“Un patrón claro de apoyo decreciente”: sondeo muestra caída en respaldo al sentimiento populista en 10 países de Europa

Interior Minister Matteo Salvini
Matteo Salvini, líder del partido italiano de ultraderecha La Liga.

SI bien el apoyo a estos partidos en las elecciones nacionales del continente aumentó del 7% a más del 25% en dos décadas, una encuesta de YouGov enfatiza que las creencias populistas están en un declive sostenido en los últimos tres años.


El populismo, que enmarca la política como una batalla entre la gente común y las élites corruptas, ha crecido rápidamente como fuerza política, y el apoyo a los partidos populistas en las elecciones nacionales de Europa aumentó del 7% a más del 25% en 20 años.

Durante los últimos 20 años, los líderes populistas, principalmente de la extrema derecha -Matteo Salvini de Italia, Marine Le Pen de Francia, Viktor Orbán de Hungría o Jimmie Åkesson de Suecia- han florecido y los partidos populistas están, o estuvieron, en el gobierno en varios países de la Unión Europea.

Sin embargo, el apoyo al sentimiento populista en Europa ha caído drásticamente en los últimos tres años, según una encuesta de YouGov, publicada el jueves en el diario británico The Guardian, que señala que hay un número marcadamente menor de personas que están de acuerdo con las principales declaraciones destinadas a medirlo.

El Proyecto de Globalismo de YouGov-Cambridge, producido con The Guardian, enfatiza que las creencias populistas están en un declive sostenido en gran medida en 10 países europeos, lo que lleva a los autores del estudio a sugerir que el atractivo electoral más amplio de algunos ya puede haber alcanzado su peak.

Fidesz party congress in Budapest
Una vista general muestra al primer ministro húngaro, Viktor Orban, pronunciando un discurso durante la fiesta Fidesz en Budapest, el 14 de noviembre de 2021. Foto: Reuters

Los politólogos dijeron que los últimos resultados mostraron “un patrón claro de apoyo decreciente al populismo”, pero agregaron que los resultados podrían enmascarar un mayor grado de radicalización entre los votantes populistas y que la pandemia podría ser un factor.

Por ejemplo, la medición muestra que en Francia el porcentaje de adultos que dijo creer que “la voluntad del pueblo debería ser el principio más alto en la política de este país”, un principio populista clave, cayó del 66% en 2019 al 62% en 2020 y al 55% en 2021.

Otros países de la UE que mostraron la misma caída brusca fueron Alemania (66%, 63%, 61%), Dinamarca (61%, 56%, 50%), España (75%, 68%, 65%), Italia (72%, 71%, 64%) y Polonia (80%, 71%, 65%), así como -fuera del bloque- Gran Bretaña (66%, 60%, 56%).

The Guardian también destaca que el apoyo a la opinión de que “mi país está dividido entre la gente común y las élites corruptas que los explotan” cayó del 61% al 49% en Francia, y también descendió en Alemania (54%-46%), Suecia (42%-36 %), Dinamarca (29%-15%), España (70%-65%), Italia (65%-54%), Polonia (73%-63%) y Reino Unido (58% a 54%).

La candidata presidencial de extrema derecha francesa Marine Le Pen habla con los medios de comunicación durante la inauguración de su nueva sede de campaña en París, el 15 de noviembre de 2021. Foto: AP

El acuerdo con la afirmación de que “mucha información importante se oculta deliberadamente al público por interés propio” también fue menor durante los tres años, entre seis y 17 puntos porcentuales en los mismos países, aunque siguió siendo alto en algunos, como España (79%).

Matthijs Rooduijn, sociólogo político de la Universidad de Ámsterdam y experto en populismo, dijo que la encuesta a más de 24.000 votantes en 22 países diferentes, muestra “una clara caída” en el apoyo a las ideas populistas en los últimos tres años.

Pero si bien sugirió que los votantes, en promedio, parecían volverse más moderados y menos receptivos a las ideas populistas, Rooduijn advirtió que “el pequeño grupo de personas que votaron por los partidos radicales de derecha populista, por ejemplo, puede haberse vuelto más radical, más populista que menos”.

Si bien varios países no pertenecientes a la UE, incluidos Brasil y México, mostraron un patrón similar, otros, como India, Tailandia y, en particular, EE.UU. no lo hicieron. Los autores de la encuesta, que se llevó a cabo en agosto y septiembre, sugirieron que esto puede significar que “ciertas formas de descontento contra el sistema” estaban más arraigadas en esos países.

La encuesta se llevó a cabo entre el 4 de agosto y el 21 de septiembre con muestras representativas de más de 1.000 personas en 10 países europeos: Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Hungría, Polonia, España, Suecia, Reino Unido y otros 17 países, incluidos Australia, EE.UU., Brasil, México, Turquía, Rusia, China, Japón y Sudáfrica.

El caso de España y Portugal

Otro estudio reciente, elaborado por investigadores del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, indaga específicamente sobre el votante de los partidos populistas radicales de derecha en Portugal y España.

Los investigadores Lea Heyne y Luca Manucci recuerdan que, hasta hace poco, se asumía ampliamente que los partidos populistas radicales de derecha eran actores marginales en la política portuguesa y española. Este “excepcionalismo ibérico” tenía sus raíces en la idea de que tales partidos no podrían romper con el estigma asociado a los regímenes autoritarios de António de Oliveira Salazar y Francisco Franco. Las experiencias de Portugal y España con el autoritarismo les dieron efectivamente una forma de “inmunidad” contra la derecha radical que no existía en otros Estados europeos.

Desde entonces, este argumento se ha derrumbado a la luz del ascenso de Chega, que se convirtió en el primer partido de derecha radical en obtener un escaño en el Parlamento portugués en octubre de 2019, y Vox, que se transformó en el tercer partido más popular en las elecciones generales españolas celebradas solo un mes después, en noviembre de 2019. El surgimiento de Chega y Vox ha asegurado que ambos países ibéricos ahora tengan representación de la derecha populista radical en sus Parlamentos nacionales por primera vez desde su transición a la democracia en la década de 1970, destacan Heyne y Manucci.

Acto del partido de extrema derecha Vox, en España.

Utilizando nuevos datos de encuestas en línea de las elecciones nacionales de España y Portugal en 2019, los investigadores encontraron que el electorado de los partidos populistas radicales de derecha en la península ibérica está mayoritariamente en línea con las características de este mismo electorado en Europa Occidental en lo que se refiere a sociodemografía, insatisfacción política, dieta de los medios, y el rechazo a la inmigración y al feminismo.

“Curiosamente, sin embargo, el apoyo a Chega y Vox no proviene de los perdedores económicos de la globalización”, afirman Heyne y Manucci. Asimismo, sostienen que ambas colectividades capitalizan cuestiones específicas de cada país -unidad nacional en España y bienestar en Portugal-, pero los partidos populistas radicales de derecha podrían tener dificultades para establecerse dentro del sistema de partidos de los dos países ibéricos, concluyen.

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