En equilibrio
Casa Nida, de los arquitectos Pezo von Ellrichshausen, fue finalista para el Design of the Year Award en Londres. Ubicada en la localidad de Navidad, esta casa se levanta sobre una estructura concéntrica formada por cuatro marcos rígidos y con ocho columnas continuas.
En un sitio poblado por cipreses, pinos y algunas especies nativas, retirada del borde costero nacional, se encuentra esta casa hecha por la oficina de arquitectura Pezo von Ellrichshausen para una joven pareja vinculada al arte y la tecnología. Ambos son aficionados a los deportes extremos, él escalando montañas y ella nadando largas distancias en el mar. "La casa sería un lugar para escapar de Santiago y con el potencial de trasladarse definitivamente. Cuando la construcción estaba a medio camino supieron que tendrían su primera hija, por lo que todos los planes se aceleraron", cuenta Sofía von Ellrichshausen.
Cuando contactaron a los destacados arquitectos nacionales ya habían visto la casa Solo, construida por ellos en España, "por lo que ya tenían la intuición de salvar esa distancia física al mar haciendo una casa elevada que pudiera asomarse entre los árboles. Por supuesto, la intuición era en realidad una invitación a explorar algo diferente", dice Mauricio Pezo.
Al trabajar con un entallamiento invertido, ¿qué características le entrega a la construcción?
Sofía: La propuesta explora un formato vertical, algo que entendemos como una sucesión vertical triple. Una extensión que distingue las tres partes básicas de cualquier columna o torre: una base, un fuste y un capitel. En esta transición desde el nivel del terreno natural a un estrato elevado, que recupera la vista directa y panorámica al mar, propusimos invertir la estratificación convencional del programa. En una casa tradicional las áreas sociales están contra el suelo y los dormitorios, arriba. Pero en este caso es al revés; los dos primeros pisos tienen las habitaciones menores (abajo dos muy pequeñas, luego una más generosa para la pareja) y el tercer piso es, a la manera de un atalaya, una plataforma abierta con la cocina, comedor y estar. En el techo, en el cuarto piso, hay una terraza aun más abierta.
Pezo: Esta inversión del programa está acompañada con un cambio en el tamaño de cada piso. La casa tiene una planta cuadrada, sin dirección predominante, que crece un metro para cada lado en cada piso. La plataforma del techo es de 12 x 12 m. Constructivamente es un desafío, sobre todo considerando nuestra condición sísmica. La reducción invertida se resuelve mediante una estructura de marcos rígidos de hormigón armado. Aparte de un zócalo enterrado, la casa no tiene muros estructurales, tiene solo pilares de planta cuadrada de 30 cm. El sistema se basa en un régimen simétrico de dos marcos por cada lado, con un par de pilares por cada esquina. Son ocho columnas continuas en total, y ocho columnas discontinuas que cierran el retranqueo de cada lado.
¿Con qué materialidades se trabajó?
Sofía: La estructura es de hormigón armado teñido marrón, con entrepisos y divisiones interiores de madera, pisos de roble y cerramientos de vidrio, en grandes paneles con marcos de madera sólida. En las esquinas son paños correderos que, al no tener pilar, dejan completamente abierto, como terrazas de esquina. El teñido del hormigón y la madera hace aun más difusa la distinción material. Dependiendo de la luz, el hormigón parece madera.
¿Cómo juega la luz en la construcción que se articula desde el centro?
Pezo: La calidad de la luz interior es relativa a cada piso. Abajo es más tenue, no solo por la sombra que arroja el follaje de los árboles circundantes sino por el alero que forma el piso de más arriba. Esta condición más bien protegida fue un criterio fundamental para el proyecto. A diferencia de las casas de verano que tienen grandes ventanales que se convierten en peceras insoportables por el sol, que luego terminan cubiertas con toldos provisorios, sabíamos que las ventanas, cuando son generosas, necesitan de una protección. El entallamiento no sólo resuelve la distribución del programa en relación al paisaje sino la sombra necesaria para poder ver ese paisaje.
Sofía: Y otro material importante de la casa son las cortinas de lino. Este es otro tamiz de luz y privacidad. El interior se transforma completamente cuando las cortinas están cerradas. Los árboles se siguen viendo pero como sombras proyectadas, casi como de un teatro japonés. pezo.cl
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