Morosidad: 5 consejos para prevenir y manejar tus deudas

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Ilustración: Valentina Marmie.

Según datos del Informe de Deuda Morosa que elabora la U. San Sebastián y Equifax, el 28,2% de las personas mayores de 18 años tiene una deuda impaga. Es decir, tres de cada 10 personas están en situación de morosidad. ¿Qué ocurre con el endeudamiento en el país? ¿Cómo enfrentarla? Esteban Carrasco, director de la Escuela de Ingeniería Comercial USS, analiza la situación y da cinco consejos para enfrentar las deudas.



Estar endeudados en Chile se ha vuelto algo cotidiano, independiente de la edad o la situación socioeconómica. El costo de la vida, las consecuencias de la inflación y las responsabilidades de las familias han llevado a las personas a acostumbrarse a encontrar mecanismos para enfrentar sus deudas y convivir con compromisos bancarios mes a mes.

Según datos del último Informe de Deuda Morosa que elabora la USS y Equifax, el trigésimo séptimo de la serie correspondiente a abril-junio 2022, más de cuatro millones de chilenos tiene algún tipo de deuda (4.143.000), registrando la tercera alza trimestral consecutiva desde septiembre de 2021, sumando 105 mil nuevos morosos. El monto total alcanza los US$8.529 millones, registrando su punto más bajo en 48 meses y enlazando su sexta caída consecutiva.

Si miramos las cifras de porcentaje de la proporción, el 28,2% de las personas mayores de 18 años tiene una deuda impaga. Comparado con la cifra más alta de morosos, que data del segundo trimestre de 2020, cuando casi 5 millones de chilenos (4.959.000) tenían algún compromiso con alguna entidad, la situación actual muestra un escenario un poco más estable, pero con cierta tendencia al alza, según Esteban Carrasco, director de la Escuela de Ingeniería Comercial en la Universidad San Sebastián.

Entre los análisis de las cifras, Carrasco manifiesta que dicha tendencia al endeudamiento debería continuar, pensando que, por ejemplo, la alta liquidez que se vio durante 2021 ha ido disminuyendo, o muchas de las personas que accedieron a alguno de los tres retiros de los 10%, los utilizaron para endeudarse en el pie de la casa o un vehículo, por lo que hoy deben comenzar a pagar las cuentas. “Si sumamos que el escenario de actividad económica es más bien de desaceleración, y posiblemente entramos en un periodo recesivo, se transforman en factores que podrían hacer que estos números vayan subiendo”, explica el académico USS.

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Esteban Carrasco, director de la Escuela de Ingeniería Comercial en la Universidad San Sebastián.

Una situación que afecta a todos los tramos etarios. Desde marzo a junio del 2022, se muestra un aumento generalizado del número de deudores morosos, con excepción de los menores de 24 años. La principal alza en el número de morosos se observó en el tramo de 30 a 44 años.

Si revisamos en detalle, la deuda del tramo más joven alcanza un monto promedio cercano a los 300 mil pesos. Carrasco da especial atención a dicho segmento, pensando que, para muchos de estos es su primera experiencia en términos financieros, y tras experimentar las consecuencias de la pandemia, sostiene “que los jóvenes pueden estar más conscientes de lo que es la educación financiera y cuáles son sus responsabilidades, aunque este grupo tuvo menos formas de acceder a instrumentos financieros durante dicho proceso”.

En el tramo de 30 a 44 años, la deuda promedio alcanza los 2 millones de pesos, mientras que entre los 45 a 59 años mantienen endeudamientos levemente más altos (2.372.651). Una morosidad que concuerda con el acceso a crédito de estos grupos, con necesidades de otra dimensión ligadas a familia, trabajo y cuidado del patrimonio.

El informe explica también que cuatro regiones presentan alzas en los números de deudores morosos, comparados con el primer tramo del 2022. En el caso de la Región de Atacama, el 38% de las personas mayores de 18 años tiene una deuda. De diez personas, 4 tienen una cuota impaga.

Educación financiera

Si bien endeudarse no es negativo en sí, pensando que ha sido una posibilidad para muchos chilenos de acceder a bienes y servicios, en períodos de crisis se deben asumir los compromisos financieros con especial precaución y evaluando bien las opciones del mercado.

Al respecto, Esteban Carrasco, indicó que “las instituciones en general (públicas y privadas), están en deuda con la educación financiera, frente a un modelo de acceso al crédito que se ha extendido durante los últimos 30 años. Actualmente, las alternativas para conseguir un crédito son altísimas, y algunas instituciones de retail financiero no piden garantías para prestar dinero. De la misma forma en que a nosotros nos educan para tener buenos hábitos de convivencia, los hábitos financieros son fundamentales”.

Para contribuir en el desafío de evitar que pequeños montos impagos sean la puerta de entrada al endeudamiento en las nuevas generaciones, la carrera de Ingeniería Comercial USS, en convenio con la Corporación de Desarrollo de La Reina, realizó un taller de educación financiera a 35 estudiantes de cuarto medio. Un programa piloto de seis clases, dirigido a estudiantes tanto de colegios municipales como particulares subvencionados, que entregó herramientas y nociones centrales de educación financiera, siendo dictadas por alumnos de quinto año de la universidad.

En los talleres se enseñó cómo hacer un presupuesto; cómo prever los gastos que uno puede tener; mostrar qué es lo significa adquirir una deuda con ejemplos concretos; qué es la tasa de interés; además de los distintos instrumentos que hay de deuda, y al mismo tiempo tener las herramientas necesarias para poder compararlos, para así elegir la forma más conveniente y menos costosa.

Una propuesta que anhela en los próximos años abarcar más comunas y regiones, para impactar en el bolsillo de quienes comienzan a contar con dinero a menudo.

5 consejos para enfrentar el endeudamiento

Frente a un problema transversal en el país, el académico USS Esteban Carrasco propone prestar atención en estos consejos a la hora de comprometerse nuevamente con una deuda.

1. Entender que nuestros ingresos son limitados

Una regla básica: tenemos que distribuir los ingresos de manera inteligente y responsable. Hay que acostumbrarse a que no podemos gastar más de lo que recibimos como ingreso.

2. Aprender a presupuestar

Endeudarse significa que uno se compromete hacia el futuro. De esa misma manera, las personas deben presupuestar mes a mes, o incluso uno puede presupuestar anualmente, para saber cuáles son las cosas que se pueden comprar y cuáles deben esperar. Presupuestar ayuda a prevenir, así como hacer un análisis de prioridades.

3. Ahorrar, por más mínimo que sea

Puede ser un consejo evidente, más siempre necesario de repetir. En la medida que sean capaces de ahorrar, aunque sea una pequeña parte, estamos formando el hábito de prever algún inconveniente o situación futura que nos obligue a gastar. “Quien es capaz de ahorrar en lo poco, también es capaz de ahorrar en lo mucho”, agrega el profesor USS, indicando que en la medida que una persona tenga mayores ingresos, también va a ser capaz de ahorrar.

4. Saber cuándo es positivo endeudarse

La deuda no es en sí misma negativa, ya que existen situaciones donde es positivo endeudarse. En el caso de bienes durables, se puede adquirir una deuda que va asociado a la durabilidad de ese bien. Esta deuda nos permite gozar de los beneficios de la misma forma en que vamos pagando.

Además, permite también solventar o financiar activos que son de muy alto valor. “Una casa, está pensada para que dure hasta 50 años. Es bastante lógico que uno pueda endeudarse para poder pagarla durante el tiempo”, agrega.

5. Buscar alternativas a la hora de endeudarse

Cuando decidimos responsablemente endeudarnos, hay que buscar la alternativa más conveniente estudiar el mercado cuáles son las alternativas.

Por ejemplo, lo más caro para financiar algo es hacerlo a través del crédito rotativo de la tarjeta de crédito o de la línea de crédito. Las alternativas más convenientes suelen ser un crédito de consumo o una compra en cuotas de la tarjeta de crédito, donde existe una tasa fija, sobre todo en estos tiempos de alta inflación, y donde la cuota que uno paga es siempre la misma. Entonces, así la persona está segura de que va a pagar todos los meses lo mismo.

Junto con eso, hacer la comparación, diferenciando las comisiones, los seguros comprometidos, o el costo anual equivalente (CAE), un porcentaje que permite comparar créditos en las mismas condiciones, entregando certeza de qué deuda es más cara (o más barata) que otra.

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