Entusiasmo en madera
Tronconoble es una empresa chileno-alemana ubicada en Villarrica, Chile. Usando maquinaria alemana de primera, además de convocar a maestros mueblistas europeos para que trabajen y enseñen in situ en Villarrica, crean mobiliario a pedido con la más alta tecnología y calidad. Lo suyo no es la producción en serie, sino que apuestan por introducir en nuestro país un mejor mobiliario hecho en casa.
Andrés Gutiérrez Mauer, chileno; Angelika Fritz, alemana. Juntos son pareja, tienen una familia y además son la cabeza de Tronconoble, una empresa que fabrica mobiliario a pedido en madera. Tronconoble no es cualquier empresa de mobiliario. Además de localizarse en Villarrica, punto peculiar en el ámbito del diseño, ya que la mayoría de las fábricas están en Santiago, utilizan la más alta tecnología alemana para construir, por eso que los resultados son de un estándar internacional. Tronconoble es fruto de un largo periplo por Viena, Alemania y Suiza, donde Andrés, como arquitecto, se especializó en construcción en madera. Allá, según nos contó, la calidad, el profesionalismo y el nivel de conocimiento en esta materia son altísimos, y entonces quiso traerlos a Chile para hacer del oficio del mueblista algo profesional. "Estuve 15 años afuera trabajando en mueblerías; allá el arquitecto y el mueblista están a la par. Nos llamamos Tronconoble porque para mí es muy importante la nobleza del mueble, pero también el origen del tronco, de la madera, del árbol. Para mí, el hecho de cortar un árbol que quizás vivió más de 100 años tiene que ver con un respeto, entonces ojalá hacer un objeto que dignifique ese árbol. Lo que hacemos es trabajar con maderas nobles y algunas introducidas. La idea de Tronconoble es salir de lo tradicional para investigar mejores y mayores posibilidades técnicas, crear diseños más esbeltos, más aéreos, eso gracias a nuevas técnicas que llegan a distintas formas", destaca Gutiérrez.
Otro punto interesante del trabajo de Andrés y Angelika es que no les están sacando un provecho industrial a las máquinas, lo que hacen por el momento es investigar e indagar en una calidad superior de fabricación. "Podemos hacer cosas que otros mueblistas no pueden hacer, como, por ejemplo, hacer una placa de tres capas, es decir, 2 capas que van en un sentido y la del medio va en un sentido perpendicular. Con eso logramos distintas cosas, la primera es que podemos seleccionar mejor la madera y colocar madera más fina arriba y poner 'lomo vetado' más abajo, donde no se va a ver. Lo que importa en la capa del medio es tener bien puesta la madera para darle mayor flexibilidad a la capa y que la placa por lo tanto se curve mucho menos. Es un trabajo de ingeniería y de mejor calidad", explica Gutiérrez.
Importadas
Todas las máquinas que Andrés y Angélika tienen en su galpón en Villarrica se las trajeron de Alemania, todas son industriales, más rápidas, más precisas y de alto estándar de fabricación. Para continuar con esta línea, decidieron traer, mediante una especie de intercambio, a maestros mueblistas de distintas escuelas profesionales de Alemania, Suiza y Austria a trabajar a Villarrica junto a ellos. Para invitarlos crearon un blog en alemán para contar sobre lo que hacen en Chile que hasta hoy ha sido un éxito en convocatoria. "Hasta ahora hemos tenido 9 mueblistas calificados que se vienen a trabajar y enseñar al menos un año, nosotros mismos los alojamos. In situ comparten con un equipo superpequeño de aprendices chilenos. Tienen entre 23 hasta 30 años, están contratados y tienen un sueldo chileno. La experiencia ha sido diversa y muy gratificante", termina.
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