El nuevo Opel Grandland cambia de plataforma y crece en dimensiones
La versión 100% eléctrica promete alcanzar hasta 700 kilómetros de rango.
El Grandland es un SUV que le dio un nuevo aire a la gama SUV de Opel. Y es que el modelo basado en el Peugeot 3008, pero adaptado a los gustos alemanes resultó en un éxito de ventas en cada mercado donde ha sido ofrecido por el fabricante, consolidando a Opel como una marca de modelos deseables en este segmento.
Si bien el Grandland había conservado la base original desde el 2017, solo ha tenido un gran facelift para adaptar su estética a la nueva era del Opel Vizor, esto debido a que la marca ya tenía trazada la hoja de ruta de este modelo y se encontraban a la espera de la finalización de la variante mediana de la nueva plataforma modular STLA que desarrolló Stellantis para ser compartida entre sus marcas.
Debido a esto, el SUV finalmente presenta una nueva generación, la cual además del considerable aumento en las dimensiones, también agrega nuevas alternativas mecánicas, cada una de ellas con un nivel diferente de electrificación.
Más grande, más moderno
El nuevo Grandland ahora mide 4.65 metros de largo, 1.91 metros de ancho, 1.66 metros de alto y una distancia entre ejes de 2.78 metros. Esto supone un crecimiento de más de 17 centímetros de largo, 6 centímetros de ancho y 11 centímetros de distancia entre ejes, lo que asegura un mejor uso del espacio útil para los pasajeros y el equipaje. Algo que lo ayuda a competir con otros modelos eléctricos ofrecidos en Europa, como el Skoda Enyaq, que ha ganado una interesante cuota de mercado con dimensiones similares.
Estas nuevas dimensiones cambian las proporciones a las que Opel nos acostumbró con este modelo desde 2017, aunque la marca ha actualizado las líneas generales del diseño, guardando ciertas similitudes con la generación anterior para conservar a la base de seguidores del modelo.
El frontal presenta una simplificación de los trazos, con el Opel Vizor como protagonista, que llama aún más la atención debido a lo discreto del nuevo parachoques frontal. También llaman la atención los nuevos grupos ópticos denominados Intelli-Lux Pixel Matrix HD, los cuales tienen 51.200 pixeles para mejorar la capacidad de iluminación en cualquier situación de manejo, ofreciendo una experiencia muy superior a su predecesor.
El lateral del nuevo Grandland sigue la misma historia, siendo diferente en proporciones, pero similar en diseño general al modelo previo, destacando por las molduras negras en los bajos de la carrocería, el efecto de techo flotante en el pilar trasero y las llamativas llantas diamantadas para las versiones más equipadas.
La zaga toma rasgos del Mokka, lo cual le juega muy a favor, ya que los finos faros traseros LED, junto a la menor cantidad de ornamentos decorativos le dan un aire mucho más moderno y sofisticado al remate.
Interior agradable y con buena carga tecnológica
El interior del nuevo Grandland sigue las tendencias ya vistas en la nueva generación de modelos, como el recién presentado Frontera, incorporando una gran pantalla de infoentretenimiento con orientación hacia el conductor, presencia de algunos botones táctiles para la operación rápida de ciertas funciones del habitáculo y una notable mejora en la percepción de calidad.
Todas las telas utilizadas en las tapicerías de los asientos e insertos en las puertas fueron realizadas a partir de materiales reciclados, lo que sumado a los nuevos plásticos de inyectado blando, ayudan a que el nuevo Grandland de un salto muy fácil de percibir frente al modelo previo.
Los asientos también son de nuevo diseño, ofreciendo un mejor soporte para la espalda, ayudando a maximizar la comodidad para los pasajeros. Están certificados por la compañía alemana AGR y pueden contar con ventilación, calefacción y funciones de masaje.
La cantidad de portaobjetos del interior también ha aumentado, con numerosos espacios dispersos por el habitáculo, totalizando unos 35 litros de capacidad.
Mecánicas electrificadas para todos
En cuanto a los trenes motrices, el nuevo Grandland no divulgó datos concretos sobre sus mecánicas, pero se espera que la tónica sea ofrecer los mismos trenes motrices que el nuevo Peugeot 3008, por lo que deberíamos esperar como opción de acceso el motor 1.2 PureTech turbo con 136 HP e hibridación ligera de 48 volts. Esta mecánica debería asociarse a la nueva caja automática de doble embrague y seis marchas.
La versión PHEV podría combinar el motor 1.6 turbo a gasolina con 150 HP junto a un motor eléctrico de unos 110 HP. Estos dos propulsores en conjunto pueden entregar unos 195 HP a través de una caja automática de doble embrague y siete marchas. Este combo se asociaría a una batería de 21 kWh, suficientes para dar unos 70 kilómetros en modo 100% eléctrico.
Por último, la variante eléctrica puede heredar las tres alternativas presentes en el E-3008, que ofrecen 213, 231 y 326 HP respectivamente, cada una con la capacidad de asociarse a distintos tamaños de baterías. Esto permite que la variante de 231 HP enlazada a la batería más grande, de 98 kWh, pueda alcanzar unos 700 kilómetros de autonomía, ofreciendo una opción muy conveniente para los que desean pasar a la electromovilidad sin perder capacidad de dar viajes largos.
¿Qué te parece la nueva generación del Opel Grandland?
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