Editorial

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Sábado 25 de noviembre de 2017, edición N°759




Cada vez que vuelvo del supermercado se me aprieta la 'guata', no solo por lo que cuestan las cosas, sino por la cantidad de bolsas y embalajes que debo descartar antes de usar o hacer algo. Hace tiempo que dejé de comprar bolsas de basura para la basura, tengo un basurero donde las del supermercado quedan perfectas, así que hay algo de reúso, pero ¿qué se hace con las muy chicas o muy delgadas?, esas que se usan en las frutas y verduras, ¿o las más chicas del jamón y queso? Trato de juntarlas y se las paso a amigos que tienen mascotas, pero generalmente se rompen antes de llegar a eso. Podría tomar decisiones más radicales, llevar las mías al supermercado, comprar en distintos lugares a granel en cambuchos de papel, etc. Pero no tengo el tiempo o el espíritu tan verde... trabajo en eso.

Hacerse más responsable sobre la huella propia es algo que todos debemos hacer, porque si no modificamos nuestra conducta, este planeta no va a aguantar mucho más. Pero no solo lo que uno hace es importante. ¿Cuantas botellas plásticas por minuto se fabrican? Botellas que en un gran porcentaje van a ser utilizadas solo una vez. ¿No deberían las embotelladoras hacer algo?, responsabilizarse por este desecho, desarrollar productos de más fácil reciclaje en base a materiales orgánicos compostables, o una nueva manera de transportar líquidos. ¿Dónde está la inversión en I+D de estas compañías?

Tomemos este tema en serio, eligiendo marcas con propuestas lo más verdes posible, haciendo cambios en nuestro día a día; no hacerlo nos acarreará costos económicos y sociales que creo no somos capaces de vislumbrar. Revise los programas de gobierno de los dos candidatos que quedaron en carrera, porque para hacer los cambios radicales que necesitamos muchos lineamientos tienen que plantearse como políticas de gobierno: uno propone más que el otro, pero los dos proponen bien poco, una lástima.

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