72 días: La ruta de la transición

72 días: La ruta de la transición
72 días: La ruta de la transición

Con los resultados en contra, el Presidente Trump no dejaría el camino fácil para el futuro residente de la Casa Blanca. Sin embargo, con más de 70 millones a favor podría repostular al cargo en 2024, con 78 años.


Con la balanza en el Colegio Electoral a favor de Joe Biden, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha visto enfrentado a su más dura derrota política. Así como ocurrió en 2000, con la agitada transición tras los controvertidos comicios en los que fue electo George W. Bush, los estadounidenses deberán esperar hasta el 20 de enero para que asuma el futuro mandatario demócrata. En paralelo, el “trumpismo” ya se prepara para el nuevo escenario con una Casa Blanca demócrata, pero con un Senado republicano. Y, eventualmente, una repostulación del propio Trump en 2024 o bien alguno de los integrantes de su familia.

“Siempre es muy difícil predecir lo que hará Donald Trump. Sospecho que se volverá cada vez más inestable y errático. La campaña de Trump ha lanzado decenas de demandas para intentar revertir los resultados, pero es poco probable que tengan éxito. Por esto, redoblarán la retórica divisoria y harán todo lo posible para llevar a sus partidarios a las calles y promover la violencia. Es probable que sus funcionarios más leales en el Poder Ejecutivo hagan todo lo posible para sabotear la transición y dificultarle el camino a Biden cuando tome el poder”, señala a La Tercera Caroline Beer, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Vermont.

En medio de denuncias de “fraude electoral” -aunque sin pruebas- y demandas de su equipo contra el conteo de votos, los próximos dos meses de Trump, hasta el día del cambio de mando frente al Capitolio, en Washington D.C, estarán rodeados de dudas.

Según The New York Times, enfadado por su derrota, Trump podría buscar una suerte de “venganza” contra sus adversarios políticos. Esto podría incluir el despido de altos funcionarios, como sería el caso del doctor Anthony Fauci, epidemiólogo jefe que lideró el manejo de la pandemia del Covid-19, y el director del FBI, Christopher Wray.

Para la politóloga Irasema Coronado, de la Universidad de Arizona, las posibilidades van más allá. “La duda es que si Trump no quiere irse y como nunca se ha dado este escenario, ¿cómo lo van a sacar de la Casa Blanca? La familia de los Carter, Clinton y Obama siguieron la tradición de empacar sus pertenencias y estar presentes cuando llegan los próximos residentes para darles la bienvenida, pero ahora no se sabe. Cuando los resultados están definidos, el Presidente entrante forma un Comité de Transición y ellos tienen reuniones con los actuales funcionarios que informan los avances para facilitar una continuidad. Una posibilidad es que la administración Trump elimine toda la información de la actualización del funcionamiento o simplemente no coopere en el proceso. Otro paso antes de la salida son los indultos presidenciales, que pueden incluir a algunos de sus asesores apresados o cercanos”.

¿Trump 2024?

“No verás el final de Donald Trump”, ha advertido el exestratega del Presidente, Steve Bannon. En los últimos días, la teoría de una repostulación para los próximos comicios ha tomado fuerza y “técnicamente” estaría amparada en la Constitución, ya que la Enmienda 22 solo establece que “nadie podrá ser elegido para el cargo de Presidente más de dos veces”, sin mencionar el margen de tiempo entre los dos mandatos.

En ese caso, Trump no sería el primer mandatario en intentar recuperar la Casa Blanca tras una derrota electoral. El precedente lo marcó el expresidente demócrata Grover Cleveland -el único gobernante en tener dos mandatos no consecutivos en la historia de Estados Unidos-, que cumplió su primer período entre 1885 y 1889 para luego perder en las urnas ese año a manos del republicano Benjamin Harrison, pero que tras cuatro años volvió al poder entre 1893 y 1897.

En cuatro años más, Donald Trump tendrá 78 años, un año más que Biden, el mandatario electo de mayor edad en EE.UU. Según el diario británico The Independent, si Trump quiere postular nuevamente a la Casa Blanca deberá tener extremo cuidado con su actuar durante la salida del poder, ya que cualquier error podría dañar su capital político. Más allá de esto, debido a su derrota en las urnas, Trump pasará ahora a engrosar la lista de los Presidentes que vieron frustrada su reelección, como Gerard Ford (1976), Jimmy Carter (1980) y George H. W. Bush (1992).

“Es muy raro en la historia de EE.UU. que un candidato presidencial derrotado vuelva a presentarse. El único caso que se podría parecer es el de Richard Nixon, pero Trump establece sus propias normas y podría internarlo, aunque probablemente enfrentará casos legales en su contra; por ejemplo, por corrupción. Esto hace que sea un riesgo para él volver a intentarlo”, advierte Cynthia McClintock, profesora de Ciencia Política en la U. George Washington.

Antes de su arribo a la política, el empresario inmobiliario era considerado parte de la cultura pop estadounidense, con apariciones en películas, programas y libros por más de 30 años. Además, era considerado un “símbolo de aspiración, riqueza y éxito”, según el Times.

Si Trump intenta desplazar al Partido Demócrata de la Casa Blanca en cuatro años más, lo haría desde una posición de poder, ya que pese a su derrota, logró nada menos que 70 millones de votos. Esto, además de que su partido controla el Senado, aunque se espera que los altos dirigentes republicanos le pasen la cuenta.

De acuerdo con una encuesta de Gallup, Trump es el “republicano más popular de EE.UU. entre los republicanos”, con un índice de aprobación del 94%.

A pesar de esto, la prensa estadounidense sostiene que Trump también ha manifestado su interés en crear su propia cadena de televisión. En 2016, su familia habló de una empresa de medios de comunicación que podría llamarse Trump TV.

Otra posibilidad es que en 72 días más, el lapso de tiempo que falta para el día del cambio de mando, Trump opte por cultivar un “bajo perfil”. En EE.UU. hay una regla no escrita que dice que los expresidentes no se involucran en la agenda interna de sus sucesores, salvo para apoyar las campañas presidenciales.

Pero si Trump decide finalmente no volver a la arena política, habría un “plan B” en marcha: que sea uno de sus hijos -posiblemente Ivanka- quien tome la posta para consolidar su legado, más allá de lo que piensen sus detractores.

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