La deteriorada relación entre La Moneda y la oposición

Presidente de la Republica particiopa en Encuentro por Chile
Presidente Gabriel Boric, junto al timonel de la UDI, Guillermo Ramírez. Dragomir Yankovic/Aton Chile

Aunque en Palacio y en la derecha califican el vínculo que mantienen como ambivalente, lo cierto es que con los ciclos electorales que culminarán en noviembre próximo con los comicios presidenciales, las declaraciones cruzadas han ido en aumento. Mientras el Ejecutivo apuesta a sacar adelante las reformas emblemáticas, en Chile Vamos se debaten sobre si acceder o no acuerdos. El desmarque de la vocera de gobierno en la ley corta de isapres, les dio la excusa perfecta a algunos partidos del sector para poner en pausa cualquier tipo de diálogo.


Estaba ya sentado en la primera fila, durante el encuentro anual de la Sofofa, cuando el Presidente Gabriel Boric se giró hacia atrás y le dirigió la palabra al diputado Diego Schalper (RN), quien estaba ubicado justo detrás de él en la segunda fila.

El miércoles, antes de que empezara el Encuentro Anual de la Industria 2024, el Mandatario le agradeció al diputado por haber respaldado el proyecto que crea el nuevo Ministerio de Seguridad y le pidió avanzar en otras reformas del gobierno. Luego, cuando realizó su intervención en la cita con los empresarios, Boric también le hizo un gesto.

“Chile va a tener un Ministerio de Seguridad Pública dedicado exclusivamente a esta tarea prioritaria con una nueva institucionalidad que llega a todo el territorio nacional. Eso es un hito para el Estado de Chile. Se lo decía recién al diputado Schalper, al diputado Schalper en lugares públicos generalmente nos cruzamos, pero ahora yo le agradecía porque, pese a tener diferencias con el gobierno, jugó un rol de buscar acercar posiciones. Lo mismo la senadora Luz Ebensperger, que no sé si está presente, pero en el Senado”, dijo.

Presidente Gabriel Boric

Ese estilo de acercamiento del Jefe de Estado no es la primera vez que ocurre. Días antes había hecho algo similar con el diputado y presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, a quien -en el marco de la actividad en la comuna de Santiago- le pidió conversar. Ese intercambio no fue casual, sino en medio de la ofensiva de La Moneda para aprobar sus reformas emblemáticas en lo que le resta de administración y en medio de la crisis que enfrentan por el caso del exsubsecretario Manuel Monsalve, quien hoy está en prisión preventiva tras ser acusado de abuso sexual y violación.

A la UDI en particular, el Mandatario la ha emplazado en duros términos en más de una ocasión, lo que generó que las relaciones se mantengan distantes, sobre todo luego de la salida -en julio pasado- del senador Javier Macaya de la presidencia, con quien -en un inicio- existía un intercambio fluido. Eso, sin embargo, quedó en el pasado.

El tiempo pasa y el Ejecutivo no logra salir de la crisis ni avanzar en todas las reformas que quisiera: tributaria, pensiones, CAE, aborto, salud, entre otras. Pese a la cuenta regresiva iniciada para concluir su gestión, la urgencia de dejar un legado y del gesto del Presidente, lo cierto es que, hasta ahora, Boric y el timonel gremialista no han agendado una cita y tampoco han existido nuevos intercambios.

Eso da cuenta, dicen en la derecha, del estilo constante que ha tenido el Presidente (y en general el gobierno) con los partidos de oposición -principalmente con Chile Vamos, ya que con republicanos los diálogos son más escasos-, el que califican de ambivalente. Los más duros, en todo caso, afirman que es un vínculo deteriorado o inexistente.

En la oposición transmiten que el Ejecutivo no tiene una estrategia clara ni un diálogo constante con el sector para sacar adelante sus reformas, que solo existe un “pirquineo” de votos para iniciativas puntuales o contactos telefónicos para calibrar las controversias. Eso ocurrió por ejemplo estos días con el proyecto del Ministerio de Seguridad. Ahí, la ministra del Interior, Carolina Tohá, se contactó con varios diputados de la derecha para asegurar su aprobación.

De todas formas, la derecha ha tenido que lidiar con sus propios dramas internos. En Chile Vamos hay un debate respecto a cuánto concederle a Boric en lo que le resta de su administración.

Hay quienes defienden que tras las elecciones municipales y de gobernadores -donde el sector logró avanzar en comparación a las fuerzas del oficialismo- deben mantenerse firmes y no otorgarles “triunfos” a La Moneda. Otros, en tanto, creen que la ciudadanía valora la apertura al diálogo y deben ser capaces de avanzar en algunas materias para evitar que, si es que llegan a ser gobierno en las próximas presidenciales, se transformen en un problema para el sector.

Por lo mismo, ven factible avanzar en pensiones y una reforma al sistema político. Sobre esto último, en todo caso, también resienten que el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, no avance en nada concreto. Una prueba de eso, agregan, es que senadores del oficialismo fueron los impulsores de ingresar un proyecto de ley esta semana al Congreso, pese a la resistencia del secretario de Estado, quien -según varios parlamentarios- pidió esperar un poco más, lo que se desoyó.

En este contexto, en el último tiempo se ha vuelto habitual que el propio Boric se comunique con personeros de la oposición para calibrar él mismo la dimensión de las crisis que enfrenta su administración. Lo hizo, a las horas de conocerse el caso, con el presidente de RN, Rodrigo Galilea; a quien le transmitió -en medio del caso Monsalve- que él se había enterado el martes 15 de octubre de la situación del exsubsecretario y no antes. Sobre el mismo tema habló con otros personeros como los exministros Jaime Bellolio y Gonzalo Blumel, a quienes les pidió su opinión.

En la oposición además si bien destacan que Boric de vez en cuando tiene gestos -al igual que otros ministros y subsecretarios, como Tohá, Álvaro Elizalde (Segpres) y Luis Cordero (Interior)-, resienten que no haya un acercamiento constante o que cambien, acusan, su discurso en beneficio de ellos.

La gota que rebasó el vaso, agregan, ocurrió esta semana cuando la ministra de la Segegob, Camila Vallejo, realizó una polémica vocería desmarcándose del proyecto de ley corta de las isapres del propio Ejecutivo, para la devolución de la deuda a los afiliados tras el fallo de la Corte Suprema.

Eso no solo generó malestar en el propio oficialismo, sino que deterioró aún más las relaciones con la derecha, particularmente con Chile Vamos.

Lo que se terminó aprobando no es la propuesta original del gobierno”, señaló la secretaria de Estado a inicios de esta semana. Y agregó que “una de esas consecuencias es lo que estamos viendo. Por lo tanto, está de más decir que lo que terminó saliendo del Congreso fue fruto de un acuerdo con parlamentarios que, en comisión mixta también, solicitaron ampliar los plazos”.

La ministra Camila Vallejo realiza una vocería en La Moneda por la denuncia contra el Presidente Gabriel Boric.

Las aseguradoras de salud volvieron al centro de la discusión luego de que comunicaran a sus afiliados los montos mensuales de restitución de cobros indebidos. La legislación permite que sea en un máximo de 13 años y en un plazo más acotado para los beneficiarios mayores de 64 años. Es decir, hasta en 156 cuotas. Eso ha llevado a que algunas personas reciban menos de mil pesos mensuales, lo que ha levantado reparos en todo el espectro político.

Pero para la oposición, el tema de fondo es la fiabilidad del gobierno para no desconocer posteriormente los acuerdos alcanzados. Y es que en su minuto, y frente a la norma consensuada entre el Ejecutivo y la oposición, Vallejo aseveró que la legislación logró “evitar un desastre”.

Cuando la ministra vocera habla a nombre del gobierno e intenta culpar al Parlamento de las decisiones propias del Ejecutivo, se fracturan las confianzas”, sostuvo el secretario general de la UDI, Juan Antonio Coloma, tras los dichos de Vallejo.

En esa misma línea salió el timonel de su partido y del resto de las colectividades de Chile Vamos.

Sobre la posibilidad de llegar a acuerdos con el Ejecutivo, el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, dijo ayer a La Tercera que “la UDI siempre ha estado esforzándose por alcanzar buenos acuerdos. Pero así no se puede. Este es un gobierno sin sentido de urgencia, enredado, lleno de conflictos internos, anti evidencia en un sinnúmero de temas. Salvo honrosas excepciones, la gestión de este gobierno simplemente está lejos de dar el ancho. Una pena por Chile”.

El timonel de RN, Rodrigo Galilea, en todo caso, se distanció de la postura de la UDI -como ha sido la tónica en el último tiempo- y manifestó disposición a dialogar.

“RN ha demostrado que es una oposición constructiva. No tenemos problemas en decirle al gobierno y hacer ver al gobierno cuando hace mal las cosas. Pero tampoco tenemos problemas para sentarnos en una mesa a resolver un problema, temas, reformas que aquejan directamente a las personas. La clave de sentarse a conversar, es buscar soluciones inteligentes para el país”, sostuvo a este medio Galilea.

El timonel del Partido Republicano, Arturo Squella, por su parte, indicó que “estamos disponibles a avanzar en todos los proyectos que sean buenos para Chile y estamos en contra de aquellas iniciativas que le hacen daño a los chilenos. Si el gobierno insiste en aumentar los impuestos, no cuente con nosotros; si el gobierno insiste en quedarse con parte del ahorro de las personas, no cuente con nosotros”.

Esos mismos matices que hay en la derecha, en La Moneda los buscan capitalizar a su favor y, por lo mismo, identifican a RN como un partido con el cual se puede conseguir acuerdos. Sin embargo, en la oposición quieren evitar quebrarse y actuar en bloque.

Mensaje al gabinete

En medio de las tensiones que dejó la intervención de Vallejo sobre las isapres, el Presidente Boric encabezó ayer un nuevo consejo de gabinete con sus ministros. Ahí, junto con valorar la aprobación del Ministerio de Seguridad, fijó otra vez prioridades para lo que resta de su mandato, entre ellas, la reforma previsional.

Así, manifestó que la iniciativa debe “llegar a puerto durante el mes de enero” y nuevamente puso el peso en la oposición. “Depende de la voluntad de las dos partes, en este caso de la oposición”, expresó, lo que también irritó a la oposición.

Esto, porque en la derecha se quejan de que es La Moneda la que no quiere ceder en los aspectos más “ideológicos” de su reforma, principalmente en lo relativo al destino del 6% de cotización adicional.

Pese a eso, en Chile Vamos creen que hay margen para avanzar si es que Palacio abandona la idea del reparto general. Eso sí, afirman que están dispuestos a una fórmula solidaria desde los cotizantes hombres hacia las mujeres que reduzca la brecha de género en pensiones.

La ministra Camila Vallejo regala un calcetín al Presidente Gabriel Boric.

Si ese no es el caso, no habrá acuerdo. Además, pese a que el diseño de La Moneda -y de los partidos que lo sustentan- es emplazar públicamente a la derecha sobre este tema e intentar dejarlos en evidencia que son ellos los que no quieren avanzar en mejores pensiones, en la UDI defienden que el tema previsional ya está, de acuerdo a varios sondeos de opinión, dentro de las prioridades de las personas.

Lo cierto es que en la derecha aún no logran afinar su estrategia para enfrentar al gobierno. Y, pese a que el Partido Republicano no logró arrasar con Chile Vamos en las elecciones pasadas, lo cierto es que en esa coalición todavía les pesa que la colectividad fundada por José Antonio Kast tenga posturas más severas con La Moneda.

De todas maneras, en Palacio también hay otro factor clave en la relación del gobierno con la oposición: las presidenciales. En ese sentido, se han planteado formas distintas de enfrentar a Evelyn Matthei y a José Antonio Kast.

En el caso de la carta de Chile Vamos, se ha optado por salir a responder cada vez que ella apunte contra el gobierno de Boric, mientras que, por el lado del republicano, se quiere evitar confrontar sus “ataques”, ya que consideran que tiene un techo electoral.

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