Biodiversidad: una agenda de gran ambición para cuidar los recursos naturales del planeta

notas lab enero 24
Biodiversidad: una agenda de gran ambición para cuidar los recursos naturales del planeta

Dentro de las temáticas abordadas en la COP 16 estuvieron la vinculación de la biodiversidad con el cambio climático, la restauración y conservación de ecosistemas, el financiamiento y movilización de recursos y la integración de las comunidades más expuestas.



Uno de los principales objetivos de la COP 16 realizada en Cali, Colombia, fue establecer agendas, compromisos y marcos de acción para conservar la diversidad biológica y darle un uso sostenible, junto con garantizar la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos naturales.

Daniel Vercelli, cofundador y Managing Partner de Manuia, explica que dentro de las principales temáticas abordadas estuvieron la vinculación de biodiversidad con cambio climático, la restauración y conservación de ecosistemas, el financiamiento y la movilización de recursos y la integración de las comunidades más expuestas. “Una de las metas más relevantes es la que busca proteger el 30% de la superficie terrestre, para que se conserve en estado natural de aquí al año 2030. Si no hacemos algo al respecto, al 2050 habrá sólo un 10% de la tierra en estado natural”, advierte.

Esto implica una serie de desafíos, comenzando por la insuficiencia de los montos disponibles: a la fecha sólo hay US $407 millones, lejos de los US $700.000 anuales necesarios para financiar este gran proyecto. “Por eso se insiste en la conformación de un mecanismo de financiamiento robusto y habilitador”, acota Vercelli.

Para las empresas, la conservación de la biodiversidad es un factor clave, y las negociaciones instan a incorporar la evaluación de impacto en la naturaleza como parte de la gestión de impactos ambientales corporativos. En el caso de Chile, como país exportador de recursos naturales, tiene la responsabilidad estratégica de garantizar la protección y sostenibilidad de estos. “Pensemos en productos que exportamos, como el vino, los salmones, las frutas, el papel y un gran etcétera. Todos tienen en común el hecho de que se nutren de la naturaleza que necesitamos proteger, por lo que no sólo está en juego el ecosistema, sino también la propia competitividad de esas compañías. De otro modo, corremos el riesgo de quedarnos sin los recursos necesarios para actividades que son básicas para el desarrollo económico”.

Entre los sectores claves a considerar a nivel local, el ejecutivo incluye la incorporación de la gestión de biodiversidad, especialmente en sectores agrícolas, acuícolas y forestales. También se espera que, durante 2025, Chile incluya en su actualización de NDC objetivos alineados al acuerdo de Kunming Montreal sobre preservación y restauración, a lo que también deberá sumarse el sector privado. Por último, Vercelli apunta a la exploración de mecanismos financieros como bonos verdes y fondos internacionales.

“Las empresas deben ser las primeras interesadas en resolver los problemas y desafíos de biodiversidad. Las decisiones de inversión tienen que mirar siempre a largo plazo y en el mundo actual, deben incorporar principios medioambientales para tener éxito. Ya no basta con resolver desde la filantropía, hay que hacerlo desde la estrategia y el modelo de negocios, poniendo siempre a las personas al centro”, recomienda Vercelli.

La agenda de biodiversidad se retomará nuevamente en la COP 30 que se realizará en 2025 en Brasil. “Vamos tarde y avanzamos lento, además estamos viviendo un entorno muy incierto para el proceso de negociaciones debido a las tensiones geopolíticas. Aun así, confío en que cada vez se está haciendo más evidente la importancia y oportunidad que significa la convergencia de las agendas de clima, biodiversidad y degradación de tierras para resolver las problemáticas globales”, dice Vercelli.

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