Óscar Sobalvarro: “Los nicaragüenses tenemos que continuar luchando para tratar de restablecer la democracia”
En conversación con La Tercera desde Managua, el abanderado presidencial de la Alianza Ciudadanos por la Libertad señala que “yo ni siquiera estaba aspirando a esta candidatura”. Anoche, el Consejo Supremo Electoral canceló la personería jurídica del partido opositor, sacándolo del juego político tres meses antes de las elecciones presidenciales.
Han sido meses turbulentos en Nicaragua. Desde junio, la oposición al gobierno de Daniel Ortega ha visto con estupor la seguidilla de detenciones contra más de 30 líderes políticos y sociales, así como exguerrilleros de la Revolución Sandinista, una ofensiva que los dejó sin precandidatos disponibles para inscribirlos ante el Consejo Supremo Electoral (CSE) y lograr enfrentar en las urnas al orteguismo en las elecciones generales del próximo 7 de noviembre.
A contrarreloj y contra todo pronóstico, la derechista Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL) logró nominar como candidato a la presidencia al excomandante de la contrarrevolución y vicepresidente del Partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), Óscar Sobalvarro. Decisión que se dio después que sus tres principales postulantes (Arturo Cruz, Juan Sebastián Chamorro y Noel Vidaurre) enfrentaron acusaciones por parte del oficialismo.
Un día después que Óscar Sobalvarro y su compañera de fórmula, la miss Nicaragua 2017 Berenice Quezada, inscribieran sus candidaturas, la modelo de 27 años fue detenida, tras ser acusada de “delitos de odio e incitación a la violencia” por un discurso en el que invitó a sus seguidores, en su mayoría jóvenes, a salir a las calles como en 2018, cuando el descontento por una reforma social dio paso a multitudinarias movilizaciones que dejaron más de 300 fallecidos.
La candidata a la vicepresidencia fue liberada el jueves, pero quedó inhabilitada de participar en los comicios. Después de un cónclave de urgencia en la oposición, el equipo anunció que están buscando un reemplazo. “Si hay acciones que conlleven a mi detención, el partido está claro que no vamos a realizar ningún otro intento para continuar con esta contienda electoral”, señaló Sobalvarro en conversación con La Tercera desde Managua.
Anoche, posterior a esta entrevista, los magistrados del CSE, en su mayoría afines al gobernante Frente Sandinista, sacaron del juego político al partido opositor, tras retirarle su personería jurídica por supuestas “violaciones” a las leyes vigentes.
Usted es conocido como “comandante Rubén”, excomandante de la Resistencia Nicaragüense en la Guerra Civil. ¿Cómo recuerda ese período?
Fue un período difícil la época de la transición de la guerra hacia la paz. Me tocó estar en la mesa de negociaciones después de haber estado en el terreno de batalla. Un proceso largo, una tragedia que le había pasado al país en esa época, más de 50 mil muertos de un lado o de otro. En lo personal yo pensé que desde ahí Nicaragua se iba a enrumbar en una democracia y que no íbamos a volver a tener ese tipo de situación. Es difícil. La realidad es que eso no pasó así. Yo aspiraba a ser un ciudadano que iba a poder desenvolverse dentro de lo que siempre he hecho, el agro. Tengo más de 40 años de estar en esta lucha por tratar de restablecer la democracia y la libertad en el país. Los nicaragüenses tenemos que continuar luchando por esos espacios que han sido conculcados en algún momento y que solamente a través de la lucha cívica vamos a poder lograr esos cambios.
El Presidente Ortega anunció que buscará su tercera reelección en noviembre. ¿Qué recuerdos tiene de la primera vez que conoció al exlíder guerrillero sandinista?
Desde el inicio, en 1979, cuando se estableció la junta de gobierno, nunca tuve el placer de tenerlo cerca. Siempre lo he visto de lejos. Me tocó en la mesa de negociación con su hermano, que era el jefe del Ejército en ese momento, Humberto Ortega. Las primeras rondas de acercamiento con el Frente Sandinista en el proceso de negociación se dieron mayormente en Washington, en la OEA y en la ONU. No estuve ahí, no fui parte de eso. En dos ocasiones lo he tenido de frente. Nunca hemos cruzado palabra. No creo que se pueda dar un encuentro en esta etapa de la campaña. Yo espero que sea una persona que recapacite y que permita que los ciudadanos puedan expresarse de manera libre en este proceso electoral y que pueda establecer las garantías que se han demandado para este proceso.
¿Cómo es posible vencer en las urnas a un régimen con 15 años en el poder, acusado de sistemáticas violaciones a los DD.HH. y de controlar todos los poderes?
Desde que se le permitió el retorno al poder a Ortega, Nicaragua ha estado sometida de la misma manera como estuvo en los años 80. Él se ha impuesto, ha reformado la Constitución y las leyes, ha dictado leyes con el apoyo del Poder Legislativo y del Poder Judicial. Eso es por lo cual los nicaragüenses debemos luchar para hacer ese cambio. Al adversario se le vence en la junta receptora de votos, no se le vence echándolo preso, ni mandándolo al exilio. Espero que en esta etapa del proceso haya sensatez y responsabilidad para que pueda desarrollarse un proceso electoral en el que los nicaragüenses puedan acudir con libertad.
¿Usted cree que los nicaragüenses tienen confianza en el proceso electoral de noviembre?
Los nicaragüenses que estamos en el país estamos 100% convencidos de que hay que ir a votar porque queremos cambios. No así, hay algunos ciudadanos nicaragüenses que están fuera del país desde una posición cómoda expresando otro tipo de opiniones. Espero que en el camino puedan reflexionar, rectificar y que se unan a este esfuerzo por unir a toda la oposición y poder hacer ese cambio. Es muy temprano para decir que todos estamos hablando el mismo discurso. Yo aspiro a que haya una reflexión y que podamos unirnos todos, que podamos unir al país para salir de esta crisis en la que estamos.
Su candidatura presidencial se da en medio de una agudización de la crisis política con la detención de más de 30 figuras opositoras desde junio, ¿tiene temor a correr la misma suerte que ellos pudiendo ser arrestado o exiliado?
Todos los que estamos en el país, que somos opositores, tenemos el riesgo de correr la misma suerte. No soy el único que podría estar en esa lista. Por eso llamo a la sensatez de parte del partido de gobierno, de que sean tolerantes, que se puedan ajustar a lo que demandan estos tiempos de campaña, que la gente se pueda expresar de manera libre, que los medios puedan decir lo que está pasando en el país y que la gente pueda concurrir a la junta receptora de votos y que se respete ese voto de los ciudadanos.
¿Hay una fragmentación en la oposición?
Yo aspiro a unir a toda la oposición nicaragüense y al pueblo nicaragüense. Para juntar a la familia nicaragüense que está dividida, porque muchos están en el exilio, otros están presos y lógicamente queremos ver una Nicaragua sin presos políticos y sin exiliados.
¿Hay algún plan o protocolo en el caso de ser detenido?
Por supuesto. Si a mí me llegase a pasar algo, eso significaría que ya no hay oportunidad para algo más, que ahí se acaba todo. Es importante que la comunidad internacional y el pueblo nicaragüense lo sepa. Estamos haciendo este esfuerzo. Yo ni siquiera estaba aspirando a esta candidatura. Esto se dio por las circunstancias de que ya no había nadie que asumiera esta responsabilidad y la Alianza tenía que, llegando ya a su último momento, tomar una decisión de participar o no del proceso. Eso significa llenar todos los requisitos que establece la Ley Electoral y fue lo que se hizo. Al final salió mi nombre con el respaldo de toda la militancia del Partido Ciudadanos por la Libertad, con el respaldo de los aliados como Pango, que es un partido regional de la Costa Caribe, y con el partido de la Alianza Cívica, porque junto conformamos la Alianza Ciudadanos por la Libertad. Asumo esta responsabilidad y los riesgos de esta candidatura, estando claro de que hay que salvar el proceso electoral y que ya no hay tiempo para hacer más cosas. Si mi candidatura en algún momento va a ser interrumpida por alguna decisión que tome el partido de gobierno, aquí se acabará todo. Este es el único esfuerzo que vamos a hacer.
¿Cuando usted dice que “se acabará todo”, significa que renunciarían a las elecciones?
Si hay acciones que conlleven a una inhibición de mi candidatura o una detención de mi persona y de mi fórmula, el partido está claro que no vamos a hacer ningún otro intento para continuar en esta contienda electoral.
¿Usted habría lanzado una candidatura presidencial sin la serie de detenciones que afectan a los opositores?
Eran otros los que estaban aspirando a ser candidatos. Fueron detenidos y siguen detenidos en la actualidad. Esas circunstancias llevaron a la Alianza a tomar estas decisiones, lo que no significa que yo no estaba capacitado o que no haya tenido el respaldo de la organización política. Significa que había un compromiso de ceder ese espacio a la oposición y eso fue lo que hicimos. Se diseñó un mecanismo de selección de candidatos que no se pudo echar a andar producto de las detenciones. Una organización política tiene su liderazgo y yo he estado en los procesos principales de liderazgos y es por eso que asumo esta responsabilidad, porque el partido me lo pidió. Yo luché en los años 80 con las armas en la mano buscando ese cambio, porque la guerra es la conducción de la política por otros medios. Cuando no se tiene otro espacio, los ciudadanos recurrimos a esos métodos, pero ya estos tiempos cambiaron. Me desarmé, me movilicé y a partir de eso me integré a la lucha cívica y aquí he estado. Esta es la única opción política que existe en el país como oposición y estamos asumiendo ese riesgo.
En la oposición, además de su candidatura, está la del Partido Liberal Constitucionalista. ¿Cómo observa el binomio de Milton Arcia y María Dolores Moncada?
Yo no quisiera opinar sobre los demás candidatos. Aspiro a que a que sean muy responsable en el desempeño de su campaña. Creo que los nicaragüenses no son tontos como para venir a dividir el voto. Y creo que aquí hay dos opciones en la que los ciudadanos pueden escoger, por un lado el Frente Sandinista, que es el partido de gobierno, y por el otro lado la Alianza Ciudadanos con mi candidatura y mi fórmula. El resto de las organizaciones políticas no tienen mucho espacio en la población, pero están en su pleno derecho de tener su campaña.
Una parte de la oposición rechaza participar en los comicios porque acusa que no tiene las garantías mínimas democráticas...
Hay que entender que los que estamos en Nicaragua estamos con esfuerzo y somos lo que estamos viviendo la realidad de lo que pasa en el país. Es muy cómodo opinar de manera diferente cuando estás afuera del país. Generalmente estos comentarios se dan por las redes sociales y hay personas que están en su pleno derecho de opinar de esa manera. No participar, no darle la oportunidad a los nicaragüenses que estamos en el país y que estamos llevando esta batalla significa aceptar que Ortega se va a quedar ahí cinco años más y después vendrá otra vez Ortega, vendrán los hijos de Ortega y los nietos de Ortega más adelante. Entonces Nicaragua nunca va a salir adelante. Hay que llamar a la sensatez principalmente de los opositores, de los que están dentro y fuera del país, para que no desperdiciemos esta oportunidad. Nuevas oportunidades no vamos a tener.
¿Usted cree que las protestas de abril de 2018 marcaron el inicio de la crisis de los Ortega-Murillo?
Se abre una nueva etapa. Estos son nuevos tiempos y creo que el Frente Sandinista debe de replantearse en lo interno. Han perdido mucha gente y simpatía. Ha puesto en riesgo esa historia que lo llevó al poder en 1979. Deben ser sensatos, esto abre un nuevo capítulo y espero que aprovechen este proceso electoral para poder reivindicarse con su gente y que puedan participar también del proceso. He observado que hay mucho malestar en lo interno, de lo que originalmente fue la gente, las personas que integraban ese partido Frente Sandinista. El país se merece la oportunidad de seguir avanzando en su reconstrucción económica y las cosas deben de resolverse por la vía cívica. Hay que respetar el resultado del 7 de noviembre, sea cual sea, siempre y cuando este resultado sea dentro la ley y respeto al voto.
El Consejo Supremo Electoral va a publicar la lista de candidaturas habilitadas el próximo 18 de agosto. ¿Qué ocurrirá si quedan fuera?
Tenemos que agotar la que establece el calendario electoral. Creo que no tienen argumentos como para venir a impugnar mi candidatura, pero de nuevo el régimen puede hacer lo que se le venga en gana. Una vez que sean publicadas la listas de candidatos llamo a que se pueda respetar cada una de las candidaturas que salgan ahí, tanto la candidatura a Presidente como a vicepresidente y diputados, para que a partir de ahí se pueda desarrollar un proceso y que la campaña sea de manera transparente, con un ambiente de respeto, tolerancia, para mayor confianza en la población nicaragüense.
¿En qué escenario quedaría la oposición si es derrotada en noviembre?
En ese momento habrá que replantearse lo que se va a hacer. Los nicaragüenses no debemos dejar de luchar por vivir en libertad y democracia. Espero que no tengamos que exponernos más y que estas elecciones sean la oportunidad para ese cambio, además de asegurar una transición pacífica para que el pueblo nicaragüense ya no siga sufriendo más.
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