La moto se perfila como una solución en tiempos de distanciamiento social

La propagación del coronavirus ha generado una de las peores crisis sanitarias de la historia moderna. En Chile, las medidas sanitarias adoptadas han modificado el orden social en sus cimientos. Con más de 6 mil casos activos de Covid-19 y 207 fallecidos, las principales ciudades se enfrentan a una contingencia que obliga a la reinvención de rutinas tan básicas y esenciales para las personas como ir al trabajo.

Si bien el llamado general es a quedarse en casa y ser productivos vía teletrabajo, hay una gran masa que debe moverse para cumplir en áreas indispensables en la continuidad del sistema económico y social, como la salud, alimentos, aseo, orden público, bancos o servicios. En este contexto, la motocicleta vuelve a presentarse como parte de la solución a la movilidad, por sus atributos ya conocidos (agilidad en los tiempos de desplazamiento, rentabilidad de la inversión, buen rendimiento, bajo nivel de emisiones y fácil de estacionar), pero ahora potenciados al resguardar el distanciamiento social como ningún otro medio de transporte.       

“En tiempos difíciles, cuando se nos pide que hagamos solo los viajes necesarios y de forma segura, hacerlos en moto es probablemente la mejor alternativa para la movilidad urbana. Si nos ocupamos de andar bien equipados, con atención a las condiciones del camino y aprovechando la menor cantidad de autos en la calle, ir al trabajo en ella debería ser un vehículo promovido por la autoridad", plantea Jan Spaarwater, brand manager de KTM - Husqvarna Chile y director de la Asociación Nacional de Industria de Motocicletas (ANIM).       

Además de las imposiciones sanitarias, es relevante constatar lo poco confiables que pueden llegar a ser los medios de transporte. “No es fácil saber con qué podemos encontrarnos en una micro, el metro, un taxi o en servicios de aplicaciones móviles; ni siquiera sabemos si estarán disponibles o llegarán a tiempo cuando los necesitemos”, agrega el motociclista nacional Pablo Quintanilla.   

En Europa están los ejemplos de Alemania, Reino Unido, Bélgica y Portugal, donde la actividad comercial-laboral se empieza a retomar y se debate acerca de los medios individuales como opciones eficaces de movilidad para evitar los contagios de Covid-19 en el transporte. Más cerca, en Colombia y Brasil, existen ya zonas urbanas habilitadas exclusivamente para el paso de motocicletas. En Chile, bastaría probar esta alternativa para confirmar lo oportuna que podría llegar a ser.