Muhammad Ali: La pasión por los autos de una leyenda

Una de las principales figuras deportivas del siglo XX. Ágil, veloz y fuerte, Cassius Clay, mundialmente conocido como Muhammad Ali, dejó una profunda huella, convirtiéndose, a poco menos de un año de su muerte, en una leyenda de los cuadriláteros.

En la retina de los fanáticos quedan momentos imborrables, como la llamada &"Pelea del Siglo&" de 1974 en Zaire entre Ali y su compatriota George Foreman. En aquella oportunidad el triple campeón del mundo de peso completo dio un espectáculo esquivando golpes del Bombardero de Texas y matando la pelea en el octavo asalto ante una multitud enardecida que gritaba ¡Ali bomayé! (Ali, mátalo).

Además, el nacido en Kentucky quedó en la memoria de sus fanáticos con frases que lo inmortalizaron como un deportista comprometido con causas que creyó justas, como la lucha contra el racismo o su negativa de ir a la guerra de Vietnam en la década del 60.

Debido al protagonismo que alcanzó su historia y a miles de seguidores que ven en su figura un ejemplo a seguir, el aniversario de su nacimiento es motivo de múltiples homenajes alrededor del mundo. En MT Motores recordamos al deportista con otra de sus pasiones que compartimos: la pasión por los autos.

Su amor por los autos 

Entre los autos más recordados del norteamericano destaca un Cadillac Eldorado descapotable que compró en 1963. Al mejor estilo norteamericano, el Caddy montaba un generoso motor V8 de 7.0 litros y 340 caballos de potencia.

Sin embargo, el más particular fue un Mercedes-Benz de 1950 decorado como un &"palacio árabe&". El auto alemán está cubierto de oro de 23 kilates, con más de 270 rubíes, diamantes, zafiros y esmeraldas. El interior fue forrado en piel de bisonte y grabado con mensajes arábigos. Los faros delanteros, la parrilla y el parachoques estaban hechos de oro puro. Actualmente, el vehículo está avaluado en una cifra cercana a los US$ 1.5 millones.

En cuanto a mecánica, es movido por un motor de seis cilindros y una caja manual de cuatro velocidades. El auto tiene tan solo 31.965 kilómetros recorridos y perteneció por dos años al mito de ring. Hoy se encuentra en un concesionario de California y es visitado como un museo. Después de todo en él se transportó el más grande de todos los tiempos: Muhammad Ali.