Otro fin de semana que parte con altas expectativas. Al cierre de esta nota aún es viernes y los pilotos de la Fórmula E aún mantienen las esperanzas de lograr puntos y por qué no, un lugar en el podio en el São Paulo E-Prix.

Al menos así lo declaran Sacha Fenestraz (23) y Norman Nato (30), la nueva plantilla de pilotos que se estrenó este año con el equipo de Nissan Formula E Team. Hasta Tommaso Volpe, managing director y team principal del equipo bromea que espera un podio.

Pero bromas aparte, la verdad es que en la Fórmula E todo puede pasar, especialmente en un circuito urbano como el de São Paulo, que se corre por primera vez en la categoría eléctrica.

Además, para el equipo de Nissan también es el comienzo de una nueva era, enfatiza Volpe quien desde el 2020 es el Director Global de Automovilismo del fabricante japonés.

No solo por el lado del nuevo Gen3 y la renovación de pilotos, sino porque la marca dio un paso más allá y compró completamente el equipo, terminando así con la alianza que tuvo por cuatro temporadas con E.Dams. O sea, se están tomando la electromovilidad con seriedad. “El proyecto era un primer paso para ver si era efectivo promover nuestro compromiso con la electromovilidad. En estas cuatro temporadas definimos la ambición para el futuro y el compromiso para fomentar este tipo de tecnología”.

Un lindo detalle que ejemplifica este cambio de mano, por así decirlo, son los sakura que se pueden ver en el diseño de los monoplazas de Nissan. “Es un momento clave de la cultura japonesa que representa el nacimiento de una nueva era. No es común ver flores en un auto de carrera”, comenta Volpe.

Pero, ¿cuál es el interés de participar en la Fórmula E? ¿Qué le puede aportar a una marca como Nissan? ¿Se conectan realmente ambos mundos? En la visión del team principal, sí y mucho.

Por una parte, nos explica, Nissan tiene un plan ambicioso en cuanto a autos eléctricos, embarcado en lo que llaman Ambition 2030, en que para esa fecha solo esperan fabricar motores eléctricos, lo que significa una gran transformación pensando en el volumen de vehículos que maneja la marca, de hasta 5 millones de vehículos a futuro.

En ese sentido, la “Fórmula E es el pináculo de las carreras eléctricas enfatiza Volpe: “No hay otra categoría motorsport en el mundo tan innovadora y tan importante cómo esta. Hay otras que usan motores híbridos, pero full eléctricos esta es la más importante”.

Otro aspecto que le sirve a Nissan es lograr la carbono neutralidad en sus plantas y operaciones. Una meta para el 2050, pero que finalmente está a la vuelta de la esquina.

“Fórmula E es uno de los primeros deportes que puede se decir que son carbono neutral desde su concepción hace nueve años. Ahí hay otra conexión entre los objetivos de la compañía y la carrera”.

Y finalmente está el aspecto global. “Es un torneo FIA global. Vendemos autos en todos los mercados donde se corren las carreras y Nissan es una de las marcas que compite que vende más autos eléctricos”.

En ese sentido, la Fórmula E es un gran aliado para construir imagen de marca. “Cuando la gente ve a Nissan corriendo en una de las competencias más difíciles de motores eléctricos, no los va a empujar a comprar un auto eléctrico mañana, porque además no ven el producto final, ven un prototipo. Pero definitivamente va a afectar la opinión de la marca, y ese es uno de los pasos en el proceso de compra. Antes de pensar en un producto, inconscientemente van tener una opinión de la marca”.

En términos de fabricación también le da un respaldo a los japoneses. En total hay seis fabricantes en la Fórmula E: Nissan, Stellantis, Jaguar, Porsche, Mahindra y Nio. Esto es muy importante porque no hay otro Motorsport que pueda decir lo mismo. También hay nueve marcas de autos.

“La forma en que está organizado este deporte es que los seis fabricantes producen el auto para sus propios equipos y lo venden a otro equipo independiente. En nuestro caso, tenemos de cliente a McClaren. Esto es importante porque muestra lo creíble que es Nissan creando vehículos eléctricos también ara correr, con un cliente que es una de las marcas que corren más importantes del mundo”.

Más allá de las palabras lindas y los objetivos. ¿Cómo se traduce esto para los clientes y futuros usuarios de la electromovilidad? “No se puede ser creíble en todos los puntos si no hay una conexión real entre el deporte con la parte tecnológica. Esto es crucial para el fabricante”, agrega Volpe.

En la Fórmula E, la forma del chasis y muchas otras partes y componentes son estándar para todos los equipos, porque en verdad la forma del auto no influye tanto como lo que está abajo. Las diferencias son el motor, el inversor y la caja de cambios, los programas de control de chasis, pero lo más importante sigue siendo el software encargado del manejo de la energía.

“Cuando desarrollamos un auto para la Fórmula E, cerca del 95% de la inversión se va al negocio principal de Nissan. Si invertimos en la aerodinámica, podríamos quizás alcanzar una gran performance, pero la relevancia para el negocio sería cero, además que no se puede aplicar a un auto de calle porque claramente son diferentes. Pero claramente, el motor es muy importante para los vehículos eléctricos”, explica el mandamás deportivo de Nissan.

Ahora que el equipo pasó a ser completamente de Nissan, el desarrollo del monoplaza está hecho directamente con el apoyo del departamento de Advance R&D en Japón.

Los autos de la Gen3 son más poderosos. Pasaron de 250 kW a 300 kW. También son más eficientes, porque ahora pueden regenerar energía de ambos ejes (hasta 600 kW). “Esto significa que el nivel de regeneración es impresionante. Como dato, el auto regenera el 40% de la energía necesaria para terminar la carrera. Eso es oro para nuestro core business”.

Eventualmente, cuando esto se traspase a los vehículos de calle, puede mejorar la autonomía de los autos, sin depender tanto de la carga de las baterías.