Expertos plantean necesidad de aumentar las contrataciones de personas mayores
En el marco de la presentación de los resultados del reciente estudio “Nueva Empleabilidad” desarrollado por Criteria, junto a MetLife, Travesía 100 y Ashoka, cuatro expertos participaron en el conversatorio “Empleabilidad y personas mayores: los desafíos para impulsar contrataciones”, quienes argumentaron en favor de promover cambios en la sociedad y las empresas que permitan incorporar personas mayores al mundo laboral, segmento que crecerá exponencialmente en los próximos años producto de la baja natalidad y la mayor esperanza de vida.
El 76% de las personas mayores de 50 años consideran que les sería difícil o muy difícil encontrar un empleo como trabajador dependiente. Esta es una de las muchas conclusiones del informe “Nueva Empleabilidad” que busca comprender las subjetividades de la situación laboral para las personas mayores de 50 años en Chile, segmento que ha ido en aumento en relación al resto de la población, producto de una menor natalidad y el aumento de la esperanza de vida.
El estudio fue presentado en el conversatorio en vivo “Empleabilidad y personas mayores: los desafíos para impulsar contrataciones”, transmitido el viernes 27 de septiembre por LaTercera.com, en alianza con MetLife, Travesía 100 y Ashoka, y en el que participaron Carolina Carrasco, lead specialist del BID Lab; Estefanía Delmás, directora de Academia de la Red de Recursos Humanos; Octavio Vergara, exdirector del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y actual director ejecutivo de la iniciativa Sello Mayor; y Marco Silva, socio de Criteria.
El objetivo del encuentro, conducido por la periodista Bárbara Pezoa, fue profundizar en las dificultades y oportunidades de la empleabilidad de las personas mayores, además de detectar medidas que generaren conciencia de esta necesidad.
Carolina Carrasco, del Banco Interamericano de Desarrollo, sostuvo que “este cambio demográfico es un fenómeno global, pero América Latina y el Caribe es la región que está envejeciendo más rápido que el resto del mundo. Y en particular, Chile y Uruguay lideran ese proceso. Esto significa que la fuerza laboral que hemos entendido tradicionalmente está sufriendo cambios, y por lo tanto hay problemas macroeconómicos que se derivan de este envejecimiento de la población. Los ingresos individuales están disminuyendo, hay más presión por el desarrollo de políticas de protección social, y eso estrecha los presupuestos. Hay estudios de la OCDE que indican que si estimulamos el empleo de las personas mayores podríamos mitigar la pérdida de productividad o la disminución del producto interno bruto de los países en el mediano plazo. Por lo tanto, hay razones muy concretas de por qué fomentar el envejecimiento activo”.
Octavio Vergara, de Sello Mayor, manifestó que “es importante atreverse a hablar de la empleabilidad de las personas mayores, porque en 30 ó 40 años más vamos a ver triplicada la población de este segmento. En comparación a lo que ocurrió en Francia o España, este proceso tomó 130 años y pudieron adaptarse bien. En cambio, en Chile tenemos que hacer ajustes rápidos, pues esto está afectando la calidad de vida de las personas mayores. Más o menos entre un 20% y un 25% de cómo una persona envejece se debe a factores genéticos, y el 80% a factores externos, sobre cómo la sociedad trata y valora a las personas mayores. Así, considero que la promoción de la empleabilidad de estas personas y este estudio en particular son claves para promover un buen envejecimiento de aquellos que quieren seguir trabajando por las múltiples razones que arroja este estudio, como la necesidad económica o ser más valorados por la sociedad”.
Estefanía Delmás se refirió a las disímiles realidades de las personas mayores que trabajan como dependientes, con un contrato laboral, de aquellas que lo hacen como independientes. Al respecto, dijo que “el trabajo tiene una connotación social muy fuerte y suple muchas necesidades. Entonces, cuando tú estás trabajando de manera informal no siempre perteneces a un grupo, no siempre eres visto y no siempre eres valorado, y esas son unas de las características clave que recoge este estudio. Las personas mayores quieren trabajar, por dinero para suplir sus necesidades y para sentir pertenencia y valoración (...) Hoy hay muchas políticas que implementar y las empresas necesitan, por ejemplo, cubrir puestos de media jornada que son muy difíciles de cubrir”.
Por su parte, Marco Silva aseguró que hay muchos mitos que derribar sobre el mundo laboral y las personas mayores, como por ejemplo “la idea de que la tecnología no la manejan estas personas está quedando cada vez más alejada de la realidad. Los mayores se han incorporado rápidamente a lo digital; o que a los 65 años eres una persona postrada, lo que es absolutamente falso; o que una persona cuando jubila se va a su casa a cuidar a otros, como nietos, pareja o sus padres, lo que también es un mito; o bien la obsolescencia del conocimiento a mayor edad. El problema es que culturalmente tenemos establecido una fecha obligada de caducidad -por así decirlo-, que es la edad de jubilación de mujeres (60) y hombres (65). Hay que cambiar esta percepción y decir que a partir de estas edades se puede jubilar, pero que no es una obligación o algún decreto que se debe seguir. Derribar estos mitos es crucial para mejorar la calidad de vida en el país”..
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