Ubiratan de Souza, economista asesor de Lula: “La elección del domingo en Venezuela es una incógnita”

De Souza
Ubiratan de Souza, economista brasileño y especialista en democracia participativa.

Según el especialista en democracia participativa y dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), “seguramente se va a tener un resultado democrático” en las presidenciales venezolanas. “El chavismo ha ganado la mayoría de las elecciones y cuando perdió, aceptó los resultados”, afirma.


Economista brasileño, especialista en democracia participativa, dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) y cercano al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Ubiratan de Souza es uno de los promotores de la experiencia, implementación y desarrollo del llamado “presupuesto participativo” en Brasil, así como en el exterior. Una experiencia especialmente exitosa en el municipio de Porto Alegre, donde se puso en práctica en 1989, para una década más tarde aplicarse en el estado de Rio Grande do Sul. Con el PT en los gobiernos locales, este proceso de cogestión pública permitió debatir y decidir los ingresos y los gastos y las políticas públicas con la población.

De visita en Chile por actividades académicas y para intercambiar experiencias de presupuesto participativo de Porto Alegre y ver proyectos de participación ciudadana en Recoleta, De Souza conversó sobre estos temas con La Tercera, al tiempo que analizó la actual situación en Brasil y la región, con foco en el incierto escenario de Venezuela a raíz de las elecciones presidenciales de este domingo.

¿Cuán replicable es la experiencia de los presupuestos participativos en otros lugares?

Hay dos cosas importantes, primero la voluntad política del gobierno de efectivamente compartir el poder de decisión con la sociedad. Eso es una decisión política del jefe del ejecutivo con su gobierno, sea alcalde, sea gobierno provincial, sea gobierno nacional. Y la otra parte que es importante para eso es la participación de la sociedad organizada para un proceso de cogestión. Como nosotros vivimos una crisis de la democracia representativa hoy, y una crisis fiscal de ingresos para financiar las políticas públicas, la democracia participativa es muy importante para complementar, para enfrentar la crisis de la democracia representativa. Y eso es un fenómeno mundial.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, su esposa Rosangela "Janja" da Silva y el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, asisten a una reunión del grupo de trabajo de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza en Río de Janeiro, el 24 de julio de 2024. Foto: Reuters

Usted habla de la crisis de la democracia. ¿Cómo se vive actualmente esa crisis en Brasil?

La crisis de la democracia representativa no es sólo en Brasil, es en el mundo entero. Y ahí entonces se tiene una visión de que hay que profundizar la democracia representativa, de hacer reformas a la democracia representativa y al mismo tiempo combinar con democracia participativa. En el caso de Brasil, Lula no tiene mayoría en el Congreso, pero dialoga con el Congreso Nacional, crea también relaciones con los movimientos sociales, con la sociedad. Entonces, esta es una tarea dialéctica que se va construyendo a lo largo del proceso.

¿Cómo ve el ascenso al poder de gobernantes como Javier Milei en Argentina o el posible triunfo en Estados Unidos de Donald Trump, quien tiene estrechos vínculos con el expresidente brasileño Jair Bolsonaro?

Esta pregunta es interesante porque nos permite analizar de manera estructural este fenómeno. La precarización del trabajo lleva a que la gente tenga empleo informal y precarizado, y no esté contenta. Y ahí llega el neofascismo y hace la crítica al sistema globalizado capitalista, diciendo que es posible hacerlo de otra manera. Trump quiere llevar las industrias nuevamente para Estados Unidos y en su primer gobierno no consiguió hacer eso y lo está prometiendo otra vez. El año pasado fui a comprobar por qué Joe Biden tenía poca popularidad, pese a tener una tasa de desempleo muy baja. Y entonces comencé a ver que había un grupo de 30 millones de personas que tenía empleos precarios. Entonces la gente no estaba contenta. Y ese es un problema que también hay en los países de América Latina. Y hay otro fenómeno que es el de las llamadas Big Tech, que son las grandes plataformas. Ellas son las grandes responsables de la precarización del trabajo. Trump ya estuvo en el gobierno estadounidense durante cuatro años y no cumplió lo que prometió. Y así como Milei no dará resultados en Argentina, así como Bolsonaro en Brasil tampoco lo hizo, vivimos un momento muy crítico, pero también muy lleno de oportunidades para los países que logren llevar a cabo un proyecto de desarrollo económico soberano. Por eso nosotros tenemos que tener conciencia de que tenemos que luchar por un mundo multipolar.

El candidato presidencial republicano y expresidente estadounidense Donald Trump reacciona el día de su campaña en Charlotte, Carolina del Norte, el 24 de julio de 2024. Foto: Reuters

Como economista, ¿cómo ve el proceso que lleva adelante Milei en Argentina, donde el ajuste ha significado la pérdida de algunos programas sociales? ¿Puede derivar en el corto plazo, por ejemplo, en un estallido social?

El pueblo argentino es un pueblo que tiene una tradición de lucha muy grande, de sindicalistas, y de resistir cuando un gobierno empieza a hacer un ajuste fiscal donde la gente pierde renta, pierde poder adquisitivo, donde hay desempleo. Entonces, es un proceso político que seguramente se va a desarrollar con mucha insatisfacción, con gente protestando, como ya empezó a protestar.

Usted ha citado la importancia de los BRICS para contrarrestar el poder de Estados Unidos. En ese sentido, ¿cómo ve usted el avance de China en América Latina?

China hace parte de ese mundo multipolar, o sea, no tener la hegemonía de un solo país como Estados Unidos. Y China, por la tradición de ellos, nunca invadieron ningún país. No financiaron ningún golpe de Estado. Eso es una cosa importante. Pero cualquier país soberano también tiene que tener relaciones con China, de intercambio de tecnología. Entonces no hay que tener problema de relacionarse con China, pero con soberanía, o sea los intereses nacionales de desarrollo tienen que estar presentes.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente de China, Xi Jinping, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, el primer ministro de India, Narendra Modi, y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, posan para una foto familiar durante la Cumbre BRICS de 2023 en Johannesburgo, Sudáfrica, el 23 de agosto de 2023. Foto: Reuters

Lula dijo que le asustaron las declaraciones del presidente Nicolás Maduro sobre un “baño de sangre” si no gana las elecciones en Venezuela este domingo. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Yo creo que el presidente Lula es un gran líder mundial, y que es un demócrata, un defensor de la democracia en Brasil, y respeta el principio de la autodeterminación de los pueblos, de no incluirse en las cuestiones de otro país. Pero la cuestión democrática para nuestro gobierno es muy importante en la política internacional. La elección del domingo es una incógnita. Yo no voy a opinar sobre lo que puede pasar, porque no lo estoy siguiendo directamente, pero seguramente se va a tener un resultado democrático. El chavismo ha ganado la mayoría de las elecciones y cuando perdió, aceptó los resultados.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien busca la reelección para un tercer mandato, ondea la bandera nacional de Venezuela durante el cierre de su campaña política, en Caracas, el 25 de julio de 2024. Foto: Reuters

Algunos expertos sostienen que un nuevo triunfo del chavismo podría desencadenar una nueva ola migratoria. ¿Cómo lo ve?

En Europa ahora no quieren que entre la gente, y Estados Unidos no quiere que entre la gente de Centroamérica, de América del Sur, pero ellos hicieron guerras, destruyeron la infraestructura de los países. La migración hoy es el resultado de eso, de guerras que hacen las potencias imperialistas y también de bloqueos económicos que hacen a las economías donde ellos no tienen la subordinación del país a Estados Unidos o Europa, entonces es un problema complejo. Nosotros defendemos la paz, nosotros no estamos a favor de la guerra, y por eso hay que tener un mundo multipolar, donde se establezcan relaciones comerciales, económicas, de cooperación. Yo creo que el mundo está en transición hacia eso, a una nueva economía mundial, donde haya un mundo multipolar, donde pueda haber desarrollo económico y social con soberanía en los países, pero con cooperación con China, con Estados Unidos, con Europa, y así por delante. Nosotros tenemos convicción de que este es el camino.

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