Largas esperas y falta de personal: la crisis del sistema de salud británico
El NHS vive el peor momento de su historia, debido al aumento de pacientes y de infecciones invernales, a lo que se suma la falta de camas y los bajos sueldos de sus funcionarios. Hasta 500 personas mueren a la semana por los retrasos en la atención de emergencia.
Historias de pacientes que han esperado 32 horas para ser atendidos o ambulancias que no llegan a una urgencia, sumado a la falta de personal, diariamente son expuestas en los medios británicos para dar a conocer la crisis que vive el Sistema Nacional de Salud (NHS), que ha sido calificada como la peor de su historia.
Y no se espera que termine pronto. Los líderes en materia de salud advirtieron que la crisis continuará hasta Semana Santa. Así, más de una docena de servicios de ambulancia han declarado incidentes críticos en los últimos días, con una demanda que va en aumento.
El Royal College of Emergency Medicine estima que entre 300 y 500 personas a la semana mueren como resultado de los retrasos en la atención de emergencia, una cifra cuestionada por el NHS de Inglaterra, pero que recibió el respaldo el martes de Sir David Spiegelhalter de la Universidad de Cambridge, uno de los principales estadísticos de salud del país. “Es bastante plausible que cientos de muertes por semana estén asociadas con retrasos en la admisión”, dijo, según consignó el diario Financial Times.
A ello se suma que el oxígeno para pacientes gravemente enfermos se está agotando en partes de Inglaterra. De hecho, la semana pasada el diario The Guardian reportó que la fundación del servicio de ambulancias de la costa sureste de Inglaterra advirtió al personal sobre una escasez debido a la gran cantidad de pacientes con afecciones respiratorias, y agregó que “los proveedores informan que esto es más alto que durante la primera ola de la pandemia de Covid”, según el Health Service Journal (HSJ), citado por el periódico.
Los expertos, dice el Financial Times, han identificado un conjunto complejo de factores interrelacionados que son los causantes de esta crisis y van desde oleadas simultáneas de infecciones invernales hasta una fuerza laboral mermada y desmoralizada.
La quinta ola de infecciones por Covid-19 desde la aparición de la variante Ómicron a fines de 2021 se está extendiendo por todo Reino Unido. Al mismo tiempo, la influenza está aumentando, impulsada por un mayor intercambio social a medida que se han relajado las precauciones de distanciamiento tomadas durante la pandemia. Otras infecciones, como el virus respiratorio sincicial y el norovirus, también circulan a niveles más altos que en un invierno normal, en parte porque la exposición reducida en los últimos tres años ha dado a las personas una inmunidad más baja de lo habitual.
Sin embargo, otros expertos apuntan a un problema de falta de camas. Adrian Boyle, presidente del Royal College of Emergency Medicine, dijo que si tuviera que señalar una sola causa de la crisis del NHS, “es que no tenemos suficientes camas en nuestros hospitales”.
“Hay alrededor de 100.000 camas generales y de casos agudos en los hospitales de toda Inglaterra”, comentó al diario Stuart Hoddinott, investigador del grupo de expertos del Instituto de Gobierno. “Según los datos hasta el día de Navidad, alrededor del 7% de ellos están llenos de personas que están siendo tratadas por gripe o Covid”.
Las cifras de la OCDE muestran que Reino Unido tiene el número más bajo de camas de hospital por habitante en Europa después de Suecia, y solo un tercio del número de Alemania.
Falta de personal
Matthew Taylor, director ejecutivo de la Confederación del NHS, que representa a todo el sistema de atención médica en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, fue citado por The Guardian, y señaló que la situación había llegado a un punto de crisis: “Algunos de nuestros miembros han dicho que la cantidad de personal de su sala ahora está por debajo de los niveles mínimos. Algunos de sus pacientes han esperado más de dos días por una cama”, dijo.
“La dotación de personal sigue siendo uno de los mayores desafíos en el sector (de la atención social) y tiene un efecto dominó dentro del NHS”, coincidió Mike Padgham, del organismo sectorial Independent Care Group, citado por el Financial Times.
Aunque el gobierno señala que ahora hay 34.100 médicos y 44.800 enfermeras más trabajando en el NHS que en 2010, los líderes del sector salud dicen que esto no ha sido suficiente para atender al creciente número de pacientes en una población cada vez más enferma y anciana.
Todas los sectores de la fuerza laboral del NHS sufren escasez de funcionarios que se ha visto exacerbada por el Brexit, lo que ha dificultado la atracción y retención de personal de la UE.
El agotamiento y la desmoralización del personal están empeorando las cosas, pero los sindicatos del NHS señalan que los salarios bajos son un problema fundamental. El personal de ambulancias se declarará en huelga los días 11 y 23 de enero, mientras que las enfermeras lo harán el 18 y 19 del mismo mes.
Ante esta situación el premier británico, Rishi Sunak, pidió a la gente que le haga rendir cuentas si las listas de espera del NHS en Inglaterra no caen en dos años. Dijo que estaba “tomando medidas urgentes” y aumentando el financiamiento. Añadió que el gobierno también estaba incrementando la capacidad de camas y que el dinero extra ayudaría a que las personas que están listas para ser dadas de alta sean trasladadas a la atención social.b
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