Fuad Chahin, expresidente DC: “Me cuesta entender que Yasna Provoste no quiera participar en primarias”
El extimonel de la DC emplaza a la senadora a definir su candidatura presidencial y asegura que no hay “razones de fondo” para no utilizar ese mecanismo con el objetivo de elegir un candidato único de Unidad Constituyente. Además, agrega que si la DC y el PS se dividen se “agudiza la crisis de gobernabilidad” que vive el país.
A poco más de un mes desde que la crisis en la que cayó la Democracia Cristiana provocó su salida como timonel de la colectividad, el hoy convencional constituyente Fuad Chahin hace un balance del desempeño de su partido en los últimos comicios, pero también aborda los desafíos más inmediatos y cruciales para la falange.
Sobre eso tiene una opinión clara: no ir a primarias convencionales para definir a un abanderado único con el PS sería un error que podría costarle integridad a Unidad Constituyente e incluso a la DC.
¿El triunfo de Claudio Orrego en la gobernación metropolitana logra reinvindicar “los 30 años”?
Quienes colocaron el tema de los 30 años y que esa elección fuera un plebiscito de eso fue el Frente Amplio y el PC. Y se equivocaron. La gente tiene un balance adecuado de los 30 años, de logros importantes, pero también de muchas tareas pendientes. Para eso en los territorios se han valorado liderazgos con capacidad de gestión y no sólo soluciones discursivas. Por eso a Unidad Constituyente y a la DC les fue tan bien.
¿Se reivindica lo que fueron esos años?
Se terminó con ese complejo. Los chilenos se cansaron un poco del tema de los 30 años y el balance que tienen los dirigentes de la Unidad Constituyente con la ciudadanía es bastante compartido. Es un balance de que Chile cambió y para bien en muchas cosas, pero hay una brecha enorme de desigualdad todavía.
La DC tuvo una dura derrota en materia de convencionales. ¿Qué balance hace de eso?
No solo nos fue muy bien en alcaldes y gobernadores, donde siempre dijimos que nuestra gran apuesta eran los gobernadores, sino que también en concejales. Pero tuvimos un resultado desastroso en la de constituyentes, que tiene múltiples causas y no se ha tenido serenidad para analizarlas en profundidad. Lo paradójico es que el único que ganó fue el único que asumió sus responsabilidades. Eso no solo me tiene tranquilo, sino que también profundamente orgulloso.
¿La mesa que lidera Carmen Frei tiene la capacidad política para dirigir al partido en este momento?
Esta es la mesa que me acompañó durante tres años. Carmen es una persona que le da confianza transversal al partido, pero los desafíos electorales que tenemos en noviembre son de tal magnitud, que sin duda hay que fortalecer esa conducción. Lo primero que tenemos que hacer es resolver el tema presidencial. La DC no puede seguir en una incertidumbre y también hay que avanzar en el tema parlamentario. Tenemos muy poco tiempo para cerrar la negociación y buscar buenos candidatos.
¿Eso significa que Provoste se tiene que definir?
En primer lugar tenemos que resolver el tema de Ximena Rincón. Ella puso su candidatura a disposición del partido y esto no tiene que ver con compensaciones como se ha planteado, sino que con respeto y un mínimo de humanidad. Rincón ganó una primaria y recorrió el país apoyando candidatos. Un partido humanista cristiano tiene que tener un trato humano con sus liderazgos y cuidarlos, y no puede continuar la situación de Ximena en una especie de limbo. Por otro lado, está la eventual candidatura de Yasna Provoste que ha hecho un extraordinario rol como presidenta del Senado, pero hay que tomar decisiones de si va a ser la candidata de la DC para que se le proclame y también para que definamos un mecanismo democrático, de cara a la ciudadanía, y tener una candidatura única de Unidad Constituyente.
En la DC transmiten que la resistencia a una primaria no legal viene de Provoste y su entorno. ¿A qué atribuye eso?
Me cuesta creer que Yasna Provoste, que ha sido una mujer que ha ganado elecciones en territorios difíciles, no quiera participar en primarias. A veces el entorno termina generando una imagen distinta y los cuidados del sacristán terminan matando al señor cura. Fue un grave error no inscribir primarias legales, pero que ni siquiera tengamos primarias convencionales también lo es. Este no es un tema de élite, a la ciudadanía le importa que las decisiones de los partidos se hagan de cara a la gente. No hay razones de fondo para no tener primarias, para que si Yasna es nuestra candidata, pueda difundir sus ideas y, lo más importante, que si gana aseguremos que estén las fuerzas políticas sin ninguna duda detrás de ella.
Es evidente que a ella le conviene mantenerse en la presidencia del Senado. ¿Por qué arriesgar eso?
Pero si no hay ningún inconveniente, que se mantenga ahí. Lavín es alcalde todavía y es candidato presidencial, Jadue también. ¿Por qué la senadora Provoste tendría que renunciar a ser presidenta del Senado para enfrentar una primaria convencional? No me parece que ese sea un buen argumento. Son compatibles ambas cosas. Que ella siga ocupando el rol que le corresponde y que pueda participar en una primaria. Y ahí ojalá todos los partidos, si queremos ganar, no nos empecemos a poner condiciones absurdas como que deje ese cargo, y que luego todos trabajemos detrás de quien gane. No tengo ninguna duda de que la primera opción la tiene Yasna Provoste en caso de que sea candidata.
¿No sería un desgaste innecesario ir a competir con candidatos que no marcan más del 3%?
Entonces dejémonos de hacer elecciones y decidimos las autoridades a través de encuestas. Siempre es necesario consultar a la ciudadanía, me parece que es indispensable darle participación a la gente sobre todo cuando el resto de los candidatos están pidiendo primarias. Estas cosas no son unilaterales, hay que cuidar Unidad Constituyente. Si es que se quiere primarias como mecanismo, la DC tiene que estar disponible a participar.
¿No teme que pueda tener un efecto adverso, por ejemplo que esta consulta no convoque una participación significativa?
Sin duda que era mejor tener primarias legales que convencionales. Nadie puede pensar que esa consulta va a tener el mismo nivel de participación que una legal. Más allá de la cantidad de gente que vote, las primarias tienen un valor intrínseco.
¿Ha planteado esto a la propia Provoste o a Carmen Frei?
Se los he transmitido a todos quienes me han consultado y sinceramente la DC no puede seguir hablando del mecanismo, cuando tenemos que salir a la calle a hablar de propuestas, de qué es lo que queremos hacer por Chile, cuál es nuestra diferencia con la derecha y con quienes están en la primaria de Apruebo Dignidad.
De no ir a primarias convencionales ¿qué arriesga la Unidad Constituyente y, en particular, la DC?
Se estaría arriesgando la integridad de Unidad Constituyente. Este referente costó mucho que surgiera. Por eso cuando se deja de lado a partidos políticos que pueden parecer muy pequeños, pero que son muy importantes, como el PR, el PRO y Ciudadanos, es un error. Este sector tiene que fortalecerse y ampliarse para enfrentar con éxito la parlamentaria y la presidencial y no podemos negarnos a un mecanismo de participación donde todos tengamos las mismas posibilidades.
¿Están las condiciones internas para que la candidatura de Provoste tenga pleno apoyo de la DC?
Aquí hay una tarea pendiente, nosotros tenemos que activar a todos nuestros liderazgos, no solo resolver definitivamente y de buena manera la situación de Ximena Rincón, sino que también sumar a nuestra anterior abanderada Carolina Goic, hay que tener a todo el partido unido detrás. Si Yasna Provoste decide ser candidata, tiene una tremenda potencialidad, pero no es una carrera corrida. Y requiere de la mayor unidad y cohesión partidaria. Para eso se requiere hacer gestos, dar pasos, acciones, conversaciones, que debieron haberse dado hace un buen tiempo, que no han ocurrido y que son muy necesarias si queremos que esa candidatura pueda tener pleno éxito. Hay que tener la casa ordenada.
¿Un gesto es que Ximena Rincón pase a ser presidenta del Senado?
Ximena Rincón no anda buscando cargos ni compensaciones, ni premios de consuelo. He conversado con ella y más bien lo que se requiere es trato, respeto.
El PS estuvo a punto de dejarlos aislados por un pacto con Apruebo Dignidad. ¿Por qué cederle al PS un escenario como una primaria convencional que pareciera los beneficia más a ellos?
La conducción socialista ha sido bastante errática y no solo en ese episodio, sino que también en otros. La DC y el PS divididos lo que hacen es agudizar la crisis de gobernabilidad que vive nuestro país y debilitar las posibilidades de que las fuerzas de oposición y las que han logrado un entendimiento entre el centro y la izquierda logren llegar al gobierno. A pesar de esos errores, tenemos que ser capaces de fortalecer y cuidar una coalición que es débil, precaria, frágil. Y, desde ese punto de vista, una primaria convencional es el camino. Un mecanismo distinto puede terminar quebrando.
En paralelo a la definición presidencial, los partidos comenzaron la conversación por la parlamentaria. ¿Tienen que estar ligadas?
Las primarias permiten que esto vaya por carriles separados. Si usted me pregunta de esta lógica de los 90, donde la DC que tenía el candidato presidencial tuvo que compensar con múltiples cupos parlamentarios y dar sandías caladas a las otras fuerzas políticas, hoy eso no es viable, primero porque la realidad política es distinta, hay un sistema electoral distinto, y además la DC en esa época tenía una enorme cuenta de ahorro. Hoy no tenemos ni línea de crédito. Por lo tanto, creo que pretender eso es jugar con fuego.
¿Es partidario de una lista única?
Lista única es lo ideal desde el punto de vista electoral y la señal política. Una lista sólida y amplia fortalece también la candidatura presidencial. Pero cuando hablo de lista única hablo de una lista con todos, no sólo con los partidos más grandes de la Unidad Constituyente.
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