Al menos 10 de los 19 hospitales en construcción aumentaron su plazo original de puesta en marcha
Las construcciones de los recintos se han ido retrasando hasta en casi 2.000 días por diversas razones, que van desde los hallazgos arqueológicos hasta problemas, según los expertos, de descoordinación entre diversas carteras. En el Ministerio de Salud reconocen estas dificultades y para ello constituyó una mesa intersectorial con el fin de destrabar algunos de esos problemas.
El nuevo Hospital del Salvador e Instituto Nacional de Geriatría tendrá 24 pabellones quirúrgicos y una unidad de diálisis dotada de 19 sillones de tratamiento para pacientes con insuficiencia renal crónica. Una vez que se ponga en marcha, se estima que el nuevo complejo asistencial beneficie a 592.772 personas. Sin embargo, hay un gran pero: la fecha para que eso suceda se ha modificado más de una vez, y desde que el proceso de construcción inició, el plazo de término se ha prolongado en exactos 1.907 días, o más de cinco años.
Aunque el 28 de mayo del 2014 se dio inicio a la concesión, el proceso de construcción ha tenido diversos obstáculos, algunos que escapan de las manos de los ejecutantes, como los hallazgos arqueológicos y la pandemia, pero también con otros evitables, como el papeleo formal para la entrega de los terrenos. De acuerdo al último informe del Ministerio de Salud sobre el estado de la construcción de este recinto, aún queda para que esté en funcionamiento, pues lleva un avance del 85%.
Pero este caso está lejos de ser un hecho aislado, toda vez que durante los últimos años varias obras referidas a hospitales públicos se han retrasado y han visto cambiar la fecha perentoria de entrega y su consiguiente puesta en marcha, independiente de las tres vías que tiene el Minsal para proveer de nuevos recintos hospitalarios al sistema público: licitación a través de su División de Inversiones, licitación a través de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y, por último, Asociación Público Privada (APP) a través de Concesiones del MOP.
Bajo esta última modalidad hoy existen 23 contratos vigentes. Cuatro de ellos son de explotación, es decir, aquellos hospitales que ya están en funcionamiento y que son objeto de arreglos o reconstrucciones, y corresponden a los hospitales de Antofagasta, La Florida, Maipú y Félix Bulnes. El resto se encuentran en licitación o construcción.
Además, al menos 10 de los que están en construcción han aumentado el plazo original que se había fijado. Pero, como se ha dicho, este retraso en la construcción puede ocurrir por diversos motivos.
Por ejemplo, el nuevo Hospital de Lota -adjudicado por consorcio OHLA en 2021- está en las fases previas de inicio de obras y de los diseños finales de ingeniería. Uno de los problemas es que estará en terrenos aledaños a la Ruta 160, por lo que uno de los temas a resolver es el impacto que generará en la movilidad.
En ese contexto, en diciembre se amplió el plazo en 396 días debido a observaciones del Informe de Mitigación Vial (IMIV) que también afectó a otros proyectos, pues el mismo documento afirma que los hospitales de Coronel, Nacimiento y Santa Bárbara tendrán el mismo retraso “justificado por la subsanación de observaciones del IMVI del establecimiento asistencial de Lota”.
Sobre esto último hay quienes afirman que se debe a falta de comunicación entre las carteras involucradas: Salud, Obras Públicas y Transportes.
En ese sentido, Nicolás Duhalde, investigador de Pensar en Público, afirma que “en varios de los retrasos de obras podemos observar una falta de coordinación entre diversos actores gubernamentales, e incluso al interior del Minsal o MOP, los cuales no han sido capaces de ponerse de acuerdo para dar respuestas rápidas y certeras que permitan agilizar la construcción de hospitales”.
Por eso, el también exjefe de gabinete del subsecretario Alberto Dougnac (Redes Asistenciales), propone la creación de espacios para solucionar estos problemas que, cree, son evitables: “Urge el establecimiento de mesas de trabajo entre los servicios de Salud, Minsal, MOP y otros ministerios, como Transportes o Vivienda, que permitan resolver las urgencias que surgen en los procesos constructivos. Y que ojalá esas respuestas se entreguen en el menor tiempo posible”.
“Cada retraso en obras encarece la construcción e implica un mayor gasto para el Estado y, lo más importante, priva a miles de pacientes de obtener una atención oportuna en recintos nuevos y modernos”, agrega.
En ese contexto, Carlos Pozo, el jefe de inversiones del Ministerio de Salud, asegura que hay “una buena noticia”, pues se creó una instancia llamada “Hospitales por Chile” para atender estos problemas de descoordinación, los que reconoce. “Estamos constituyendo con el MOP y otros organismos relacionados una mesa técnica que permite destrabar cada uno de los problemas que tienen los contratos tanto de concesiones como los de obras públicas”, cuenta.
Pero así como hay problemas evitables, también están los fortuitos. Son los contratiempos que han obstaculizado la construcción de los hospitales fruto de hallazgos arqueológicos.
La concesión de hospitales Red Los Ríos-Los Lagos, que consta de cuatro proyectos -La Unión, Los Lagos, Río Bueno y Puerto Varas- iniciaron recientemente sus obras, luego de encontrarse en enero con restos arqueológicos en el terreno donde se edificará el primero de los recintos mencionados. Esto, de hecho, afectó a todos los demás proyectos, pues eran parte de un mismo contrato en red.
Otro establecimiento que ha enfrentado dificultades es el de La Serena, pues las obras preliminares del hospital de la región se detuvieron luego de la suspensión parcial del contrato, debido a diferencias en la superficie del anteproyecto en relación a la licitación del MOP, un problema puertas adentro del gobierno.
“El proyecto que había acordado el MOP con el Ministerio de Salud era como 15.000 metros más grande de lo que finalmente se licitó. Entonces, cuando se licitó y el Minsal tomó conocimiento del proyecto que se iba a ejecutar, dijeron: ‘No poh, párenle, este no es el proyecto que nosotros acordamos’. Entonces tuvimos que empezar a revisar la situación y a negociar, porque ese hospital ya estaba adjudicado. Estamos en las etapas finales de eso con la concesionaria, para agregar metros cuadrados y acordar en cuánto nos iba a cambiar el presupuesto”, contó la ministra de Obras Públicas, Jessica López, durante una entrevista a Radio Bío Bío en noviembre.
Listos, pero no entregados
Raúl Aguilar, investigador senior del IPSUSS de la Universidad San Sebastián, agrega que “según la información del Minsal, hay algunos proyectos que están ejecutados, con el 100% de las obras listas, pero no se han puesto en marcha, como el Hospital de Quellón y el Hospital de Ancud, que no han empezado a atender porque faltan las construcciones de calles aledañas de acceso. Eso es un retraso que parece poco atendible”.
Eso sí, el jefe de Inversiones del Minsal asegura que están trabajando este problema con los ministerios correspondientes. “Esperamos tener una solución concreta y con programa de entrega en lo que queda de este mes, y así dar con seguridad una fecha de apertura de ambos establecimientos”, detalla.
En una situación similar está el Hospital de Curicó, recinto que se encuentra listo y terminado, pero funcionando parcialmente, lo que le ha valido ser objeto de críticas por problemas en la prueba general de instalaciones eléctricas, de agua caliente y de climatización, sumando hasta la fecha un retraso de más de dos años de su apertura completa.
“Cuando entra en operación un proyecto no ocurre de un día para otro, hay que hacer pruebas y son varias etapas las que hay que pasar para entregar un proyecto. Además, son proyectos para los pacientes, por ende, hay que asegurarnos de que todos los servicios que prestará el hospital sean 100% seguros. Por eso deben tener todos los permisos, entonces, se entregan por parte”, explica Pozo, quien detalla que justamente este, a su juicio, ha sido el caso del hospital de la Región del Maule: “Hemos tenido problemas de pruebas de algunas áreas y esperamos que en marzo podamos entregar el hospital a la comunidad”.
Además, desde la cartera sanitaria aseguran que para este 2024 tienen prevista la puesta en marcha de 25 centros asistenciales de diversa índole a lo largo del país y que incluyen siete hospitales -San José Casablanca, Curicó, Claudio Vicuña, Lonquimay, Villarrica, Alto Hospicio y Quellón-, un Centro de Salud Mental (Cosam), dos Centros Comunitarios de Salud Familiar (Cecosf), cuatro Servicios de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad (SAR) y 11 Centros de Salud Familiar (Cesfam).
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