En horabuena

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Un trabajo multidisciplinario entre arquitectos proyectistas, interioristas, paisajistas, calculistas y más, es lo que hizo este equipo uruguayo presidido por la oficina de arquitectura MPR Project Management para levantar el elegante y sutil hotel Cottage Puerto Buceo, en el barrio de Puerto Buceo, Montevideo. Los resultados: arquitectura vernácula, comodidad y servicio de excelencia, y una escalera central que une al edificio, que más que objeto utilitario es una obra de arte en sí misma.




Con 11 años de experiencia, los arquitectos de MPR Project Management Montevideo están orgullosos; orgullosos del maravilloso trabajo en equipo que hubo mientras se construyó e ideó el nuevo –inaugurado recién en agosto pasado– hotel Cottage Puerto Buceo. Las cabezas que participaron fueron muchas, las que de distintos ángulos y puntos de vista aportaron su granito de arena para los resultados fantásticos que vemos en estas páginas, tanto en arquitectura como en servicio, en calidad e interiorismo.

El edificio

El encargo del cliente era hacer un hotel pequeño premium y que se definiera por la calidez, calidad e innovación. Para eso, los arquitectos de MPR decidieron utilizar la madera como material principal –la de eucalipto–. El revestimiento exterior, hay que decirlo, es uno que imita la madera; son paneles de aluzinc, composición de aluminio y zinc. "Estos paneles pueden ser de distintos colores, y estos son imitación madera. En cuanto a las líneas arquitectónicas, siguen más bien un concepto vernáculo, de formas ovaladas, modernas. En cuanto al interiorismo, es cálido con colores bien clásicos, naturales. Hay mucha madera –el revestimiento interior son todas tablitas de 2 x 2 cm de eucalipto, tienen una tinta, un tratamiento–. La idea era que los huéspedes se sintieran como en su casa y a la vez usar mobiliario que con el tiempo no pasara de moda", señalan desde el estudio.

Novedad: este edificio cuenta con certificación LEED, de hecho es el primer hotel en Uruguay con esta certificación. "Desde los materiales que usás, qué hacés con los desperdicios, qué hacés con la eficiencia energética… todas estas variables se califican durante el diseño, proceso de construcción y después el uso del hotel. El diseño mismo contemplaba todos los requerimientos para obtener la certificación. Por ejemplo, la grifería tiene un puntero que regula la cantidad de agua; la incorporación de los paneles solares para ayudar al calentamiento del agua. Asimismo, los materiales que utilizamos también tenían que cumplir con ciertos requisitos, la madera tenía que ser certificada, nativa, de la región, usamos eucalipto; la orientación de los cristales para aprovechar la luz natural y así provechar el sol en las diferentes orientaciones", detallan.

La protagonista

Allí, en medio del edificio de 3 pisos y una azotea, está la protagonista. Hablamos de la imponente y bella escalera en forma de caracol, una innovación en diseño, forma de ejecución y materiales. Y aunque parece una obra de arte, la escalera es totalmente utilitaria, funciona a la perfección para el alto tránsito de los huéspedes y la movilización desde un piso a otro. "Fue un trabajo artesanal, un desafío. Está hecha en acero corten y se le aplicó una protección, porque el acero corten sin protección al tacto mancha. La escalera surge de la idea de los arquitectos proyectistas de poner una que uniera todo el edificio. Fue un mes y medio de fabricación en un taller, una empresa local de herrería para definir la geometría. El modus operandi para colocarla fue cortar la calle para levantarla con una grúa –pesaba 10 toneladas– y encajarla por todos los niveles. Fue un juego de ajedrez. Los escalones los forramos en madera, y en idas y vueltas con los clientes decidimos ponerle el vidrio curvo en los bordes".

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