Estudio USS alerta sobre consumo insuficiente de frutas y verduras

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En Chile, Colombia, Ecuador y México, el 70,1% de las personas adultas encuestadas afirman estar satisfechas con su consumo diario de frutas y vegetales, no obstante que el 44,3% de ellas se alimenta con menos de las cinco porciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. La investigación, liderada por U. San Sebastián, abre nuevamente un debate respecto de cómo mejorar los hábitos alimenticios saludables para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer.



“Come más verduras y frutas”. Más de alguna vez escuchamos esta frase. Pudo ser tu madre, un médico, en el colegio o en uno que otro anuncio publicitario. Y aunque algunos crean que están comiendo las porciones indicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cierto es que la ingesta de fruta y verdura sigue siendo baja. Así lo expresa la reciente investigación “Revisando los determinantes de frutas y verduras: Evidencia de América Latina”, que contó con la participación de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. San Sebastián (USS).

El estudio, basado en una encuesta online aplicada a adultos de Chile, Colombia, Ecuador y México, expresó que el 70,1% de los encuestados estaban “satisfechos” con el nivel actual de frutas y verduras en su alimentación diaria. Sin embargo, solo el 43,3% alcanzaba la recomendación mínima de cinco raciones diarias, lo que supone una percepción nutricional errónea de parte de estas personas.

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La campaña 5 al día que impulsa la Organización Mundial de la Salud desde 2004. Foto: 5aldia.cl

¿Por qué cinco al día? Está demostrado que comer al menos cinco raciones diarias de fruta y verdura variada es beneficioso para la salud. La campaña de la OMS, impulsada desde 2004, recomienda un consumo mínimo de 400 gramos diarios para reducir el riesgo de padecer problemas de salud graves, entre ellas enfermedades crónicas no transmisibles como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer que, justamente, “son las enfermedades que aquejan a los chilenos y a la población mundial”, afirma Samuel Durán, académico de la carrera de Nutrición y Dietética USS y director del Magíster en Nutrición en Salud Pública de esa casa de estudios, quien estuvo a cargo de la investigación.

Durán relata que el estudio fue una muestra aleatoria en la que participaron 1.987 personas y, si bien no es representativa de la población nacional, da luces para comenzar a discutir sobre el tema, sobre todo porque, a diferencia de otras investigaciones, consulta el nivel de satisfacción o “acceso mental” que las personas tienen con su consumo.

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Samuel Durán, académico de la carrera de Nutrición y Dietética USS y director del Magíster en Nutrición en Salud Pública de esa casa de estudios.

¿Por qué es importante la satisfacción? A pesar de que está demostrada la necesidad de que las personas coman diariamente una porción mínima, la mayoría cree erróneamente cumplir con lo necesario para mantener una dieta balanceada.

“El concepto de acceso mental en nutrición busca analizar el nivel de apertura que tienen las personas a aumentar su consumo de frutas y verduras, y cómo esto afecta en sus decisiones alimentarias. Algunos creen que por comer un plátano a mediodía ya es suficiente para cumplir la recomendación diaria, y esta persona no va a sentir la necesidad de completar cinco raciones cada día”, señala Andrés Silva, investigador y académico de la Escuela de Nutrición y Dietética USS.

El consumo, indican los expertos, es necesario para evitar posibles enfermedades a largo plazo. “Comiendo a lo menos cinco porciones y ojalá más es cuando se van a comenzar a sentir las ventajas importantes en salud”, recalca Durán, quien en otras investigaciones que ha liderado, específicamente una sobre cómo abordar la obesidad, ha buscado llevar el mensaje de que “comer saludable no se trata exclusivamente de bajar de peso, sino que las personas se sientan mejor en sus rutinas, comienzan a caminar más y a dormir mejor”.

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Andrés Silva, investigador y académico de la Escuela de Nutrición y Dietética USS.

Detalles de la investigación

Entre otras cifras de la encuesta, los investigadores complementaron que, entre los insatisfechos con la cantidad de frutas y verduras que consumen a diario, solo el 31,3% alcanza la recomendación de cinco al día. Los encuestados que conocían la recomendación, declararon consumir 4,5 porciones de frutas y verduras diarias, mientras que los encuestados que no sabían afirmaron consumir 4,1. En cuanto a género, las encuestadas insatisfechas son mujeres más jóvenes y con mayor educación, lo que llevó a suponer a los académicos que los resultados sugieren que parte de los insatisfechos son personas que pueden estar más conscientes de la relevancia de incluir frutas y verduras como parte de una dieta saludable.

Si vemos el panorama regional, en los países latinoamericanos, el consumo de frutas y verduras es bajo en comparación con los países desarrollados. Una investigación del 2016 comparó los comportamientos de 18 países con 143 mil participantes, dando cuenta que el consumo promedio fue de 3,8 porciones, el cual fue disminuyendo dependiendo de los ingresos económicos. En tanto, en base a compras de alimentos para ser consumidos en el hogar, el consumo promedio de frutas y vegetales se acerca a las 3,9 raciones en Chile.

La Dra. Paula Rojas, recién asumida secretaria ejecutiva del programa Elige Vivir Sano, complementa este dato sobre el comportamiento nacional, indicando que las estadísticas siguen siendo menores. Ella puntualiza: “De acuerdo al Panorama de la Salud: Latinoamérica y el Caribe 2020 de la OECD, en nuestro país el consumo de al menos 5 porciones al día que recomienda la OMS se mantuvo estable entre los años 2009 y 2017 con prevalencias del 15,5% y 15%, respectivamente, lo que es una cifra muy baja”.

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La Dra. Paula Rojas, recién asumida secretaria ejecutiva del programa Elige Vivir Sano.

¿Es un tema de precio?

Si pensamos que en América Latina se produce el 14% de la producción mundial de alimentos, según datos de la ONU, suena extraño que no exista un mayor consumo transversal de frutas y vegetales. Entonces, ¿el problema es el elevado precio de las frutas y verduras en Chile?

Durán y Silva plantean que este punto tiene sus bemoles. “En ocasiones, el debate público está centrado exclusivamente en el precio, sobredimensionando su real efecto en el consumo, cuando el desarrollo del gusto, la conveniencia y las habilidades culinarias también juegan un rol relevante en las decisiones de consumo. Por ejemplo, en Chile, la fruta que más se consume es el plátano, principalmente asociado a conveniencia y beneficios a la salud; sin embargo, el plátano es importado y más caro que otras frutas de la estación”, afirman los académicos de la USS.

Respecto a la elevada inflación como factor, la Dra. Paula Rojas dice que “es evidente que el precio es un factor determinante del consumo de frutas y verduras”, pero existen otros factores que también inciden negativamente en la generación de hábitos saludables y, por lo tanto, en la decisión de compra de frutas y verduras que tienen las personas, como el geográfico, el socioeconómico y el cultural, por mencionar algunos.

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Las frutas nacionales de estación son más baratas que las importadas.

En tanto, Samuel Durán propone abrir la puerta hacia otras posibilidades de “verduras estigmatizadas”, como el brócoli, coliflor, berenjenas y repollos, entre otras, que existe un imaginario que son malas o caras, y que muchas veces se encuentran a precios accesibles. “No es culpa de la gente que los precios están altos, pero esa persona puede diversificar su dieta con otras verduras”, dice, agregando la variable de que existe desconocimiento en cómo cocinarlos.

Recomendaciones y estrategias

Así, tanto en la academia como en las instituciones exploran formas para lograr que los chilenos lleguen a las cuotas mínimas de frutas y verduras que se requieren a diario.

Mauricio Ríos, vicepresidente nacional del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile, apela a que “existen diversas estrategias para llegar al consumo mínimo, desde mezclar distintos colores en una ensalada, lo que se traduce en el aporte de micronutrientes, vitaminas y minerales; consumir ensaladas con frutos secos para aportar otro tipo de nutrientes con nuevos y atractivos sabores; y comer postres sanos, como manzana cocida” aunque siempre es recomendable que sean lo más natural posible, entre otros consejos que entrega a diario en su atención con pacientes.

Ríos agrega que “un pilar fundamental es la educación. Una porción no es necesariamente comer una unidad. A veces, una porción de lechuga equivale a una taza de 200ml. Si yo consumo un bowl con una cantidad abundante, a lo mejor estoy comiendo dos porciones de alimento”, ejemplifica.

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Mauricio Ríos, vicepresidente nacional del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile.

Desde Elige Vivir Sano, recalcan la recomendación de preferir frutas y verduras de temporada, y comprarlas en ferias libres o mercados locales para obtener precios más convenientes. La entidad, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, cuenta con herramientas informativas como la plataforma online MAT (Mejores Alimentos de Temporada) de Odepa, dependiente del Ministerio de Agricultura, donde todas las semanas informan las variaciones y diferencias de precios entre el canal tradicional y los supermercados.

La Dra. Paula Rojas relata que están activando variadas estrategias para mejorar el acceso a alimentos saludables, siendo una de las líneas centrales de acción de Elige Vivir Sano. Por ejemplo, recientemente se oficializó la creación de 70 microbancos de alimentos en las 16 regiones del país, a través de un convenio con la Corporación del Mercado Alimentario (Codema) y la Asociación Chilena de Organizaciones de Ferias Libres (Asof), para llegar de forma gratuita con frutas y verduras en buen estado para la población más vulnerable del país. “Con instancias como esta, queremos fortalecer el rol de las organizaciones comunitarias en el trabajo territorial para mejorar el acceso a alimentos nutritivos”, expresa Rojas.

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Observatorio de precios de verduras de la plataforma plataforma online MAT (Mejores Alimentos de Temporada) de Odepa, al 31 de marzo de 2023.

Además, a través del Fondo Arriba por la Vida Sana y programas piloto se han impulsado diferentes proyectos de huertos urbanos comunitarios, huertos escolares y huertos para comunidades de personas mayores en distintas regiones, junto con el trabajo mancomunado de diversos organismos gubernamentales en la Mesa de Seguridad Alimentaria, y en la actualización de las Guías Alimentarias del Ministerio de Salud basadas en alimentos saludables.

Como vemos, desde distintos organismos públicos, privados y de la sociedad civil se trabaja para que la población pueda avanzar hacia mejores y más saludables rutinas. Los académicos detrás de la encuesta seguirán buscando formas para medir el acceso mental, y así generar indicadores certeros. En la medida que pueda ser cuantificable este segmento, tan importante como la percepción, se podrán hacer investigaciones y ver cómo las personas se abren a cambiar sus hábitos alimentarios. Un cambio de paradigma para empoderar a las personas para que descubran la posibilidad de mejorar su vida a través de la comida que eligen todos los días.

Accede en este link al Estudio: Revisando los determinantes de frutas y Verduras: Evidencia de América Latina

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