Alabada por su gestión del Covid y con mayoría absoluta: Jacinda Ardern triunfa en las elecciones de Nueva Zelanda

“Nueva Zelanda ha mostrado al Partido Laborista su mayor apoyo en casi 50 años”, sentenció la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, tras conocer los resultados donde los laboristas han pasado por encima del Partido Nacional, que ha obtenido apenas el 27% de los votos, liderados por Judith Collins.

La decisión de los neozelandeses ha sido clara: Ardern arrasó con el 47% de los sufragios. La victoria de la líder del Partido Laborista es tan contundente que ha logrado la mayoría absoluta con 64 escaños.

Medios como El Mundo señalan que uno de sus fuertes ha sido su enfoque en medio de la pandemia. La ministra prometió erradicar el coronavirus en Nueva Zelanda, en vez de controlarlo.

El pasado 28 de febrero, Nueva Zelanda reportó su primer caso de Covid-19: un hombre de 60 años que había viajado a Teherán, Bali e Indonesia. En apenas unas semanas la primera ministra no titubeó al tomar la decisión de cerrar el país.

“Actualmente tenemos 102 casos, pero también Italia los tuvo alguna vez”, dijo Ardern unos días más tarde, el 23 de marzo, cuando ya había prohibido la entrada a extranjeros y ordenado que todo el que aterrizara en el estado insular debía aislarse por 14 días de cuarentena. La líder no buscaba contener el brote. Sino erradicarlo. Esa fue su promesa.

Así, el 8 de junio la líder celebró que el último paciente con Covid había sido dado de alta. Todo volvió a la normalidad hasta que en agosto se registraron nuevas infecciones en Auckland, las primeras en 102 días.

En la primera semana de octubre, Ardern volvió a pronunciar las mismas palabras de junio: “Hemos vencido nuevamente al virus”. Nueva Zelanda lleva desde entonces sin registrar un caso de contagio, con apenas 25 fallecidos.

Cifras muy bajas por la rápida actuación de las autoridades al cerrar el país con apenas una centena de casos.

De acuerdo a las proyecciones, Ardern seguirá la línea progresista de los últimos años, dando un impulso a su política medioambiental. Públicamente ha prometido adelantar en cinco años su objetivo de que el 100% de la electricidad de Nueva Zelanda sea generada por energías renovables, así como la eliminación gradual de plásticos difíciles de reciclar para 2025.

Cuando ganó sus primeras elecciones con 37 años, se ganó a la prensa internacional tras revivir a su partido de centro izquierda en las pasadas elecciones de 2017, cuando nadie lo daba por ganador y se convirtió en la segunda líder mundial en dar a luz mientras estaba en el cargo. Incluso llevó a su bebé a las Naciones Unidas.

Otra cara de Ardern ha surgido en los momentos críticos del país de cinco millones de habitantes, tras la erupción del volcán White Island o en el atentado contra las dos mezquitas de Christchurch. Precisamente en este último caso, la primera ministra usó un hiyab cuando se reunió con los supervivientes y pronunció un discurso muy aplaudido. “Ellos somos nosotros”, señaló entonces en referencia a la comunidad musulmana.

También actuó rápidamente para aprobar nuevas leyes para prohibir las armas utilizadas por el supremacista que protagonizó la masacre.