Jorge Navarrete: “Tengo cierta convicción de que el próximo gobierno será de derecha”
Para este abogado y analista político, José Antonio Kast no se ha desfondado, pero debe salir de la encrucijada y decidir si se mantiene como líder de una derecha dura o amplía su base de apoyo.
A Jorge “Pirincho” Navarrete le preocupa que la clase política no vea la frágil situación del país y que no se haga cargo de la desconfianza que ha generado con la ciudadanía. “Esta incapacidad de generar acuerdos no solo ha llevado a este nivel de polarización, sino que también hace mucho más presente la amenaza populista”, afirma.
Aquí, Navarrete analiza el reordenamiento de las fuerzas políticas posplebiscito y las fortalezas y debilidades de los liderazgos presidenciales.
La lectura del proceso constitucional pasó rápido. Ahora el foco apunta a la carrera presidencial. ¿Cómo lo ves?
Lo primero, y que me genera mucha perplejidad, es que la clase política no tenga conciencia de la profunda fragilidad del momento político, económico y social del país. No ven que su fracaso va a abrir el camino a opciones populistas. Tampoco ven que los principales perjudicados van a ser ellos mismos. Cuando se rompa la rama, se van a caer todos.
Pero ya hay consenso de que todos perdieron con dos intentos constitucionales fallidos…
Hay varias lecturas antojadizas. Por un lado, la izquierda no tenía nada que ganar. Estuvo a punto de perderlo todo, que es distinto. Y la derecha volvió a poner en cuestión su incapacidad para dar gobernabilidad.
¿Está sobre la mesa ese cuestionamiento?
Claro. El principal problema de la derecha hoy día no es ganar la elección en dos años más, sino cómo logra un gobierno de cuatro años relativamente satisfactorio y que asegure gobernabilidad.
¿Por qué lo pones solo en la derecha?
Porque en la derecha hay una discusión en curso. Lo que mostró Republicanos en la conducción del Consejo Constitucional es la no comprensión de que en política es necesario ceder para ampliar tus apoyos.
¿Y eso pone a Kast en una disyuntiva?
Totalmente. Kast enfrenta un desafío estratégico y táctico que no sabe cómo resolver. Por un lado, está tensionado por un sector de la derecha que cree que todavía puede ganar sin hacer ninguna concesión, y otra derecha que entiende que para ganar y gobernar tiene que ampliarse. Eso significa hacer concesiones. Kast tiene que optar.
¿Aun cuando eso implique traicionar a su mundo de origen?
No hay alternativa. Si quiere jugar ese partido tiene que entrar a la cancha política. Su vacilación es porque hay un sector que cree que puede hacer una jugada tipo Javier Milei. Es decir, ganar la elección como un outsider, como un crítico de la casta política y luego ver cómo gobiernan.
¿Y Evelyn Matthei?
Es la otra cara de la moneda. Ella tiene liderazgo transversal, menos dogmático y conservador. Puede ampliar el techo. Sin embargo, en la derecha es percibida como una persona menos confiable que Kast.
¿Por qué?
Porque hay un sector de la derecha que quiere un liderazgo con el cual sentirse orgulloso y que el costo de ganar no sea el disfrazarse de otra cosa, como fue con Piñera. Entonces, para decirlo en castellano: Kast tiene mejores posibilidades en una primaria en la derecha. Sin embargo, Matthei tiene más posibilidades de ampliar la base de apoyo.
¿Le da más posibilidades a la derecha?
Yo tengo una cierta convicción de que el próximo gobierno va a ser de derecha. La duda es con quién.
¿Por qué tan seguro?
Porque la decepción que hay con la izquierda -tanto en su versión gobierno como del proceso constitucional- es de tal magnitud que hace muy difícil que tenga una posibilidad certera de ser gobierno.
¿Para el Frente Amplio sería una derrota brutal entregarle la banda a la derecha?
Para quienes tienen 40 años de vida política por delante, ninguna derrota es mortal. Lo segundo, es que son de una frivolidad, de un desdén por la complejidad, de una incapacidad de entender las consecuencias de sus errores, que dudo que sea muy dramático para ellos entregarle la banda a la derecha. Para mí lo sería, pero no para ellos.
LA PUGNA
La ministra del Interior, Carolina Tohá, es parte de tu generación..
Así es. Carolina Tohá debe ser de las políticas más brillantes que ha tenido mi generación.
¿Por qué no ha logrado despegar en las encuestas de cara a la presidencial?
Por una razón obvia: es ministra del Interior. No hay ningún candidato o candidata que desempeñando ese cargo haya terminado en la Presidencia. Menos con la crisis de seguridad en que está inmerso el país.
¿Su permanencia en el ministerio puede ser su desdicha?
Así es. Si ella aspira a transformarse en la candidata de la centroizquierda tiene que dejar el Ministerio del Interior. Y, paradójicamente, la permanencia de Camila Vallejo en la vocería es su principal activo si quiere ser la líder de esa otra izquierda. Por eso no es casual -aunque se soslaye, se esconda o se disfrace- la pugna entre esos dos liderazgos femeninos al interior del gobierno.
En esta pugna, ¿es claro quién va ganando?
Esta disputa todavía no tiene ganadores ni perdedores. El Presidente Boric convive con esa contradicción y no la resuelve. Pero es claro que su corazón está puesto en Apruebo Dignidad.
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