Las ventajas de adoptar el cloud computing para tu empresa
Consumo flexible, trabajo remoto y tecnología a prueba de fallos son parte de los beneficios de entrar al mundo de la computación en la nube en tiempos de pandemia.
El Cloud Computing, o servicios de computación en la nube, es un modelo de servicios que permite a cualquier empresa virtualizar sus recursos, aplicaciones y capacidades de TI para que no tengan que depender de servidores físicos ni de inversión en infraestructura.
Ya sea a través de redes públicas o privadas, las organizaciones que optan por mover su infraestructura, plataformas y aplicaciones a un entorno de cloud computing, se convierten en empresas más ágiles en la adaptación a los mercados, más eficientes en sus costos y con menores riesgos en sus operaciones.
Esto, en comparación con empresas que hoy en día siguen operando con el modelo “on premise”, donde la infraestructura se limita al espacio físico que se posee, posee grandes ventajas, sobre todo en época de pandemia.
Matías Gil, Gerente Comercial de Servicio TI en Gtd lo explica de la siguiente manera: “No estar en la nube significa depender de un soporte físico, y si ese hardware falla, con toda la crisis que hay en la pandemia, enviar una orden de compra para fabricar y despachar puede tomar 90 días. Como el cloud computing funciona con nodos de procesamiento, si hay alguna falla técnica, el proceso simplemente se lleva a otro datacenter de nuestra red”, explicó.
Pero más allá de la coyuntura especial, la computación en la nube ofrece diferentes ventajas que se adaptan a la realidad de quien la requiera.
La primera de ellas es el costo: ya no se requiere invertir en sistemas, sino que simplemente se consume la capacidad que se necesita. Matías Gil cita el ejemplo de las empresas de delivery, que durante la cuarentena han incrementado su funcionamiento de manera exponencial y solo la nube permite realizar un escalado de sus servicios de manera rápida.
Ese ese sentido, hay una mayor agilidad y flexibilidad para ajustar las capacidades y recursos de TI, tanto para aumentar capacidades como también disminuirlas y así no estar pagando extra. “La nube tiene la capacidad de adaptarse a lo que requiere el negocio y en tiempos de respuesta que son los que se necesitan en la realidad de hoy”, puntualiza.
También destaca la posibilidad de optar a distintos tipos de nubes dependiendo de los requerimientos técnicos de cada tarea. Hay nubes públicas globales, ideales para servicios que requieren altas capacidades de procesamiento por poco precio y en donde se manejen datos que no necesariamente requieran fiscalizaciones especiales.
Las nubes públicas locales operan bajo el mismo principio que el anterior, pero levantada sobre una arquitectura dispuesta en territorio chileno, con datacenters que aseguran la soberanía de los datos y, además, un acceso prácticamente sin latencia debido a la cercanía.
Finalmente están las nubes privadas dedicadas, hechas para una sola compañía, pero aprovechando los beneficios de distribuir todos los datos en diferentes datacenters.
Otro gran beneficio que existe es el de la seguridad y menor riesgo en la continuidad operacional de las aplicaciones y sistemas. Esto debido a que empresas como Gtd no solo entregan acceso a una tecnología, sino que también soporte y ayuda de especialistas que pueden gestionar múltiples clientes con altos estándares y certificaciones de la seguridad y confianza en los procesos. De hecho, el mismo levantamiento de datos para entrar en la nube se hace desde un sistema de cloud computing, desde el cual no es necesario tocar los equipos físicos para, una vez hecha la transformación, empiece a operar la comodidad de un sistema que es a prueba del futuro.
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