Tres profesionales de la minería cuentan sus experiencias y resaltan las nuevas oportunidades que ofrece la industria

Compromiso Minero
Kimberlyn Contreras, Víctor Pérez y Tatiana Ivanov.

A Kimberlyn Contreras, Víctor Pérez y Tatiana Ivanov los une la minería, pese a que tienen vivencias y carreras muy distintas. Sus historias forman parte de la campaña “Soy miner@ y me encanta”, una iniciativa comunicacional de la red Compromiso Minero que busca visibilizar, a través de testimonios reales, la diversidad de talentos que existen en el principal sector económico del país, y cómo este contribuye a enfrentar los desafíos del país y el mundo, de cara a las futuras generaciones.



Compromiso Minero es una red que reúne a más de 115 empresas del ecosistema minero, abarcando desde la academia hasta proveedores, compañías y gremios. Desde su formación en 2021, su foco ha sido fomentar el trabajo colaborativo entre los distintos actores de la industria, en un esfuerzo por acercar la minería a las personas y enfrentar los desafíos del sector en materias como medioambiente, relacionamiento territorial, equidad e inclusión, con especial énfasis en la atracción de talentos que sean capaces de abordar el futuro altamente tecnologizado e innovador que se prevé para los próximos años.

Para fortalecer la red y visibilizar los avances y proyectos de la minería, Compromiso Minero lanzó a finales de 2024 la iniciativa comunicacional “Soy miner@, y me encanta”, que muestra en voz de sus protagonistas la diversidad de talentos técnicos y profesionales que son parte de la industria. Cabe destacar que ésta es una continuación de “Sí, soy miner@”, emitida durante 2023 y que dada su amplia llegada a la ciudadanía fue premiada con una estatuilla de oro en los premios Eikon Chile 2024.

En esta nota profundizamos las historias de tres profesionales que son protagonistas de “Soy miner@, y me encanta”.

Un camino de perseverancia hacia una minería más inclusiva

Compromiso Minero
Kimberlyn Contreras, especialista de mejoramiento continuo en la mina Spence | BHP.

El camino de Kimberlyn Contreras para comenzar a trabajar en la minería estuvo marcado por obstáculos que fue enfrentando a punta de convicción, determinación y esfuerzo. Logró romper los prejuicios por una condición de discapacidad auditiva que padece, la cual ha ido superando con intervenciones médicas: ya puede escuchar por uno de sus oídos. Hoy ejerce como especialista de mejoramiento continuo en la mina Spence | BHP -adherente de Compromiso Minero-, compañía a la que ingresó hace cuatro años, y que está ubicada en la comuna de Sierra Gorda, a 162 kilómetros al noreste de Antofagasta.

Oriunda de Diego de Almagro, en la región de Atacama, su interés por la minería comenzó cuando estudiaba en la enseñanza media para convertirse en técnico metalúrgico en el Liceo Bicentenario Manuel Magalhaes Medling. Sus excelentes calificaciones fueron reconocidas con un viaje a conocer la Universidad de La Rioja, en Argentina. Fue allí donde nació su pasión por la minería.

“En ese entonces no escuchaba, pero lo que me guió fueron las vibraciones de los chancadores, que son grandes máquinas que muelen las rocas con el mineral, previo a su procesamiento. Cada paso que daba hacia ellos aumentaba la intensidad de las vibraciones, hasta que finalmente me encontré en un espacio lleno de equipos mineros y vitrinas repletas de minerales. Aunque no podía escuchar los sonidos, sentí la minería de una manera única: a través de mi cuerpo, esas vibraciones parecían hablarme directamente. En ese momento, algo despertó en mí un deseo profundo de entender más, de ser parte de ese mundo”, recuerda Kimberlyn.

Cuando regresó a su casa, le dijo a su madre que quería estudiar ingeniería en minas, lo que no fue bien recibido. “Me dijo que era una carrera de hombres y que, por mi discapacidad, debía dedicarme a algo relacionado con la salud”, añade. Luego de dos años de determinación, finalmente convenció a su familia para entrar a estudiar Ingeniería en Minas en INACAP, desde donde egresó el 2019 con promedio 7.

Sin embargo, su título no bastó para encontrar trabajo inmediatamente, debiendo ejercer por dos años como auxiliar y supervisora de aseo. “Ese trabajo me enseñó a valorar el esfuerzo de cada persona y a entender que el liderazgo no se mide por el cargo, sino por la capacidad de inspirar y generar impacto desde donde estés”, afirma. Debido a su empuje, Kimberlyn nunca dejó de buscar empleo en la minería, hasta que en 2021 lo logró: ingresó a Spence | BHP como parte del Programa de Graduados y hoy ejerce como especialista de mejoramiento continuo en la Gerencia General de Operaciones de la mina.

“En Spence estamos liderando un cambio transformador en la industria, convirtiéndonos en la minera con el mayor porcentaje de mujeres en el país, alcanzando el 45,2% de representación femenina. Este logro refleja nuestro compromiso con promover la equidad de género, desafiando los estereotipos históricos y demostrando que la diversidad fortalece nuestros equipos y potencia la innovación”, declara orgullosa. Pero su motivación fue más allá y siguió estudiando, titulándose el año pasado de Ingeniera Civil en minas de la U. de Aconcagua.

Kimberlyn ha sido testigo de cómo la minería se ha ido transformando en una industria moderna y más responsable con el entorno y que avanza en la adopción de nuevas tecnologías. “En términos tecnológicos, estamos a la vanguardia de la innovación. En Spence operamos con 33 camiones autónomos, trabajamos con dos chancadores simultáneos y contamos con 5 perforadoras autónomas, lo que no solo optimiza nuestra productividad, sino que también reduce significativamente los riesgos de seguridad, priorizando siempre el bienestar de nuestras personas”, enfatiza.

La transformación de la minería ha abierto nuevas oportunidades para profesiones que, hasta hace sólo unos años, eran ajenas al rubro, lo que reafirma Kimberlyn: “El cambio es evidente. La minería ha dejado de ser una industria limitada a roles técnicos tradicionales. Hoy, la cadena de valor abarca un espectro mucho más amplio de profesiones, gracias a la incorporación de nuevas tecnologías, el enfoque en sostenibilidad y el compromiso con la diversidad e inclusión. Estamos hablando del desarrollo de sistemas autónomos, el análisis avanzado de datos y las estrategias para una minería sostenible. Se han abierto espacios para profesionales en áreas como inteligencia artificial, sociología, comunicación, ciberseguridad, relaciones comunitarias e, incluso, diseño y gestión de experiencia. Estos perfiles no solo complementan la operación, sino que son fundamentales para la minería moderna”.

Kimberlyn también entrega un mensaje a la juventud que hoy busca su propio camino en la industria: “Sé que muchas veces puede parecer que las oportunidades no llegan, pero lo importante es ser perseverantes, seguir preparándose. La minería es una industria con enormes posibilidades, y aunque puede parecer lejana, es un sector que necesita nuevos talentos con energía y visión”.

En su tiempo libre en su casa en Diego de Almagro, Kimberlyn se conecta con su esencia, con caminatas por los cerros y puede mirar los paisajes de su querida ciudad, lo que la impulsa a seguir adelante. Pero también participa en iniciativas de voluntariado, como parte de Women in Mining, una organización que se dedica a fomentar y apoyar la participación de las mujeres en la industria minera, promoviendo la equidad de género. En esta tarea encabeza un equipo multidisciplinario enfocado en integrar a personas con discapacidad y generar conciencia para derribar barreras, sensibilizar a las personas y preparar a los futuros líderes para que adopten una visión inclusiva en su gestión.

Formando a los nuevos profesionales de la minería 4.0

Compromiso Minero
Víctor Pérez, académico especialista en minería en la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez.

A pocos años de titularse como ingeniero comercial, Víctor Pérez comenzó a trabajar en Codelco, adherente de Compromiso Minero: “Llegué a la industria minera desde el mundo de las finanzas y el trading de derivados. Mi primer trabajo fue encargarme, junto a un gran equipo, de las pérdidas en futuros de cobre, oro y plata que se produjeron en enero de 1994. Fue una experiencia que me marcó para siempre y me acercó a los mercados de metales hasta el día de hoy”.

Desde ese entonces, Víctor ha seguido ligado al mundo minero. Hoy ejerce como académico especialista en minería en la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez -recientemente incorporado a Compromiso Minero-, en las áreas de sustentabilidad, innovación, venture capital y mercados, donde se destaca como experto en minería verde, trazabilidad, usos del cobre, desarrollo y acceso de mercados de minerales y certificación de suministro responsable de metales.

“Me gusta enseñar que el vínculo que hay entre una minería más productiva y una minería más sostenible, pasa por entender que los modelos de gestión modernos tienen ambas dimensiones completamente integradas. Un modelo minero exitoso tiene vinculadas a la productividad con la sostenibilidad desde el inicio de un proyecto, hasta el cierre de una faena. En ese vínculo, las nuevas tecnologías juegan un rol central, ya que permiten hacer sostenibles los proyectos y operaciones mineras; y en el proceso de formación de jóvenes profesionales del sector, estos desafíos tecnológicos son tremendamente motivadores”, sostiene.

Para Víctor, la minería no es cualquier industria, menos pensando en el liderazgo que tiene Chile en esta materia. Para él, los metales, y especialmente el cobre, han jugado un rol esencial en el desarrollo de la humanidad. “Hace miles de años que el cobre nos acompaña por sus impresionantes propiedades, y entender el rol de los metales en el desarrollo humano permite una mejor comprensión de la minería y el propósito de ser mineros. Los usos del cobre, y en general de todos los subproductos que se recuperan en la minería del cobre, tienen un rol fundamental para la vida cotidiana y los desafíos de la humanidad”, afirma.

También comenta que la minería que conoció hace 30 años es muy distinta de la actual y de la que vendrá: “En términos del cuidado del medioambiente, pasamos de ser vistos como un sector de alto impacto, a uno preocupado, ocupado y responsable. Por lo demás, la minería fue el principal sector que estimuló la incorporación de energías renovables en nuestro país, y hoy somos líderes mundiales en esta materia en gran parte gracias a ello. La minería actual es el principal sector que tracciona el desarrollo y la innovación en la desalinización de agua de mar para sus operaciones y comunidades aledañas. Y el paso que viene serán las baterías de almacenamiento energético a gran escala, lo que permitirá la masificación de estos sistemas en nuestro país”.

Otro de los cambios importantes que menciona es la incorporación de mujeres en la minería, algo impensable hace tres décadas, además de los avances tecnológicos, la automatización, el big data, la llamada minería de precisión, el manejo y valorización de residuos y la economía circular; también destaca el relacionamiento territorial y comunitario y los esquemas de certificación de producción responsable auditados por terceros, como es el caso del Copper Mark, entre muchos otros avances.

Toda esta evolución ha pavimentado el camino para la ampliación y diversificación de las competencias y profesiones que hoy requiere el ecosistema minero. Víctor lo explica así: “El sector minero requiere profesionales capaces de abordar de manera sistémica los desafíos y sus complejidades, con énfasis en una perspectiva digital. Es clave que los profesionales sean capaces de vincularse transversalmente desde sus experiencias y conocimientos con otras áreas y macroprocesos de la minería. Deben ser capaces de integrar la digitalización, la automatización y las herramientas de análisis en las operaciones mineras con realidades ambientales, sociales y de seguridad que son fundamentales para que la minería sea segura, con mínimo impacto ambiental y bienvenida por sus territorios y los mercados”.

La minería moderna es clave para hacer posible la transición energética, pues proporciona minerales como el cobre, el litio y otros que son indispensables para la generación de energías limpias: “En la minería, Chile juega en la primera división mundial y, por lo tanto, sus profesionales se exponen a entornos locales y globales con claras oportunidades de desarrollo profesional. Se trata de un campo interdisciplinario que conecta diferentes áreas del conocimiento. Los mineros debemos sentirnos con un profundo orgullo por el rol de privilegio que el cobre, el litio, el molibdeno, el renio y otros metales que producimos como país juegan y jugarán para entregar un mejor planeta a las generaciones futuras de Chile y el mundo”, señala Víctor, quien -además- ha presidido asociaciones internacionales de renombre, como la Asociación Internacional del Molibdeno y el Comité Ejecutivo de la International Copper Association.

Para este ingeniero, la minería chilena de todos los tamaños está encaminada a una versión 4.0, lo que implica una verdadera transformación digital de esta industria mediante el uso de tecnologías avanzadas que mejoran la eficiencia productiva, la seguridad de las personas y la sostenibilidad de las operaciones.

De la industria petroquímica a la industria minera

Compromiso Minero
Tatiana Ivanov, líder del área de calidad y sustentabilidad de Endress+Hauser.

La ingeniera química Tatiana Ivanov llegó a Chile hace 10 años, proveniente de Venezuela, donde se desempeñaba en una empresa especializada en ingeniería, adquisiciones y construcción, más conocidas como EPC, que son las encargadas en concretar proyectos de infraestructura a gran escala en el sector petroquímico y otras industrias. Pero su curiosidad por buscar nuevos desafíos la llevó a tomar la decisión de explorar oportunidades en la minería chilena.

Tatiana cuenta que se sintió impulsada por el hecho de que “tenía amigos que trabajaban en una EPCs para el rubro minero y me contaban que era una gran experiencia. Ya en Chile ingresé a la compañía alemana Endress+Hauser (E+H), adherente de Compromiso Minero, y en mi rol de project manager tuve la oportunidad acompañar a clientes del sector”.

Con el correr de los años, Tatiana fue ascendida a su actual cargo, a través del cual lidera el área de calidad y sustentabilidad en E+H, lo que le ha significado un crecimiento profesional que agradece y valora, pudiendo combinar su interés por la ingeniería y por las personas, fortaleciendo sistemas de gestión de calidad, cuidado del medio ambiente, la salud y la seguridad en el trabajo, así como en el sistema de gestión de igualdad de género y conciliación entre la vida laboral, familiar y personal.

“Mi propósito es cuidar la huella de nuestra organización en temas medioambientales, de cara a nuestros clientes, proporcionando un servicio de calidad y con el menor impacto en el planeta, trabajando en faena con altos estándares de seguridad. Si bien paso mayormente en nuestra oficina en Santiago, cada cierto tiempo hago visitas a terreno para apoyar al equipo en faena o en reuniones con clientes”, destaca.

La ingeniera química ha sido testigo presencial de los grandes cambios que ha experimentado la industria minera nacional, como la incorporación de más mujeres que generan valor desde sus distintos roles. “También se ve el incremento en la preocupación que tiene el ecosistema minero completo en reducir el impacto al medio ambiente, en el compliance ético y financiero, la salud y seguridad en el trabajo. Todas estas aristas que son parte de la sustentabilidad que hoy abraza la minería”. Y da el ejemplo de que en la actualidad, toda empresa proveedora de las compañías mineras -como E+H- debe llenar formularios de cumplimiento en todos los aspectos de sostenibilidad para participar en el negocio, lo que antes no era necesario.

El desarrollo de la industria y sus altos estándares han abierto también nuevas posibilidades para desempeñarse en el sector, ampliando el abanico de profesiones que son necesarias para el desarrollo actual y futuro de esta industria. En este sentido, Tatiana destaca que “se necesitan conocimientos no sólo de ingeniería en minas, sino de tecnología, de administración y finanzas, para compliance financiero, de leyes para el cumplimiento del marco regulatorio y de recursos humanos para desarrollar una gestión de personas con equidad de género, incluso de periodistas”.

También hace un llamado a los más jóvenes: “Les diría atrévanse, exploren las oportunidades que ofrece el ecosistema minero desde sus distintas áreas. La industria está cada día más preparada para la diversificación de sus roles; es una industria cada vez más inclusiva y que apunta a poder conciliar -además- la vida laboral, personal y familiar. Es una experiencia magnífica formar parte de un rubro que aporta tanto al crecimiento del país”, concluye.

Conoce más sobre la campaña Soy miner@ y me encanta en este link

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