Un recorrido por el universo de la Fiesta Dame

Cómo son las Fiestas Dame
Cómo son las Fiestas Dame

El evento organizado por miembros de la comunidad LGTBIQ+ se desarrolla varias veces al año y su última versión, la del sábado 24 de agosto, terminó con un carabinero de civil que trabajaba informalmente de guardia, fallecido producto de un disparo originado en un confuso incidente que aún tiene conmocionados tanto a organizadores como asistentes: nunca en sus cinco años de vida habían vivido una situación así, contraria al espíritu de sus celebraciones.


Fiesta Dame. Hecho por y para diversidades y disidencias. Pronto nueva fecha...”.

La última de esas fechas, la del 24 de agosto, quedará marcada en la retina de los asistentes a este evento masivo que tuvo su primera edición el viernes 17 de mayo de 2019.

El sábado recién pasado, después de un confuso incidente que aún es materia de investigación, Rodrigo Puga, un carabinero de civil que trabajaba prestando servicios de seguridad en la fiesta que se desarrolló en el Teatro Caupolicán de Santiago, murió luego de recibir un balazo. Inicialmente se dijo que el disparo le había llegado fortuitamente desde una pelea que se había originado, pero con el correr de las horas se informó que la bala habría salido del arma de uno de los otros cuatro carabineros de franco que también trabajaron informalmente como guardias en un evento que con el correr de los años ha ido adquiriendo notoriedad entre la comunidad LGTBIQ+.

Ejemplo de aquello es que la entrada pasó de costar $ 3.000 en sus primeras versiones, a los 25.000 pesos que había que desembolsar, por ejemplo, para el 5° aniversario de la Fiesta Dame realizado el 3 de febrero en el mismo Caupolicán y que prometía 12 horas de música desde las 5 de la tarde, 50 artistas, siete escenarios y 27 DJ.

Pero la del sábado pasado fue mucho más grande, estuvo cuática”. Quien habla es Camilo, uno de los cientos de asistentes al evento que puso los ojos en el conocido centro de eventos capitalino y por el cual Javier Molina fue dado de baja de Carabineros de Chile y fue formalizado por tenencia de arma de fuego irregular y cuasidelito de homicidio. En ese proceso, la fiscal dijo que la indagatoria inicial tuvo la “dificultad” de la falta de colaboración de los otros guardias que también eran carabineros. Se habló, incluso, de una suerte de pacto de silencio. Molina, pese a que declaró que sí disparó, entregó un arma que no es la misma que dio muerte al carabinero, quien falleció producto de una bala de .38 milímetros, mientras que la que percutó es una Taurus de nueve milímetros.

Un hermetismo similar y que solo se rompió para recaudar fondos para los incendios de Valparaíso es el que han tenido los organizadores a la hora de publicitar algunos de sus eventos. “Coordenadas por interno”. “Un rincón de Santiago nos recibe”. “Lugar secreto, cuidémoslo”, se lee en algunas de las 214 publicaciones de la cuenta privada de Instagram, que tiene más de 63 mil seguidores y que fue creada en noviembre de 2018, seis meses antes de la primera de las celebraciones.

Con ese nivel de secretismo, Fiesta Dame había pasado casi desapercibida hasta ese sábado 24 de agosto. Varios de sus asistentes, de hecho, dicen que lo común, más allá de algunas disputas propias del fervor de las noches con alcohol y drogas, lo que predomina es un ambiente muy festivo, de fraternidad, confianza y complicidad.

Por eso a los organizadores, que no pudieron ser contactados para este reportaje, aún les duele tanto lo ocurrido el fin de semana. “Como productores entregaremos toda la colaboración a las autoridades; nuestro objetivo siempre ha sido organizar espacios de esparcimiento y entretención seguros para todos nuestros asistentes y, especialmente, para la comunidad LGTBQI+”, reza el comunicado colgado en sus redes sociales, la última publicación que hicieron desde el día de la fiesta, que agrega que “por la magnitud del evento la logística de seguridad al interior del recinto siempre ha estado a cargo de Teatro Caupolicán. Por primera vez en cinco años que sufrimos un incidente de estas características, lo cual nos preocupa y nos obliga a pensar nuevas medidas a implementar para próximos eventos”.

De esas palabras se desprende que las fiestas no morirán. Y que sus asistentes -a quienes se les exige un código de vestimenta- podrán seguir experimentando lo que hasta aquí les ha atraído a asistir. Pero ¿qué es específicamente lo que ha llevado a estas fiestas a tal nivel de adhesión?

“Mi primera vez en el aniversario de Fiesta Dame. Me sentí totalmente en mi ambiente, la gente muy respetuosa y con mucha diversidad sexual. Me encanta conocer espacios donde la sexualidad es libre y nadie juzga al resto. Totalmente recomendable para almas oscuras y sin cadenas”, se lee en un comentario colgado en TikTok después de una de las fiestas. “¿Has bailado tecno en un baño?”, dice otro, mientras que en un tercero un usuario expone: “Bajamos al infierno, chicos”.

Fiesta Dame

El infierno en cuestión no es más que una fiesta desatada, acorde a quienes las han conocido. Que no es comparable con muchas otras y donde, en general, asisten personas de entre 30 y 40 años, aunque a veces se ven excepciones para arriba y para abajo. Y es que ahí hay desde piezas oscuras “donde pasa de todo”, según relata una mujer que lo ha experimentado, hasta exploración sexual -sexo y orgías incluidas-, desnudos, bailarines y performances eróticas y transformistas. También personal de salud dispuesto por si algo se va de las manos. Todo mezclado con baile y horas de música. Mucha música.

“El que no entienda lo que significa crear un espacio autogestionado, para travestis, maricones, lesbianas y disidencias y de esta magnitud, por favor que no habite este espacio. Les pedimos, por favor, que no vengan”, dice otra de las publicaciones en las redes sociales de @fiestadame.

Varios de quienes han asistido a alguna de sus versiones cuentan que las fiestas Dame se caracterizan por una carga erótico y sexual muy fuerte. La experiencia de un asistente luego de una de sus primeras fiestas bien resume lo anteriormente descrito: “Allí supe que estaba en otro lugar, que la forma de ver un show había cambiado, que las cosas estaban evolucionando y que los espacios visuales de las fiesta estaban cambiando (...). Cada vez que voy a una Dame agradezco eso: la composición de andamios, de espacios y la forma en que los intérpretes pueden expresarse en un espacio distinto”.

“Pero a las personas igual todavía les da mucho miedo el ridículo, a sentirse expuestos, a menos que esté bajo los efectos de alguna droga que pueda desenvolverse corporalmente de una forma”, cuenta Juanjo, quien se perdió la fiesta del sábado pasado.

Eso sí, quienes han asistido desde sus inicios dicen que los eventos se han ido deformando cuando las drogas empezaron a ser más recurrentes. “La fiesta tenía un objetivo de dar la apertura al autodescubrimiento y terminó en otra cosa muy distinta. La fiesta está concebida para la exploración y la curiosidad de los cuerpos, pero hay muchos que van porque es donde hay que estar, porque es lo que se está llevando, o te quedas out”, cuenta Laura.

Ese tipo de asistentes es descrito como fomo, que es quien tiene “miedo a perderse algo”, o fear of messing out en inglés. El fomo, entonces, le empezó a ganar al objetivo inicial de la fiesta. “Se puso más high school, mucha gente va de mona a la fiesta”, señala Camilo, que ejemplifica con que antes hubo aforo reducido.

Los eventos, si bien mayoritariamente se han desarrollado en el Caupolicán con varias fechas más reducidas al año y una gran celebración anual (este año, por ejemplo, además de la del sábado hubo una el 15 de marzo, otra el 19 de abril y la ya consignada de febrero), también se han hecho en el Bar República de Arica, en el ex Espacio Broadway, Parque Fisa y en el local Freedom de Recoleta, y han participado artistas chilenos e internacionales como Anetha, Matrixxman, Volvox, Amanda Mussi, Desnuda, Feasting o Gatoconmalasuerte. Para verlos se pedía a los asistentes un registro previo, lo que no ocurrió el sábado de la semana pasada.

El fatídico 24A

El día del incidente, dicen asistentes y trabajadores de la fiesta, parecía estar todo fluyendo normalmente. El público, que había comprado su entrada a través de Punto Ticket (no como en el pasado que sólo podían pagar en efectivo) y que había comenzado a llegar desde las 23.30, bailaban la música que a esa hora ponía UR.TRAX, una conocida DJ francesa. Pasadas las 4 de la mañana y mientras la fiesta seguía con distintos tipos de shows y mucha música electrónica, el carabinero de 38 años fue baleado en el abdomen en la calle, hasta donde había llegado a intervenir con su compañero de labores, según se sabe hasta aquí, ante un grupo de personas extranjeras de las que había la sospecha de que estaban robando celulares.

“Fueron a controlar esta situación y en el control el compañero aparentemente hizo uso del arma. Mientras hacía uso del arma, tuvo una caída y una de sus balas fue a parar al sargento Puga”, relató la ministra del Interior, Carolina Tohá, en Tolerancia Cero.

Hoy se sigue buscando el arma homicida. Además, se investiga cuáles son los vínculos entre los carabineros y el teatro, que fue contactado por La Tercera sin respuesta. El excarabinero formalizado, en tanto, quedó con arresto domiciliario nocturno, firma semanal, prohibición de acercarse al recinto y a los otros involucrados mientras transcurren los 150 días de plazo fijados por el tribunal para investigar.

Me contaban que el tipo que fue a balear ni siquiera estaba adentro del evento, pero otros dicen que sí”, relata una persona que trabajó en la fiesta ese día, quien añade que apenas un puñado de los presentes se dio cuenta de lo que había pasado. La música en ningún momento bajó.

Y es que los días posteriores ha sido eso: acusaciones de lado y lado sobre quién se responsabiliza de lo ocurrido. Unos dicen que se generó adentro y que es responsabilidad del recinto y sus productores, desde donde dicen lo contrario. “Es lamentable pensar que el Teatro Caupolicán se tiene que responsabilizar de un tema que es netamente de seguridad exterior (…) lo que pasa en la calle San Diego es muy serio”, expuso José Antonio Aravena, administrador del lugar.

El tema es que los comentarios en el Instagram de Fiesta Dame de algunos de los asistentes apuntan a otra cosa, a que fue hacia el interior del recinto. “Ya es de conocimiento público que lo que ocurrió fue por el grupo de personas que robó celulares en la fiesta. Vamos a instaurar un nuevo proceso de ingreso para evitar esto, con bajas de aforo también”, respondieron los organizadores.

Pero lo que sea que termine zanjando la investigación, a Laura la tiene sin cuidado. “Nuestro espacio se está contaminando”, cierra.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.