Sadi Melo (PS), exalcalde de El Bosque: “Voy a luchar porque se establezca el principio de descentralización”
El candidato socialista por la Región Metropolitana asegura que si sale electo exigirá que “los gobiernos locales no solo tengan facultades, sino que haya recursos”. El exalcalde, además, cuestiona el proceso anterior. “Hubo una actitud un poco vertical, autoritaria”, dice.
Por 30 años, Sadi Melo Moya (68) dirigió la comuna de El Bosque. “El municipio es como un Chile chico, es como un país pequeño, esos temas hay que administrarlos y esa experiencia la quiero poner al servicio de esta discusión, fundamentalmente para poder acercar acuerdos (...)”, dice el candidato del Partido Socialista (PS) al Consejo Constitucional.
El exedil es crítico del proceso anterior, incluso con su sector, y apunta a que a los partidos les faltó una mayor conducción.
Tras la experiencia municipal, ¿qué lo convocó al nuevo proceso constitucional?
Hoy la gente está esperando que se den respuestas a muchas de las temáticas que tienen mucha urgencia en nuestro país. Una Constitución no va a entregar las respuestas de inmediato, porque eso no es así, pero sí entregará un marco sobre el cual basarse. Y para el estallido, los alcaldes, de alguna manera, instalamos en lo público el debate por una nueva Constitución. Hay que dar respuestas y las respuestas tienen que darlas la política, la institucionalidad.
De su período edilicio, ¿cómo se conjuga esa experiencia, más “administrativa”, con la discusión constitucional que, muchas veces, puede ser más etérea?
Yo voy a luchar porque se establezca el principio de descentralización en una nueva Constitución, que se desagregue la estructura regional y municipal (...). Lo que queremos exigir es que los gobiernos locales no solo tengan facultades, no solo que se les den atribuciones, sino que haya recursos (...). Y eso se aterriza estableciendo normas, una discusión y un debate en torno al trabajo del Consejo de Expertos, que está siendo muy relevante. A eso hay que darle ‘carne’, que los artículos no sean letra muerta.
Hablaba de sus virtudes como candidato, acercar los acuerdos. ¿Le faltó algo de eso al proceso anterior?
Pero por supuesto, claro que sí. Ahí se estableció la determinación de una mayoría hacia la minoría. Eso es no entender que en la democracia la minoría tiene tanta fuerza como la mayoría. Hubo una actitud un poco vertical, autoritaria, de no entender que una Constitución, necesariamente, es una base. Una vez que hemos construido esa base entre todos, tenemos que darle los elementos para que se vaya construyendo una casa común (...). Las formas no se cuidaron.
¿Tiene críticas a las fuerzas de la Convención Constitucional -como su mismo partido- en torno a la conducción del proceso?
Yo diría que hubo el intento, a lo menos de nuestro colectivo, de colocar una voz distintiva, una voz de búsqueda de acuerdos. Eso fue opacado por conductas que fueron muy duras. Hubo conductas atentatorias contra nuestra propia gente, fuimos acusados de ‘amarillos’, fuimos funados. Yo diría que el conjunto de los partidos debiera haber tenido una voz más fuerte, llevar la voz cantante, más articulada en esto. Pero se fue construyendo un contexto al interior, un clima totalmente distinto al exterior (...). Los partidos políticos en general son muy mal evaluados, y en vez de dar la discusión de cómo mejorarlos, nos fuimos por la vereda del lado de los independientes. Y de alguna manera, fue para satisfacer esa crítica que les hace la ciudadanía a los partidos. No fue la mejor respuesta.
En las bases constitucionales se estableció -en cuanto al sistema político- mantener el bicameralismo, ¿que postura adopta en ese debate?
Para ser franco, ese concepto de bicameralismo asimétrico jamás lo entendí. Yo no estoy por eso (...). Hay que hacer, eso sí, una mejor distribución que permita acelerar más las definiciones legislativas, dándole más atribuciones a la Cámara de Diputados, con mayor capacidad de generar leyes, de que determinadas leyes puedan ser definidas en esa Cámara con más rapidez. ¿Para qué refundar las instituciones?
¿Qué cosas sí mantendría (y cuáles no) del proyecto anterior?
El Estado social y de derecho es tremendamente relevante para nosotros, está definido en nuestras discusiones congresales. La mercantilización de los derechos ha sido tremendamente dañino para el país. Yo no niego que pueda haber un sector con las capacidades económicas para costear la salud, pero el país tiene una mayoría que necesita tener claro que va a tener una calidad de vida mínima, eso tiene que estar consagrado. Por otro lado, la discusión sobre pueblos originarios y esta construcción bien confusa (del proyecto anterior), no estoy de acuerdo tampoco. Los pueblos originarios sí tienen que tener reconocimiento constitucional.
El PS optó por competir en esta pasada en conjunto con Apruebo Dignidad, ¿funciona esa convivencia?
Hay ciertos contenidos que nos unen con el PPD, el PR. Hay ahí una matriz de cómo miramos la sociedad, la importancia que les damos a la democracia, a los DD.HH. (...). Sin embargo, como partido, y eso es una definición, queremos construir y fortalecer la idea de que es necesario ir generando las reformas. Y Gabriel Boric es una persona que ha hecho un tremendo esfuerzo para darle coherencia a la manera como él quiere llevar adelante este gobierno. Él es el líder del sector con el cual compartimos al interior y nosotros apostamos por fortalecer ese liderazgo. La construcción de un bloque de mayoría es algo que está en proceso (...).
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