñido para declarar”). Esa fue la frase que la noche del 7 de noviembre de 2000 llenó de incertidumbre a los estadounidenses tras las elecciones presidenciales de ese año entre Al Gore y George W. Bush. Ante un escaso margen de diferencia de votos en Florida, el estado que lo decidía todo, la elección terminó con la intervención de la Corte Suprema, que entregó la Casa Blanca a Bush (2001-2009) 36 días después de los polémicos comicios.
La confusión que se generó esa noche se convirtió en una pesadilla que se cierne sobre Estados Unidos como una amenaza en cada período electoral. Y este año, dos décadas después, el temor de que el fantasma de Florida en 2000 se haga presente cobra más fuerza que nunca.
En medio de una pandemia, estos comicios han contado con un masivo voto por correo y sufragio presencial anticipado. El Presidente Donald Trump ha atacado esta modalidad señalando que podría conducir a un fraude generalizado. “En lo que respecta a las papeletas, es un desastre. Se están enviando millones de papeletas por todo el país. Hay fraude. Los encontraron en arroyos. Encontraron algunos con el nombre de Trump en papeleras. Los están enviando por todos lados (…) Esto va a ser un fraude como nunca se había visto”, dijo Trump el 29 de septiembre en uno de los debates presidenciales.
Los problemas en el “estado del sol”
En 2000, el “estado del sol” otorgaba 25 votos del Colegio Electoral (hoy reparte 29), un botín decisivo para determinar al ganador. Cerca de las 20:00 del 7 de noviembre, el día de las elecciones, las cadenas de noticias declaraban al candidato demócrata, Al Gore, como el ganador en Florida. Dentro de su colectividad ya celebraran el triunfo. Sin embargo, después se confirmó que Bush había conseguido la victoria en el estado.
Al Gore llamó a Bush, pero luego se arrepintió de reconocer su derrota y volvió a telefonear al republicano para retractarse, señalando que aún faltaba para determinar a un ganador. El republicano redujo su ventaja a 327 sufragios. La ley indica que al haber una diferencia de menos del 0,5%, se requería un recuento automático de votos y al ser inferior a 0,25%, debía darse un recuento de votos manual.
Hubo una serie de problemas con los votos en Florida, como el sistema de perforación, llamado “chad”, que generó que miles de papeletas no quedaran bien perforadas, por lo que esos sufragios no fueron detectados en el conteo automático. Además, la papeleta venía con los nombres de los candidatos de manera escalonada, llamado “mariposa”, lo que hizo equivocarse a muchos electores.
Después de una serie de idas y venidas entre ambos partidos y autoridades electorales, se decretó finalmente el conteo manual, pero en un plazo acotado. Durante esos días se produjeron protestas por parte de los republicanos para impedir el recuento, el cual catalogaban como un fraude. Se decidió detener el conteo manual y se llegó a la conclusión de que Bush aventajó a Gore por 537 votos.
Los demócratas llevaron el caso a la Corte Suprema de Florida que falló a favor de que se completara el recuento manual, pero la campaña de Bush acudió a la Corte Suprema de EE.UU. y al día siguiente el máximo tribunal falló que los recuentos no podían completarse a tiempo de acuerdo a la ley del estado, dándole el triunfo a George W. Bush.
“Creo que terminará en la Corte Suprema”
En las últimas semanas ha quedado en evidencia el tono judicial que han adquirido estas elecciones, luego que la Corte Suprema se pronunciara en tres estados reconocidos como campos de batalla, en relación al tema del voto por correo. El miércoles pasado, el tribunal permitió que los funcionarios electorales en Pennsylvania y Carolina del Norte aceptaran votos por correo durante varios días después de la jornada de elecciones (tres y nueve días, respectivamente). En Wisconsin, en tanto, la Corte bloqueó una extensión del voto por correo.
“Es una de las muchas formas en que la elección decisiva de 2000, que hizo que muchos estadounidenses cuestionaran la preciada reputación de imparcialidad de la Corte Suprema, está repercutiendo en esta contienda 20 años después”, escribió el diario Financial Times.
Con la amenaza del caso Bush vs. Gore, ambos partidos preparan sus equipos de abogados para disputar cada elección en los estados “bisagra”. Esto puede, en última instancia, llegar a la Corte Suprema, que terminará por definir la disputa y en donde Trump tiene ventaja en número de jueces.
“Creo que esto terminará en la Corte Suprema y creo que es muy importante que tengamos nueve jueces”, dijo Trump en septiembre cuando se le preguntó si se necesitaba una dotación completa de magistrados para manejar cualquier impugnación a las elecciones.
“Definitivamente creo que el aumento de la litigiosidad de los partidos políticos (y) candidatos hoy -y la percepción generalizada de que las elecciones se pueden ganar o perder en los tribunales- es un resultado directo de Florida 2000”, comentó Nicolas Riley, del Centro Legal de la Universidad de Georgetown, al Financial Times. “Se puede ver esa percepción reflejada en la gran cantidad de abogados que las campañas contratan ahora, que ha aumentado en cada ciclo electoral desde 2000”, graficó.
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