Remembering a Brave New World
¡Vade retro, oscuridad; bienvenida la luz! La artista británica Chila Kumari Singh Burman presenta esta maravillosa instalación a todo color que ha transformado la fachada de la Tate Britain en un faro en medio de estos tiempos turbulentos. Remembering a Brave New World nos da la pista, es el hilo de Ariadna que nos sacará del laberinto subterráneo para surfear el 2021 revitalizados y empoderados otra vez, en una particular y personal lectura que reúne la herencia cultural punjabi e inglesa de su autora, pero que también nos identifica a todos, sin importar de dónde vengamos.
Recordando…
La fachada del museo –que preserva lo mejor del arte de Gran Bretaña– se ha vestido de luces, neones llenos de vida con palabras como amor, verdad, diversión, luz y una serie de esculturas que mezclan las raíces culturales de Chila y los recuerdos de su infancia.
En la cúspide, Britania, en paños clásicos, altiva y guerrera, se funde y confunde con una colorida Kali en neón, la diosa hindú de la liberación que arrasa con todo, y una provocativa y humorística lectura: “I’m a mess” (soy un desastre), como recordándonos que todo el orden establecido y las rígidas estructuras inamovibles de siempre sucumben ante el caos de Kali… ¿un poco lo que hemos vivido el último año?
Más abajo otras deidades como Ganesh, el dios de la prosperidad, o Lakshmi, la diosa de la riqueza y belleza, nos recuerdan nuestros anhelos tan humanos. Se cruzan con Rani Jhansi, la guerrera y símbolo de la resistencia india, que trae a colación el feminismo de Burman en sus obras, el cuestionamiento de los estereotipos convencionales de la mujer en Oriente y seguramente la voz de todas las mujeres del mundo que este año se oyó más fuerte, hartas ya de femicidios y disparidades de género. Aquí, por ejemplo, se ve una figura femenina con la lectura “punaj rocker”, y otra más, con lo que en su extremo inferior parece una escoba, pero que en la punta se vuelve un cohete despegando fulgurante hacia el cielo. A la vez hay toda una iconografía de mujeres muy bolliwoodenses que tapizan las columnas del museo y gráficas como: “Without us there is no Britain”.
En la base, al ingreso sobre las escalinatas, una de las cosas más dulces de la vida: un camión de helados, el de su infancia, el de sus padres, aquí vestido a todo neón, como salido de la fábrica de Willy Wonka, rosa, lila, naranjo, alucinado, el camión de los Burman que tanta alegría habrá traído a cientos de niños, hoy adultos, que como todos querrán un poco de esos sabores coloridos para el nuevo año.
Y al centro de todo, en medio de este torbellino de colores, el ojo, el tercero, ese que indica el camino, el que abre la mirada hacia una conciencia superior, más profunda. Un buen faro siempre confiable para navegar serenos el 2021.
Espero que esta espectacular transformación de la fachada de la Tate Britain pueda actuar como un faro de luz y esperanza durante los días oscuros de encierro
dice Alex Farquharson, director de Tate Britain.
Esta instalación, la cuarta de las comisiones de invierno que la Tate Britain ha encargado cada año desde el 2017, coincidió en su apertura con Diwali, la Fiesta de la Luz hindú, el año nuevo, que celebra su triunfo sobre la oscuridad y el inicio de los nuevos tiempos. Se celebra con dulces, con fuegos artificiales y petardos, tal como hace esta luminosa instalación. Y nos recuerda que, en el fondo, creencias más, creencias menos; mitologías orientales u occidentales, en esta saga de la vida nuestra historia, nuestras raíces y anhelos son lo que nos sostiene. Como dijo Sadiq Khan, el alcalde de Londres respecto a la muestra, “será un símbolo de esperanza durante estos tiempos difíciles”. ¡Bienvenido 2021! chila-kumari-burman.co.uk / tate.org.uk.
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