Alcalde de Ottawa declara estado de emergencia para frenar protestas antivacunas

La situación en Ottawa está “descontrolada”, dijo Jim Watson, alcalde de la capital canadiense, quien el domingo decidió declarar el estado de emergencia. Hace más de una semana los manifestantes y camioneros bloquean las principales avenidas del centro de la ciudad en protesta por la obligación de estar vacunado para cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

“Esto muestra el peligro y la amenaza a la seguridad de los residentes que suponen las manifestaciones en curso y revela la necesidad de ayuda desde otras jurisdicciones y estamentos del gobierno”, dijo Watson en un comunicado. En medio del descontento de los vecinos, que lamentan la falta de respuesta de las autoridades, la policía empezó a mover a los manifestantes y a limpiar las barricadas.

En una radio local, el alcalde admitió que “la situación está actualmente fuera de control porque los manifestantes imponen su ley”, debido a que “son muchos más que nuestros policías”. Watson admitió que estaban perdiendo la batalla contra grupos conformados principalmente por antivacunas, quienes afirman que permanecerán en las calles hasta que se levanten todas las restricciones sanitarias.

Las manifestaciones se iniciaron el sábado 29 de enero y todo comenzó cuando el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tomó la decisión de que la vacuna iba a ser obligatoria para todo aquel que quisiera cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

El movimiento, denominado “Convoy de la libertad”, apuntaba inicialmente contra la decisión de obligar a los camioneros a estar vacunados contra el Covid-19 para poder cruzar la frontera con Estados Unidos. La protesta se transformó luego en una movilización contra todas las medidas sanitarias y contra el mismo gobierno de Trudeau.

Los camioneros argumentan que la restricción, que impedirá entrar al país a todos los que no estén vacunados o les obligará a hacer una cuarentena cada vez que crucen la frontera, llevarán a muchos a perder el empleo. Sin embargo, según la Alianza de Camioneros de Canadá, entre el 85% y 90% de los 120.000 camioneros que operan en las rutas transfronterizas están vacunados.

El “Convoy de la Libertad” ha movilizado a grandes cantidades de manifestantes e incluso se han sumado a las protestas simpatizantes de la extrema derecha canadiense. Debido al gran número de manifestantes la situación se ha salido de control, ya que según la policía no hay medios suficientes para desalojar los camiones. Además, algunas personas los abastecen con combustible, algo que los policías ya están persiguiendo, con multas a todo aquel que preste ayuda a los camioneros.

Hasta el momento se han aplicado 400 multas por el ruido incesante de las bocinas y el uso de fuegos artificiales y la policía asegura estar investigando hasta un centenar de infracciones penales, entre las que figuran delitos de odio, agresiones contra ciudadanos que llevan mascarilla, así como robos y daños a la propiedad pública.

Las manifestaciones se han expandido a las grandes ciudades de Canadá como Toronto, Quebec y Winnipeg, aunque en menor volumen. El jefe de la Policía de Ottawa lamentó no tener medios suficientes para terminar con lo que calificó de “estado de sitio” y pidió “recursos suplementarios”. Llegarán alrededor de 250 efectivos de la gendarmería real para ayudar a controlar la situación.

Los residentes de Ottawa, desesperados por el caos, iniciaron una demanda colectiva por unos 10 millones de dólares canadienses (unos US$ 7,8 millones) contra los organizadores de las manifestaciones.