Test Drive: JAC J4
<p>Cada vez que se presenta un nuevo vehículo de origen chino, sucede que automáticamente es comparado con todo lo anterior que se ha hecho en la misma marca y en el propio origen, buscando establecer un punto de referencia que ayude a entender de mejor manera al auto que se está viendo. Al hacer esto […]</p>
Cada vez que se presenta un nuevo vehículo de origen chino, sucede que automáticamente es comparado con todo lo anterior que se ha hecho en la misma marca y en el propio origen, buscando establecer un punto de referencia que ayude a entender de mejor manera al auto que se está viendo.
Al hacer esto con el sedán J4 de JAC, se puede notar de inmediato que este modelo es un punto aparte en la estrategia de la marca, elevando la vara para establecer nuevos límites en calidad y equipamiento. Y es que ahora el objetivo es hacer que los clientes sientan que están a bordo de un vehículo de un segmento superior.
Visualmente no se puede decir que el exterior impacte, aunque tampoco ese es su objetivo. El diseño es sobrio y atemporal, punto a favor si se piensa en lo rápido que evoluciona la industria. Eso sí, al ver el J4 no cuesta nada recordar algún sedán coreano, lo que grafica que la originalidad no es su fuerte.
En cuanto a tamaño, se ubica entre los segmentos B y C, donde compite con modelos del mismo origen como el Great Wall Voleex C30, Brilliance H230 y Geely GC7, y asiáticos como el Nissan Tiida y el Hyundai Accent.
El J4 pone a disposición del usuario 4.435 mm de largo, 1.725 mm de ancho y 1.505 mm de alto, dejando 2.560 mm de espacio entre los ejes, suficiente para lograr un habitáculo espacioso, con capacidad para cuatro adultos y un niño, y asombrosos 550 litros de espacio en el maletero.
Ya con abrir las puertas y sentarse al volante esta intención de incrementar la calidad queda de manifiesto, con plásticos firmes, de mejor calidad y muy aceptables terminaciones. No hay diseños complejos ni
Conductivamente todo está bastante correcto. Nuestra versión de prueba estaba equipada con el motor Green Jet 1.5 litros, el único disponible en la gama, y que entrega 111 caballos de fuerza y 146 Nm de par máximo, asociado a una transmisión manual de cinco marchas.
En general, el motor resulta bastante activo y se comporta a la altura cuando se le exige un poco más en carretera. A ratos las recuperaciones se hacen lentas, ahí es cuando se recuerda que el torque recién está disponible sobre las 4.000 revoluciones, probablemente porque este modelo también está muy enfocado en entregar consumos bajos.
En nuestra prueba en tráfico normal de ciudad y autopistas urbanas logramos un rendimiento cercano a los 11 km/l en uso mixto, subiendo hasta poco más de 17 km/l sólo en carretera, nada extraordinario, pero correcto pensando en el tamaño del motor.
Eso sí, el origen chino del JAC J4 sale a relucir cuando se analiza el ajuste de la dirección y la suspensión, la primera demasiado sobreasistida y sin tacto alguno para el conductor, la segunda muy blanda y esponjosa para el gusto local.
El equipamiento es amplio y variado, sobre todo en esta versión tope de línea, que por un precio referencial de $ 7.490.000 ofrece doble airbag frontal, frenos ABS con EBD, neblineros delanteros y traseros, llantas de 15″, sensor y cámara de retroceso, aire acondicionado, volante multifunción y asientos en ecocuero y medidor de presión de neumáticos, entre otros elementos.
Con todo esto, el JAC J4 se presenta como una buena opción dentro del universo chino, en uno de los segmentos más poblados del mercado actual.aplicaciones cromadas excesivas, la consigna es simplicidad y funcionalidad, y eso se logra.
El tablero en forma de T alberga una gran pantalla táctil que brinda acceso al sistema de infoentretenimiento. Si bien cuenta con múltiples usos y aplicaciones, como navegador GPS, visualización de fotos, reproducción de música en diversos formatos (DVD, USB, auxiliar y streaming), conexión a bluetooth y reflejo de la cámara de retroceso, no es todo lo intuitiva que nos gustaría.
Hay que tomarse un buen tiempo para entender cada una de las funciones, incluso para cambiar la radio. Además, al ser del tipo resistiva, la pantalla pierde velocidad, tomando más tiempo del que uno quisiera para lograr una reacción.
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