Los cálculos de La Moneda sobre las elecciones en Argentina
Pese a la incomodidad que genera el candidato opositor Javier Milei, el gobierno decidió no involucrarse públicamente en la elección transandina. De todas formas, los partidos oficialistas esperan tener mayor protagonismo en la segunda vuelta.
El domingo pasado, afuera del búnker del comando del candidato presidencial oficialista de Argentina, Sergio Massa -quien pasó al balotaje junto al opositor Javier Milei-, había pocos chilenos presenciando el conteo y esperando el discurso que daría el ministro de Economía transandino minutos después. Algunos de ellos eran militantes del partido del Presidente Gabriel Boric, Convergencia Social, que residen hace tiempo en Buenos Aires, como Cristóbal Elgueta, representante del territorio internacional en el comité central del partido del Mandatario.
La secretaria general de Convergencia, Lorena Meneses, también asistió al conteo junto a la encargada del Frente Feminista, Libertad Vidal, pero invitada por la Dirección Nacional Electoral (DINE).
“Como Convergencia Social enviamos una delegación por invitación de la Dirección Nacional Electoral, con el fin de observar el proceso. Para nosotras fue un privilegio ver a una ciudadanía movilizada para frenar a la ultraderecha. La experiencia nos llena de energías y expectativas de que, a la hora de la verdad, la gente rechaza las ideas extremas que propone la derecha”, dice Meneses.
En el centro de cómputos, donde se realizó el conteo oficial, también estuvo presente el presidente de Comunes, Marco Velarde.
Pero en Chile la situación fue diferente. En La Moneda la instrucción fue no referirse a procesos electorales de otros países y menos ante uno tan importante en la región como Argentina. Por ello es que los ministros del comité político, pese a que no esconden sus críticas a Milei en el ámbito privado, aseguran que el tema no se ha tocado en ninguna instancia formal del gobierno.
Por ahora, la única decisión que se ha tomado en el gobierno, y que les compete al Presidente Gabriel Boric y al Ministerio de Relaciones Exteriores, es que no se nombrará al reemplazante de Bárbara Figueroa en la embajada de Argentina -quien renunció para asumir la secretaría general del PC- hasta que se entreguen los resultados el 19 de noviembre. Esto, con el objetivo de escoger a una persona que se ajuste al ciclo político que vivirá el país vecino desde el 10 de diciembre.
“Nuestro país es respetuoso de los procesos democráticos que viven otros países. No queremos que ninguna declaración pueda entenderse como una especie de intervención inapropiada respecto de la relación con los países hermanos”, dijo este lunes la ministra Camila Vallejo al ser consultada por la elección.
Con esa misma lectura, luego del triunfo de Massa en la primera vuelta, el Mandatario ha sido muy cuidadoso de no dar ninguna señal en redes sociales y no se ha involucrado en ningún tema relacionado, pese a que mantiene un contacto muy fluido con su par argentino, Alberto Fernández.
Es más, los parlamentarios oficialistas también han estado alejados del proceso eleccionario argentino y ninguno viajó a Buenos Aires.
De todas formas, sí hay comunicación entre bancadas y algunos atribuyen la baja participación chilena el domingo a la poca fe que tenían de un resultado a favor de Massa, y a que tampoco es un candidato que genera mucha adherencia por su gestión como ministro, más allá de las críticas a su rival.
“Existe una preocupación constante del oficialismo sobre lo que pasa en las elecciones en Argentina. Tuve la posibilidad de hablar con el jefe de la bancada de los diputados peronistas y hay otros diputados que sé que tienen contactos. Los partidos también tienen comunicación con algunos sectores. Esperamos una elección que aleje el fantasma de una figura como Javier Milei, que es un sostén vacío y una inestabilidad para Chile enorme”, dice el diputado Tomás de Rementería (PS), quien preside la Comisión de Relaciones Exteriores.
Mientras que Diego Vela, presidente de Revolución Democrática, asegura que en su partido han seguido atentamente el debate y que para la segunda vuelta, en la hora de la verdad, es probable que se involucren más e incluso viajen a Argentina.
“Desde la comisión de relaciones internacionales del partido y la secretaría ejecutiva han existido conversaciones con algunas personas en Argentina, más que con organizaciones políticas. Se está evaluando viajar, porque nos preocupa el avance de la extrema derecha en la región”, plantea el exdirigente estudiantil.
Pero también hay parlamentarios que no quieren manifestar su postura abiertamente, como el diputado Gonzalo Winter (CS), quien al ser consultado evitó referirse a quién apoyaría en la elección, aunque sí ha publicado videos contra Milei en sus redes sociales.
En los partidos oficialistas han sido meticulosos, porque quieren mantenerse ajenos a la imagen internacional del gobierno de Alberto Fernández y evitar que se hagan nexos entre ambos procesos políticos. Además, porque saben el peso mediático que tiene Milei, a quien el excandidato presidencial republicano, José Antonio Kast, ha apoyado intensamente.
Milei, junto a su equipo, se ha referido varias veces al gobierno de Boric y sus críticas han sido duras. “Entre izquierdosos se juntan, o sea entre empobrecedores se juntan, y así como esperamos sacar la plaga kirchnerista, en realidad toda la plaga socialista que azota a Argentina por más de cien años, espero que ustedes tengan la dicha y la altura como para poder sacarse también a este empobrecedor de Boric”, dijo, en julio pasado, el candidato, lo que generó la respuesta inmediata del ministro Alberto van Klaveren, quien le exigió “respeto mínimo hacia el Presidente” y no extender la campaña hacia Chile.
En esa lógica, la bajada desde la Cancillería y desde el gobierno es que las relaciones no cambiarán sea quién sea el candidato que se imponga, aunque en las conversaciones privadas e informales sí ha sido tema el apoyo hacia Massa y la preocupación que genera Milei, ya que es un político definido como “impredecible” que ha atacado directamente al Partido Comunista, una de las fuerzas que componen el gobierno.
También hay quienes, medio en serio medio en broma, dicen que una mala gestión de un gobierno de Milei podría ayudar al ciclo político de Boric pensando en que Kast lo ha apoyado abiertamente.
Lo que sí se ha hablado seriamente en La Moneda es que saben que hay escenarios que serán complejos si es que llega a ganar Milei: en primer lugar, qué pasará con la propuesta que se haga para la embajada, y en segundo lugar, y más importante, cómo sería un eventual encuentro entre el Presidente Boric y el libertario el 10 de diciembre, en el cambio de mando en Argentina.
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