Los frentes abiertos de la guerra entre Israel y Hamas
El ataque contra poblados israelíes del grupo radical que opera en Gaza, gatilló un conflicto que recién comienza y que amenaza con extenderse en la región. Israel se encuentra ad portas de iniciar una incursión terrestre a gran escala en el enclave, que los expertos estiman profundizará la crisis humanitaria. La estrategia sería dividir ese territorio en varios corredores para que la operación tenga éxito.
A una semana del ataque sin precedentes que lanzó Hamas contra Israel, con la ayuda de milicianos de la Yihad Islámica -que provocó la muerte de al menos 1.300 israelíes y que ha puesto en entredicho al sistema de inteligencia y de defensa de ese país- las repercusiones estaban a la vista con el bombardeo constante contra la Franja de Gaza. Sin embargo, también están en desarrollo consecuencias más invisibles. Esto, porque no está del todo claro si el conflicto podría extenderse a otras partes de esta convulsionada región o si una incursión terrestre de Israel contra Gaza cambiará el mapa de Medio Oriente.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu -quien atraviesa un momento complejo interno- declaró el fin de semana pasado que su país se encontraba en guerra y que los palestinos pagarían un alto precio. Hasta ahora, ha cumplido su advertencia: 1.799 palestinos han fallecido en Gaza y 6.388 han quedado heridos.
Incursión terrestre
El aviso de parte de Israel conocido ayer de que todos los civiles abandonaran la mitad norte de la Franja, zona donde viven más de un millón de personas, y que se trasladen al sur en un plazo que vencía a la medianoche, ha generado gran preocupación en la comunidad internacional sobre las repercusiones a nivel humanitario.
“Parece muy improbable que no se produzca un inmenso baño de sangre. Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del mundo, y la población civil no tiene a dónde ir”, dice a La Tercera, Trita Parsi, experto en Medio Oriente y cofundador del Quincy Institute for Responsible Statecraft.
Sin embargo, en una acción que sorprendió a los observadores, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel dijo que el Ejército ya estaba llevando a cabo incursiones localizadas dentro de Gaza a lo largo de la frontera, “para completar la expulsión de los terroristas de la zona”.
“Los israelíes están tratando de dividir Gaza en varios corredores para estas operaciones. Y la primera zona parece ser la parte norte de Gaza, que es la más densamente poblada. Es cuestionable hasta qué punto los habitantes de Gaza son capaces de salir, teniendo en cuenta que no tienen a dónde ir”, explica a La Tercera Andreas Kreig, profesor adjunto de Estudios de Defensa en el King’s College de Londres y académico en el Royal College of Defence Studies de Londres.
“La cuestión también es que los israelíes están ordenando a la gente que se marche, algo muy parecido a lo que ocurrió en 1948, cuando los palestinos tuvieron que abandonar sus casas durante la guerra de independencia, así es como los israelíes lo llaman. Y el problema es que muchos de ellos no pudieron regresar después de la guerra. Y hay bastante miedo de que los gazatíes sean expulsados de estas zonas para no volver. Y creo que lo que vemos ahora es el fin de Gaza tal y como la conocemos, en el sentido de que obviamente quieren eliminar a Hamas y la infraestructura militar, lo que también significa que tendrán que arrasar grandes partes de la zona”, añadió.
En medio de este contexto, Israel agrupaba tanques de cara a esta incursión terrestre. Sin embargo, existe el consenso entre los analistas de la complejidad de esta operación, ya que es sabido que los milicianos de Hamas se encuentran en bunkers y túneles debajo de Gaza, por lo que se espera que la operación se extienda por mucho tiempo, en una suerte de “guerra de guerrillas”.
En un artículo publicado en la revista The Atlantic, Hussein Ibish-académico residente senior en el Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington-, señaló que el ataque “pretendía ser una trampa, en la que Israel parece estar a punto de caer”.
“Hamas e Irán están intentando incitar a los israelíes a entrar en Gaza para una confrontación prolongada, es decir, que el efecto deseado es precisamente el ataque terrestre. Es probable que el Ejército israelí se enfrente a una insurgencia decidida en Gaza”, escribió.
De hecho, la cadena qatarí Al Jazeera dio a conocer una grabación de audio en la que el vicepresidente del Buró Político de Hamas, Saleh Al-Arouri, advirtió de que una invasión terrestre israelí en la Franja de Gaza sería el “mejor escenario” en lo que respecta a Hamas. Así, dijo que una invasión terrestre “pondría fin a este conflicto y derrotaría al enemigo”.
Para el analista israelí, Kobi Michael, la respuesta de Israel “será muy agresiva”. “Después de reorganizarnos, tomaremos represalias. Estamos ante una larga campaña. No será de dos ni de tres ni de cinco días. Va a ser una campaña de semanas, creo que tal vez incluso más, con la probabilidad de un mayor deterioro y el conflicto en múltiples frentes”, señaló a La Tercera.
¿El fin de Netanyahu?
La compleja situación interna que vivía en Israel previa al ataque de Hamas, en la que Benjamin Netanyahu se encontraba asediado por meses de protestas contra su polémica reforma judicial que -acusaba la oposición y miles de ciudadanos- le permitiría zafarse de investigaciones por corrupción en su contra, dio un giro importante el miércoles con la conformación de un gobierno de emergencia, en un intento por apuntalar la unidad en un contexto bélico.
Para los críticos de Netanyahu y su gobierno de extrema derecha, el ataque -aunque inesperado- estaba dentro de las posibilidades. Ante esto, la prensa dio a conocer testimonios de familiares de las víctimas israelíes que lo culpaban por la tragedia. Al mismo tiempo, el diario Haaretz señaló en un editorial que tenía que dejar el poder. “No veo una manera para él de escapar de la culpa. Este será el final de su carrera política, incluso si puede sobrevivir en el corto plazo mientras la guerra continúa”, dijo Trita Parsi.
“La escala de la ofensiva y su éxito, desde la perspectiva de Hamas, significa que estamos en un nuevo paradigma que socava fundamentalmente la creencia de Israel de que puede mantener un régimen de apartheid contra los palestinos, de forma interminable, sin costo alguno para su población”, dijo a La Tercera, Tareq Baconi, analista del think tank palestino Al-Shabaka.
“Creo que Israel se encuentra posiblemente en la posición más débil en la que ha estado en mucho tiempo. Existen grandes grietas dentro del sistema político y la sociedad israelí. Creo que el Ejército está en su punto más débil porque muchos reservistas estaban protestando, porque este es el gobierno más duro en la historia del país. Y por eso, incluso a nivel internacional, se reconoce que éste en realidad no es el Estado democrático judío que todos creían que era, sino más bien algo mucho más preocupante”, añadió.
Andreas Krieg estima que “Israel no tiene una estrategia. No sabe qué quiere lograr políticamente en la Franja de Gaza. Entonces quieren destruir a Hamas, pero obviamente eso no es fácil de lograr. Puedes ir e intentar matar al ala militante, pero Hamas también es un movimiento político. Tiene cierto respaldo de la población palestina. Y no se puede simplemente destruir un movimiento político mediante la fuerza militar. Por lo que es necesario tener un fin político estratégico, que Israel no tiene y no ha tenido durante décadas. Y Netanyahu es obviamente el peor tipo de líder que intenta lograrlo”, indicó.
Conflicto regional
Si hasta hace dos semanas, según la BBC, Washington no colocaba el conflicto palestino-israelí entre sus prioridades, todo cambió el sábado pasado. El ataque de Hamas ha reformulado el panorama, con el inminente inicio de una nueva fase, al tiempo que aumentan las posibilidades de que se transforme en un conflicto regional.
Nuevas escaladas también podrían provocar la apertura de nuevos frentes, especialmente en la frontera norte con Líbano, donde ya se han producido intercambios con las fuerzas israelíes. “El riesgo de una mayor escalada es significativo. Si Israel se acerca a diezmar a Hamas, existe la posibilidad de que Hezbolá ataque a Israel desde el norte”, advierte Parsi.
A juicio de Krieg, es posible que hasta ahora Hezbolá no haya tomado una decisión de involucrarse en el conflicto. Pero si ve que Israel está estancado y debilitado con Hamas en Gaza y no puede poner fin a la guerra, el grupo chiita podría optar por explotar la situación. “Entonces tendríamos un conflicto regional que a Israel le resultará muy difícil abordar, porque también atraerá a representantes y milicias iraníes del sur de Siria. O podrían ser los houtíes intentando acercarse desde Yemen, disparando cohetes hacia los Emiratos Árabes Unidos por ser miembros de los Acuerdos de Abraham”, indica.
Para Kobi Michael esta posibilidad depende del tipo de represalia. “Si Israel está lo suficientemente decidido y si las represalias son lo suficientemente agresivas, creo que esto disuadirá a Hezbolá y a algunos otros de unirse al partido y lanzar o abrir otros frentes contra Israel”, concluye.
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