Revolución Democrática y Convergencia Social: tensiones en la relación dejan en suspenso idea de partido único
El lío de platas en el Minvu se interpuso en la discusión que Convergencia Social y Revolución Democrática desarrollaban sobre la conformación del Frente Amplio como partido único. En medio de la crisis, hay voces que insisten en que este es el momento. Otros, en tanto, priorizan ‘salvar’ al partido de Latorre.
Durante este fin de semana, Revolución Democrática (RD) llegará hasta su nueva sede en calle Esmeralda, en el centro de Santiago. Aunque la mudanza estaba definida desde hace tiempo, los ataques -con fuego incluido- dirigidos a su antigua sede en Providencia, tras revelarse los millonarios convenios entre fundaciones y el Ministerio de Vivienda, terminaron por acelerar el traslado.
Ahora, solo queda el rastro en las paredes de la casa de dos pisos, que alguna vez operó como el “comando” del Presidente Gabriel Boric durante la espera de resultados de la primaria contra el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC).
La amplia casona patrimonial, que será compartida junto a Convergencia Social (CS), se alista para recibir al partido más longevo del Frente Amplio que, por estos días, y desde su fundación, vive su peor momento político.
Pese a que la señal de convivir bajo el mismo techo podría dar esperanzas al anhelo manifestado -y reafirmado por el Mandatario en el aniversario de CS- de aglutinar al Frente Amplio en una sola colectividad, en la interna de CS (y también de RD) aseguran que las condiciones materiales no están dadas en lo inmediato para reanudar ese trabajo político.
Por un lado -y mientras intentan sortear la crisis con el senador Juan Ignacio Latorre al mando-, RD reanudó su proceso de elecciones internas para renovar directivas regionales, consejeros políticos y el tribunal supremo. CS hará lo propio durante este fin de semana, dando cierre al proceso de congreso interno. Allí, según algunos de sus dirigentes, podría haber luces de definiciones estratégicas y electorales para enfrentar la segunda mitad de gobierno.
Con ese horizonte, el timonel y diputado Diego Ibáñez (CS) desliza que, entre las conclusiones, podría proponerse una hoja de ruta común como conglomerado.
“Este fin de semana cerramos nuestro congreso con una hoja de ruta que les propondremos al Frente Amplio y a las fuerzas progresistas para avanzar en mayor unidad y menos atomización, en más debate sobre lo que le importa a la gente y menos pelea pequeña que denuesta la política. Una unidad no solo electoral, sino también social, que es lo que el gobierno ha impulsado con pymes, trabajadores y municipios”, detalla el parlamentario.
Con las relaciones tensionadas tras el escándalo que azota al gobierno, en RD afirman que es una mala estrategia diluir la historia partidaria dentro de un proceso donde CS “absorba” la colectividad.
Mientras que en CS apuntan a delinear un camino de largo plazo hacia la aspiración del Presidente Boric.
¿Enfriamiento de relaciones?
Dentro de RD hay quienes aceptan que la distante respuesta de CS ante la crisis generó incomodidad en algunos de los militantes. En la tienda resintieron la dureza que adoptó el partido al inicio de la crisis, tomando distancia -por ejemplo- de las primeras declaraciones de Catalina Pérez, pese a que a la luz de los hechos, y con los nuevos antecedentes, la postura inicial de CS fue, al fin y al cabo, correcta.
Sin embargo, enfatizan que eso no significa que exista un resentimiento hacia el partido, pues comprenden que tuvieron un déficit en sus vocerías, lo que hizo necesario que CS diera un paso adelante para proteger al FA.
En esa línea, el diputado RD Jaime Sáez señala que el tono crítico de CS es lo que corresponde. “Lo que no correspondería en ningún caso es que haya un tono de condescendencia hacia lo que ha pasado. Por lo tanto, tener una postura crítica y contribuir a exigir mayores estándares es lo correcto”, afirma.
Sobre las relaciones con su ‘partido hermano’, Sáez dice que “están en un excelente pie, porque CS ha sido un partido tremendamente leal al proyecto político del FA. Han empatizado con RD, han contribuido a que podamos llevar adelante una agenda legislativa en torno a la probidad y la transparencia”.
Por lo mismo, el parlamentario es optimista con la posibilidad de formar un partido único como FA, aunque advierte que debe ser de forma reposada. “Lo que no tenemos que hacer es realizar un ejercicio como a tontas y a locas. Hay una serie de aristas que hay que enfrentar de manera mancomunada, para que sea en orden y para que realmente todos sintamos que pertenecemos a un mismo espacio”, explica.
En esa misma línea, la diputada Consuelo Veloso (RD) dijo el viernes en La Voz de los que Sobran que “yo no quiero que entremos o que caigamos en esto (en la discusión del partido único) como en un salvataje, porque necesitamos desesperadamente diluir la responsabilidad. Somos un partido que tiene 11 años de historia y vamos a afrontar esta crisis con la dignidad que hemos construido (...). Podemos salvar el partido, yo tengo esperanza”.
Sin embargo, desde CS la diputada Francisca Bello advierte que “si bien un partido único, ante el avance de los discursos de odio y de una derecha cada vez más extrema, es necesario, las condiciones reales para discutir del tema a cabalidad con la militancia de base no se han dado y nuestra responsabilidad es esa, que sea un tema tratado con todas y todos”.
“Con el cierre de nuestro congreso este fin de semana, tendremos mayor certeza de lo que opina la militancia”, agrega Bello.
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