El exseleccionado de judo que se reinventó como coaching ejecutivo

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Gabriel Lama representó a Chile en los JJ.OO. de 2000 y 2004, luego fue gerente de la cadena de gimnasios Energy y tomó un diplomado y un magister para prepararse para su nueva carrera: entrenar a grandes ejecutivos de corporaciones. Hoy, como parte de TGLI Leadership Consulting, cuenta cuál es su labor y enumera lo que se espera de las jefaturas en pandemia.


"Todo el mundo necesita un coach", dice Gabriel Lama (46) al otro lado del teléfono. La frase la pronuncia casi al final de la conversación, citando a Bill Gates, quien la popularizó en una charla TED. Lamas la hace suya como carta de presentación del oficio al que se dedica desde hace años: Coach de Alto Rendimiento Ejecutivo, o sencillamente coaching ejecutivo, entrenado a líderes de empresas como Banco Santander, Itaú, Coca-Cola, Codelco, Colbún, UDD Ventures, entre otros. ¿Cómo un profesor de educación física se convierte en un reputado coach de ejecutivos? La historia de Lama, profesionalmente, se remonta a sus años como judoca. Fue seleccionado nacional de esa disciplina, logró cinco medallas en los campeonatos panamericanos entre 1998 y 2002 y representó a Chile en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y Atenas 2004. Luego, se convirtió en gerente de fitness y ventas de la cadena de gimnasios Energy -donde estuvo nueve años- y a partir de eso comenzó su reinvención. Hizo un diplomado en Dirección de Ventas en la Universidad de Chile, otro de Liderazgo y Coaching en la Universidad Adolfo Ibáñez y un magister en Habilidades Directivas en esa misma casa de estudios. Se obsesionó con la labor de coach y tras salir de Energy, en 2011, comenzó a dedicarse a preparar a ejecutivos. "Luego de los JJ.OO. estuve un tiempo en el área deportiva y eso me obligó a hacer un cambio y trabajar en el rubro de los gimnasios. Ahí empecé a tomarle el gusto al negocio, a vender el concepto del personal trainer, a ganar experiencia", dice. Luego prosigue su relato: "Como deportista cumplía las metas y acá era lo mismo, pero terminaba rompiendo a la gente que trabajaba conmigo, yo tenía tolerancia a la exigencia y trataba de liderar con el ejemplo, pero no entendía que otros podían tener otra mirada para hacer las cosas. Entonces me di cuenta que estaba cometiendo errores al liderar un equipo y me cautivó tanto el cambio personal que tuve, que pensé que quería dedicarme a esto. Y me lanzo como coach ejecutivo". [caption id="attachment_1015378" align="alignnone" width="1280"]

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Gabriel Lama.[/caption] Lama habla rápido, con entusiasmo que contagia y, además de Gates, cita a Steve Jobs como otro de sus referentes y menciona algunos discursos del fallecido fundador de Apple. Como gerente general y socio de

-una organización constituida por un equipo multidisciplinario, orientada a guiar a las personas en el desarrollo de liderazgo- trabaja desde 2013 y, claro, hace un paralelo evidente que utiliza en sus charlas motivacionales: "Existe un paralelo muy grande entre el alto rendimiento y alto rendimiento ejecutivo. Tener grandes resultados a nivel competitivo, hacer análisis y trabajo en equipo es similar al deportista que debe estar en su mejor versión para ese desafío, tanto física como mentalmente. Eso no es distinto cuando un ejecutivo debe comunicar ante cientos de personas o cerrar un negocio, porque para alcanzar las metas necesita estar en esa óptima versión".

Errores más comunes

El coach ejecutivo que realiza Lama es de mediano y largo plazo, porque dice que "los cambios ocurren con cambios de más larga duración". Hace acompañamiento, primero con una charla introductora, luego se pone al tanto del contexto de la empresa y ve las evaluaciones de algunos líderes de las organizaciones, los KPI de desempeño y solo entonces hace un trabajo individual o grupal para reforzar algunas debilidades y fortalecer otras. "Existe mayor conciencia de las empresas multinacionales y poco a poco se van sumando más a nivel nacional, donde sigue existiendo un liderazgo más enfocado en los números que en las personas, con el mal entendimiento de la productividad. Según la OCDE, Chile es de los países que más horas trabaja y el menos productivo. Cantidad nunca ha sido sinónimo de calidad y eso implica un cambio", dice Lama, a propósito también de estos meses de teletrabajo, donde algunos trabajadores sienten que están dedicándole más horas a su trabajo que cuando estaban en la oficina. ¿Cuáles son los errores más comunes de los ejecutivos de grandes empresas? No hacer pausas para pensar, dice Lama como principal defecto. "Todos los deportes de enfrentamiento tienen un entretiempo y eso se hace para que exista una recuperación física, lo ideal es parar 10 minutos cada 90 minutos, para poder pensar. No hay nada más importante que poder pensar", dice el exdeportista, quien sugiere un día a la semana para que los ejecutivos agenden una reunión con sí mismo. [caption id="attachment_1015379" align="alignnone" width="4032"]

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El exdeportista en una de sus charlas.[/caption] En el coaching, cuenta, se junta 1 a 1 una vez a la semana y y de ahí establecen un plan de acción. "Es muy fácil perderse en el bosque, con la dinámica, con el teletrabajo, las personas no están sabiendo detenerse para ver cómo va su idea, se le va lo importante", dice Lamas. Otro error, añade: querer controlarlo todo y dar instrucciones para todo, como único modo de liderazgo. Como líder, dice, "debes estar dispuesto a hacer las preguntas más tontas de la sala. Los líderes escuchan, preguntan, permiten que sus equipos tomen las decisiones y hablan al final. Porque el líder un día puede ausentarse y un buen equipo es el que funciona por sí mismo". Y cita un estudio de Gallup en pandemia: hoy los líderes debes formar líderes. Ese debe ser el rol que asuman, como coach. Mientras más fuerte sea tu equipo, mejor". ¿Qué necesitan los trabajadores de sus líderes? "Confianza, a través de una comunicación clara, decir lo que hay que decir, para que se preparen. Que las personas puedan tener esperanzas (metas claras, una energía positiva u optimismo frente a ese escenario), reconocimiento de su labor. Hay personas en condiciones de riesgo que siguen trabajando y esas personas necesitan -es una necesidad humana- que su trabajo está siendo valioso y valga la pena".

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