Subsecretario Luis Cordero: “Sigo valorando atributos (de Tohá) y creo que los números son parte de otro tipo de análisis”

El ministro (S) del Interior, Luis Cordero, aborda el último año de la administración del Presidente Gabriel Boric asegurando que el 2025 será de gestión, más que de impulso legislativo. Sostiene que en Interior el foco será la implementación del Ministerio de Seguridad, para el que su nombre suena con fuerza.

Contrario a las críticas de la oposición y de la candidata presidencial Evelyn Matthei, el secretario de Estado también dice que el gobierno enfrentó con pragmatismo y determinación las dos emergencias de la semana; el inminente desalojo de la megatoma de San Antonio y el apagón que afectó el martes a 19 millones de chilenos.

Frente a la carrera presidencial oficialista releva la figura de la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien en los próximos días definirá si deja el gobierno para entrar en la carrera, mientras se espera también una definición de la expresidenta Michelle Bachelet.

¿Sigue creyendo que la ministra Tohá es quien mejor encarna la continuidad de este gobierno?

Creo que ella es la que encarna de mejor modo a una generación que tuvo ciertas particularidades en la transición. Los talentos y su manera de comprender la política es una forma que yo comparto. Carolina Tohá sigue representando esa idea responsable de mirar el progresismo. Supone también tener comprensión de la responsabilidad pública que eso implica, cumple ese rol. La Presidenta Bachelet representa muchos significados también para el progresismo, en materia de DD.HH. ni hablar. La herencia que ella dejó como Alta Comisionada de la ONU, yo creo que es difícil de valorar completamente acá. Pero los años que vienen son muy difíciles para la democracia.

¿Por qué cree que la ministra Tohá no repunta en las encuestas?

Probablemente es algo que los especialistas en encuestas y en opinión pública pueden explicar mejor que yo, pero yo sigo valorando atributos y creo que los números son parte de otro tipo de análisis.

¿Cuál es el principal atributo de ella?

Tiene que ver con la visión responsable sobre la forma en que el progresismo tiene que mirar al futuro, ha sido su identidad desde que está en política.

Ella decía en el NAU que el progresismo no era solamente un listado de consignas.

Así como el respeto de DD.HH., la desigualdad, los temas de seguridad también son temas del progresismo. Que las personas puedan vivir seguras es un tema de DD.HH., la idea de respetar el orden, de garantizar seguridad a las personas es también una manera de ser responsable con el futuro.

¿Sería bueno que la Presidenta Bachelet despejara que no va?

La Presidenta Bachelet es una persona que entiende muy bien la importancia simbólica que cumple para el sector. No es una persona a quien se le pudiera imputar falta de criterio. Ella no necesita consejos de nadie.

El gobierno tuvo que enfrentar esta semana dos crisis seguidas: la megatoma de San Antonio y el apagón que obligó de decretar Estado de Excepción. ¿Cómo evalúa esa gestión?

Los gobiernos no eligen los problemas que tienen que enfrentar.

¿Fue difícil sacar a los militares a la calle tras el corte masivo de luz?

No. En esto el gobierno y el Presidente tienen una visión muy pragmática, tiene que gestionar siempre los problemas que se le presentan, particularmente en emergencias de estas características. Semanas antes el gobierno también tomó una decisión similar luego de las alertas de altas temperaturas en la zona centro-sur. En la medida en que se fue proveyendo la información, la decisión de decretar el Estado de Excepción era muy evidente. El Presidente tenía esa evaluación ya considerada y lo que faltaba era ver la extensión para efectos de decretarlo directamente, pero la decisión ya estaba tomada.

¿Se actuó con pragmatismo entonces?

Sería mezquino desconocer que las instituciones funcionaron adecuadamente. Creo que la decisión y ese pragmatismo son la manera de abordar los problemas de un gobierno. El gobierno tiene que resolver problemas y lo hizo de un modo pragmático.

Hay un giro evidente en la forma de abordar estos temas. En el primer año costó mucho el anuncio de Estado de Excepción en la Macrozona Sur.

La principal responsabilidad de un gobierno es resolver los problemas contingentes que enfrenta y proyectar políticas públicas en el largo plazo. Más allá de las aproximaciones iniciales que pudieran existir sobre los estados de excepción, el periodo de duración de los estados de excepción, tanto en la Macrozona Sur como el funcionamiento de las zonas fronterizas, ha desarrollado una cultura de trabajo cooperativo entre FF.AA. y policías que no habíamos tenido antes. Gobernar implica responsabilidad y supone tomar decisiones con pragmatismo.

¿Cree que hoy el gobierno toma decisiones con mayor rapidez que al principio?

Las crisis a las cuales se ha enfrentado, ha tenido que enfrentarlas con pragmatismo. Esas decisiones han sido así. Gobernar, para situaciones complejas, es tomar decisiones con pragmatismo. Asumiendo que uno gobierna los problemas que se le presentan.

Llama la atención que, frente a las críticas de la oposición, las autoridades apunten particularmente a la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei…

Nos estamos acostumbrando mucho a opinar sin mirar los hechos, sin revisar los papeles. En el caso de ella como candidata es un síntoma de un problema que yo creo que es un poco mayor. Apropiarse de esa manera de hacer política creo que es muy peligroso para el sistema democrático.

Esta semana la ministra Tohá presentó el edificio donde estará el Ministerio de Seguridad. ¿En qué está su implementación?

Parte del trabajo que está desarrollando el Ministerio del Interior hoy día es permitir que se cumplan los plazos del Presidente. Nosotros esperamos que en las próximas semanas la Contraloría pueda tomar razón (de los DFL) y así cumplir con el propósito del Presidente de que él pueda disponer de su ministro/a de Seguridad Pública a partir del primero de abril.

¿Este se va a convertir en uno de los legados de este gobierno?

En seguridad no cabe ninguna duda, pero no es solo el Ministerio de Seguridad; es bien difícil encontrar en el pasado una administración que hubiese puesto tanto énfasis en seguridad, en las tres dimensiones: institucional, la adecuación legislativa y, desde el punto de vista operativo, la cantidad de recursos para la gestión de ambas policías. Las policías nunca han tenido, desde el retorno a la democracia, tanta dedicación como han tenido en esta administración.

Hay varios que lo mencionan a usted como una posible opción para en el nuevo ministerio.

El que nombra es el Presidente. Soy muy agradecido de las dos funciones que me ha tocado asumir, para mí completamente inesperadas.

¿Cómo proyectan este último año de trabajo? Todos los gobierno en su periodo final arriesgan tener el “síndrome del pato cojo”.

El desafío que tiene todo gobierno siempre es gobernar hasta el último día, porque ejerce su responsabilidad pública hasta el último día. Creo que el Presidente lo ha transmitido de un modo muy claro a todos sus colaboradores.

Pero hay hechos concretos asociados al final de los gobiernos, como el menor envío de proyectos de ley. ¿Interior tiene proyectos en carpeta?

Esta es una cartera que ha tenido un frenesí legislativo como no había tenido hace mucho tiempo. Creo que el gran desafío que Chile tiene en materia seguridad es la gestión, entonces no nos quedemos con que el indicador de éxito de una administración es la producción legislativa.