Revista Materia Arquitectura devela lo que esconden las ciudades cuando cae la noche

Si lo pensamos, la vida nocturna como la conocemos hasta ahora es parte de un período reciente de la historia. Han pasado un poco más de 100 años desde “la guerra de las corrientes”, cuando Nikola Tesla y Thomás Alba Edison peleaban desde sus laboratorios para encontrar el mejor sistema de electricidad que permitiese avanzar hacia una nueva era tecnológica.

El alumbrado de los espacios públicos son inventos que nos permiten explorar la noche en el entorno urbano, llevando a muchos a repensar la arquitectura en un contexto más amplio: como un espacio de encuentro, de búsqueda de intimidad, de belleza, o simplemente de diversión, hedonismo y transgresión.

Para David Caralt, arquitecto y Máster en Teoría e Historia de la Arquitectura de la Universidad Politécnica de Catalunya (Barcelona, España), radicado hace más de 11 años en Concepción, es un tema que le apasiona. Caralt plantea a la ciudad nocturna como un territorio de liberación, extrañeza y conflicto, un universo de emociones y transgresiones. Fue este motivo que llevó al profesional a ser el editor invitado de la nueva edición de la Revista Materia Arquitectura, una publicación de investigación, reflexión y vanguardia que expande las fronteras de la arquitectura, editada por la Universidad San Sebastián.

Fundada en 2009, la última edición -la número 24- del magazine especializado, titulada Nocturno Urbano, estuvo a cargo de Caralt como editor invitado para explorar la noche en la ciudad, con la participación de connotados arquitectos de Europa y América.

La editora jefa de la publicación, Constanza Larach, máster en Historia y Pensamiento Crítico en Arquitectura de la Architectural Association School of Architecture y académica USS, sostiene que “el propósito central de Materia Arquitectura es explorar el ámbito de la disciplina y la práctica arquitectónica, presentando nuevas problemáticas e ideas que se entrelacen con los contextos culturales, sociales, económicos y políticos en los cuales nuestra disciplina opera. Con este propósito en mente, cada número temático se basa en objetos concretos, dando lugar a un proceso de análisis y cuestionamiento sobre los temas disciplinarios y cómo estos se relacionan con otras áreas de conocimiento”.

Y sobre este número, la profesional indica que “explora cómo la vida nocturna en el entorno urbano se entrelaza con los espacios construidos, trascendiendo el ocio y el consumo, y redefiniendo nuestra comprensión de la ciudad. La noche desvela secretos y matices a menudo ocultos durante el día, invitándonos a repensar la arquitectura en un contexto más amplio, entrelazados con los ritmos y dinámicas de la vida cotidiana. Nos impulsa a reflexionar profundamente sobre nuestras ciudades y a contemplarlas desde perspectivas poco exploradas”.

David Caralt, académico de Arquitectura USS, explica “este es un tema que está cobrando más interés en el campo de los estudios urbanos, la arquitectura, la geografía y la sociología; un tema relativamente nuevo dentro de la historia y de la arquitectura, sobre todo lo que se conoce como vida nocturna, que es posible gracias a los sistemas de iluminación artificial y la electricidad. Aún no somos conscientes de lo logrado con la tecnología, de todas las posibilidades que se abren a partir de que se puede vivir o se puede seguir haciendo vida en la noche”, plantea el arquitecto, siendo un punto de quiebre en la cultura occidental.

El profesional afirma que la noche no es lo contrario del día. La noche es un mundo propio y complementario, que ofrece alternativas a las cosas que se pueden hacer cuando la luz del sol está presente. “No hay por qué hacer las mismas cosas, sino que se pueden hacer cosas distintas a nivel de habitar la ciudad”.

Si tuviéramos la posibilidad de mirar el planeta desde el espacio, veríamos como cada noche el mundo se ilumina. Parece que la luz de las ciudades brilla más que la de las estrellas, y cada vez más, con la contaminación lumínica siendo un problema en las urbes desarrolladas.

David Caralt reflexiona e indica que el nocturno urbano tiene una relación muy íntima con la democracia a nivel político y con el espacio público. “En algunos artículos de la revista se aborda la ocupación de los espacios públicos de formas complementarias a lo que se hace durante el día”, dice.

En la nueva edición de la publicación resalta la participación del filósofo y urbanista francés Marc Armengaud, fundador y director de la Oficina de Reconfiguración Territorial AWP, dedicada a la arquitectura, el paisaje y el urbanismo, quien en conversación con David Caralt contó parte de los programas que su equipo a lo largo de los años han hecho en varias ciudades europeas, sobre cómo repensar los espacios públicos, incluso la infraestructura, para ver cómo se podría utilizar, aunque sea por poco tiempo de formas distintas.

Armengaud revisitó la historia del colectivo interdisciplinario que data de 1998, cuando comenzó a realizar talleres de exploración en áreas postindustriales, los que luego se tradujeron en exposiciones, películas, paisajes sonoros, performances, conferencias y publicaciones. Caralt afirma: “Hay casos muy particulares como el que hicieron en Roma, donde tomaron una autopista con vistas privilegiadas en la ciudad de Roma. De noche, como no hay tanto tráfico, la oficina de Armengaud cortó el tráfico y reutilizó la infraestructura como una gran terraza por un tiempo limitado”, y ejemplifica en torno a lo que el mundo de la arquitectura se refiere a cómo insertar otros usos no previstos en estos espacios, repensando partes de la ciudad.

Otro caso que hablaron con Armengaud fue la búsqueda de flexibilidad administrativa para abrir parques públicos de noche para enfrentar las constantes olas de calor en el verano europeo. “Hay momentos que es tan insoportable la temperatura de noche que no puedes dormir, y podrías irte a un parque a refrescarte un poco si estuviera abierto. Esto tú no lo puedes prever o planificar, porque depende de las olas de calor”, asegura Caralt, agregando que el equipo del francés solicitó permisos a las municipalidades locales.

En la Revista Materia Arquitectura también abordaron la historia de las discotecas, de las arquitectas italianas Chiara Carpenter y Giovanna Silva, responsables de la revista especializada Humboldt Books. Las autoras afirman que, desde la década de 1960, los cambios experimentados por la sociedad, tanto a nivel social como cultural, transformó la manera de entretenernos. Las discotecas son reflejo de ello, siendo por su naturaleza, según palabras de Caralt, espacios diseñados para albergar funciones distintas a las que hoy utilizan. El arquitecto de la USS toma el caso de Berlín, conocido por su estilo libre y electrónico, donde hasta iglesias han sido reformadas para ser espacios oscuros con música intensa, con fiestas que duran toda la noche.

La vida nocturna también goza de intimidad, aunque desde las ventanas de los edificios esta se puede transgredir al observar lo que ocurre en otra intimidad (departamento). Así lo busca reflejar el artículo Las ventanas de enfrente: intimidad nocturna y voyerismo natural en la ciudad contemporánea, de Carlo Deregibus, Dr. en Arquitectura y Diseño de Edificaciones y profesor de Arquitectura y Diseño Urbano en el Politecnico di Torino (Italia). El escrito avanza a través de una extensa exploración que vincula la física, la psicología, la cultura de masas y la arquitectura, todo ligado a la relación de los humanos a través de las ventanas, adaptando su intimidad y sensibilidad a un sentimiento seguro de anonimato. Al respecto, Caralt explica: “Es un momento en que tú quieres poder estar solo tú, poder ser otro, el derecho individual a poder por un momento tener una escapada temporal”, una búsqueda de introspección de habitar ese tiempo extra que es la noche en sus propios pensamientos.

Entre las formas de observar la noche, la nueva edición de Materia Arquitectura mira la noche desde Santiago con el artículo Ciudad nocturna lúdica. Espacios y escenas de las prácticas nocturnas del skateboarding en Santiago, de Christian Saavedra Martínez, PhD(c) en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Caralt se explaya: “Los grupos de skaters se apoderan positivamente de distintos lugares que quedan vacíos. Ellos pueden hacer sus actividades, porque en las plazas ya no hay adultos mayores o familias con niños, siendo libres de saltar sin problemas”, cuenta el editor, buscando comprender cómo la noche ofrece un escenario propicio para el surgimiento de un espacio público alternativo.

Otro de los artículos de la revista es Montreal de noche, a cargo de la arquitecta Christina Contandriopoulos, académica del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Québec (Montréal, Canadá). En el escrito se exploran temas como la historia de las trabajadoras sexuales, la cobertura mediática y la transformación de los barrios asociados a la vida nocturna. Sobre este trabajo, Caralt sostiene que se tratan muchos aspectos que son propios de la oscuridad, enfocándose con la “oficialidad adecuada”; es decir, la función que desempeña la noche en la arquitectura y los estudios urbanos. “Hay aspectos que la noche te invita a que tú te abras y te entregues a cosas que no sabes que van a ocurrir”, asegura el editor, explicando que la ciudad francófona de Canadá es extrapolable a muchas urbes que han hecho de la noche una identidad propia. “Hay ciudades que tienen normas urbanas específicas para la noche -incluso un alcalde de noche-, que establecen ciertos códigos de cómo moverse para luego no desnaturalizar lo que es propio de la noche, parte de esta aventura”, dice.

De eso y más abarca la edición 24 Nocturno Urbano de la Revista Materia Arquitectura, de la Universidad San Sebastián, que está disponible gratuitamente en los enlaces de la nota, en versión bilingüe español e inglés. Esta publicación académica está indexada al Web of Science Emerging Sources Citation Index (ESCI); a Avery Index para Publicaciones Periódicas de Arquitectura; al Directorio de revistas científicas Latindex; al Catálogo de revistas científicas Latindex; a EBSCO; al Directorio de revistas ARLA (Asociación de Revistas Latinoamericanas de Arquitectura); y al DOAJ (Directory of Open Access Journals).