Las diferencias en el funcionamiento del Consejo Constitucional ya han dado cuenta de la evidente distancia respecto del primer proceso constitucional. Incluso, en su ordenamiento: al día de hoy, y antes de la instalación de los consejeros, la Comisión Experta empezó a finalizar la votación del anteproyecto sobre el cual deberán trabajar los miembros electos.

Y -en esta ocasión- los partidos también tendrán mayor injerencia en el rumbo del proceso.

En el caso del oficialismo, la tarea está cuesta arriba por su posición de minoría, ya que no pueden permitirse espacio para descuelgues dentro del sector. Con ese telón de fondo se afina la estrategia de funcionamiento entre partidos y consejeros.

La noche del jueves 25, en la sede del Partido Socialista (PS) fue la instancia donde los secretarios generales de los partidos -junto a los consejeros electos- delinearon una estrategia.

La idea que barajan en el oficialismo es contar con una “gran mesa” que se reúna periódicamente, a la que deberían sumarse los 16 consejeros con que cuentan. Si bien el plan no está completamente afinado, pues recién comenzó a gestarse esta semana, lo idóneo, aseguran algunos, es que a esta instancia puedan sumarse también representantes de todos los partidos de la alianza, independiente de si tienen consejeros o no, posiblemente a través de sus secretarios generales y de un “enlace” que cada colectividad escoja.

Y es que, en todo caso, la mayor parte de los partidos oficialistas -Comunes, el PPD, el Partido Radical, Acción Humanista, la FRVS y el Partido Liberal- no tendrá representantes en el Consejo. Por eso mismo es que, al interior de las coaliciones oficialistas, ha tomado fuerza la idea de realizar este tipo de instancias con el fin de que las colectividades mencionadas puedan expresar sus puntos de vista ante los consejeros de su sector.

Una condición importante para el funcionamiento de esta mesa, explican las mismas fuentes, es que cumpla con el principio de paridad de género y que incluya a representantes de las distintas regiones de Chile.

Punto aparte será la relación de los consejeros con los partidos en particular. Por ejemplo, el PS pondrá a disposición de sus representantes al Instituto Igualdad como parte de una asesoría “técnica”.

“Aquí ha habido ya dos reuniones en la sede del PS, con los consejeros constitucionales. Los consejeros se constituyen como una sola bancada, también tendremos propuestas de nombres para integrar la mesa y, sobre todo, hacer un análisis conjunto de los contenidos. Esa tarea se delegará a través de los centros de estudios del progresismo, van a participar también los partidos que no tienen candidatos electos”, adelantó la jefa del PS, Paulina Vodanovic.

En el caso del PC, hace una semana, los representantes del partido en ese espacio -los consejeros Fernando Viveros, Karen Araya y la miembro del comité de admisibilidad, Julia Urquieta- se reunieron con Juan Andrés Lagos, de la comisión política del partido.

En el Partido Republicano uno de los nexos principales con los 22 consejeros es el abogado y brazo derecho de José Antonio Kast, Cristián Valenzuela. Este último es el director ejecutivo del centro de estudios Ideas Republicanas, el que se ha convertido en el ente asesor en todo lo relacionado al ámbito legislativo.

Valenzuela se ha encargado de ayudar a los consejeros en contenido y la organización de la bancada. De hecho, fue uno de los exponentes en el cónclave que los 22 electos tuvieron hace unos días en Casablanca. También se ha encargado de coordinar otros temas más administrativos, como la conformación de las comisiones dentro del órgano constitucional.

Otro nexo relevante es el presidente del partido, Arturo Squella. Este último cuenta con la experiencia de ser profesor de derecho constitucional y, además, exdiputado, por lo que es un vínculo relevante a la hora de analizar el trabajo diario. Ahí, en ese partido, uno de los consejeros que más se articulan con la tienda es el representante de O’Higgins, Sebastián Figueroa, quien es uno de los que ven los temas más administrativos.

En la UDI el principal nexo ha recaído en el presidente, el senador Javier Macaya, y la secretaria general, María José Hoffmann. Estos últimos son los interlocutores directos, y uno de los consejeros a quien se ve como mayor articulador es al de Valparaíso, Edmundo Eluchans. En el gremialismo también han sido de ayuda los vicepresidentes Constanza Hube y Máximo Pavez. La primera es exconvencional y abogada constitucionalista, mientras que el segundo es un miembro del comité de expertos.

En RN los nexos han sido el presidente, el senador Francisco Chahuán, y el secretario general, el diputado Diego Schalper. También el director ejecutivo del Instituto Libertad, el exdiputado Luis Pardo. Ahí a quien ven como uno de los principales articuladores dentro de los consejeros es al exdiputado Germán Becker. En esa línea es que el viernes pasado el partido se reunió con los consejeros y los expertos para coordinar posturas.

En el caso de Evópoli, si bien tienen una sola consejera -la presidenta, Gloria Hutt-, el nexo ahí es el secretario general y su brazo derecho, Juan Carlos González, y también el exconvencional Hernán Larraín Matte, quien colabora en los contenidos.