Iron Knight: fruto madurado en el árbol de las emociones

Iron Knight

El Caballero de Hierro es uno más de los orgullos del fabricante con sede en el sur de Suecia. El camión nació de la idea de 10 entusiastas al interior de Volvo, que quisieron demostrar lo que ellos y la firma eran capaces de hacer cuando trabajan en pos de un objetivo. El resultado, como resalta la compañía, es un rompe recórds made by Sweden, que suma elogios en todos los escenarios.




Cuando Boije Ovebrink (67) habla del Iron Knight, lo hace en forma animada y con un brillo en los ojos. Incluso pareciera referirse a las travesuras de uno de sus nietos. El expiloto y actual empleado de Volvo es uno de los principales responsables tras el desarrollo del tracto más rápido del mundo.

Ovebrink desborda pasión y es didáctico con cada uno de los detalles del Caballero de Hierro, que lleva el 26 precisamente por ser el número de ese elemento en la tabla periódica. Cuando explica el trabajo en el chasis y pide que lo sigamos para mostrar los puntos exactos en que la estructura fue perforada para aligerarla. Lo mismo con los neumáticos encargados de traspasar al asfalto los 2.400 Hp de esta bestia. Enfundado en su traje de piloto y con casco en mano, el sueco pide que nos acerquemos y toquemos el compuesto. "Cada uno cuesta cinco mil euros y los traemos de Luxemburgo. No están a la venta, porque son fabricados exclusivamente para el Iron Knight", señala.

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El camión es obra de un grupo de ingenieros de Volvo y se comenzó a materializar en 2016, cuando el equipo tomó la decisión de dotar al Iron Knight de una mecánica totalmente diésel. Se barajaron opciones como un bloque híbrido a gas, dice Ovebrink, pero no se encontró la manera de darle la potencia y torque que entrega el tracto que hoy viaja por Europa. "Hace unas semanas brindamos un show junto con el fundador de Koenigsegg", añade el campeón de 1994 en la Race Trucks europea, a bordo de un Volvo NL12.

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"El Iron Knight nació para batir la marca de velocidad y hemos logrado dos: la primera en 2016, cuando alcanzamos 276 km/h, completando un kilómetro en 21 segundos, y la segunda que vino luego de algunas mejoras que nos permitieron hacer 286 km/h", cuenta el escandinavo.

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El motor del camión ha sido trabajado al detalle, tanto en su fase de desarrollo y pruebas, como en la misma disposición sobre el chasis. De hecho, al contrario de como ocurre en un tracto convencional, el bloque se ubica en la mitad de la estructura para lograr una distribución uniforme del peso. Es que se trata de un propulsor de 13 litros y seis cilindros en línea, asistido por cuatro turbos. El conjunto desarrolla 2.400 caballos de potencia y un torque de poco más de 6.000 Nm.

El corazón del 'caballero' está ligado a una caja I-Shift. "Necesitábamos de una transmisión rápida y sin fuga de potencia. La caja de doble embrague Volvo es perfecta. Solo debimos reforzar el sistema para que soportara los 6.000 Nm", explica Niklas Öberg, ingeniero de pruebas.

Estéticamente, el Iron Knight denota su espíritu. La disposición central del motor le permite ser más bajo que un tracto de largas distancias, por lo que la cabina opone menor resistencia al viento que un camión clásico. También prescinde de espejos y pisaderas. "La estructura está hecha en fibra por el área de diseño, fue moldeada en un túnel de viento y entrega el aerodinamismo requerido. Además, contribuye la suspensión deportiva suministrada por nuestros vecinos de Öhlins Racing", explica el excampeón.

Gracias al motor quad turbo de 13.000 cc, el Iron Knight va de 0 a 100 km/h en poco más de cuatro segundos. Todo un mérito si se piensa que pesa 4,5 toneladas.

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Cuando Ovebrink es consultado sobre los costos del proyecto, hace fintas. Vuelve a aparecer ese niño que intenta ocultar sus maldades. Al rato, hace cálculos y se sincera. "Pienso que es cercano al millón de euros. Sé que es dinero, pero trabajamos con pasión y créanme que siempre intentamos reducir gastos".

Justo antes de terminar la conversación con la prensa chilena, Ovebrink reitera que el Iron Knight es un proyecto “que nace para mostrar al mundo de lo que Volvo es capaz”. Lo dice con una sonrisa, porque acaba de recibir la orden de la producción para darle arranque al camión y comenzar otra demostración, esta vez en el patio de su casa: la sede de Volvo Trucks en Gotemburgo. MT

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