A subasta el Porsche 928 de Risky Business, la película que hizo famoso a Tom Cruise

Una de las películas más recordadas de los años 80 es Risky Business. El filme que lanzó a la fama a un veinteañero Tom Cruise tiene escenas imborrables, especialmente aquella cuando el joven actor baila en ropa interior al son de la canción Old Time Rock & Roll que interpreta Bob Seger.

Pero esa película no solo catapultó al estrellato a Tom Cruise (fue nominado al Globo de Oro por ese papel) sino que además le permitió al norteamericano algo mucho más mundano: aprender a manejar autos con caja manual. Y lo hizo nada menos que en un Porsche 928.

Por estos días, ese mismo Porsche 928 de 1979 que se utilizó en el rodaje de la película (se ocuparon tres unidades) sale a subasta en la casa Barret-Jackson, aunque por ahora no se han entregado precios estimados de venta.

El modelo con VIN 9289201213 se utilizó en las recordadas escenas de persecución contra el Cadillac DeVille, instancia en la que el mismo Joel Goodsen (Tom Cruise) dijo “Porsche. No hay sustituto”. Eso sí, para tranquilidad de los oferentes, la unidad que se remata no es la que luego terminó en el lago Michigan cuando el propio Cruise intentaba salvarlo.

Pero ¿por qué se elige ese modelo para el filme? El director Paul Brickman tenía en mente ocupar un Porsche 911, pero no estaba seguro y le parecía “un auto demasiado común”. Y el 928 cumplía mejor con lo que quería en la película y más con los gustos de los norteamericanos, ya que tiene un motor V8 delantero de 4.5 litros con 421 caballos.

El problema era que este modelo con faros redondos que se esconden, frontal afilado y redondeada zaga, tenía solo una caja manual de cinco velocidades, por lo que Tom Cruise, hoy un reconocido amante de los deportivos, debió aceptar el desafío y aprender a soltar el pedal del embrague sin que se le apagase el motor durante el rodaje. Quizás ahí comenzó el romance del actor con los autos, es que como Porsche no hay otro.