Alto diplomático de la administración de Biden se reúne con líderes israelíes mientras aumentan tensiones con Hezbolá

El enviado especial estadounidense Amos Hochstein reacciona durante una conferencia de prensa después de reunirse con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri (no aparece en la foto), en Beirut, Líbano, el 18 de junio de 2024. Foto: Reuters

Amos Hochstein fue el enviado a negociar por Washington, en medio de los temores de que el conflicto bélico pueda profundizarse y desencadenar una guerra paralela a la que ocurre en Gaza. El diplomático arribó este lunes a Israel, antes de visitar El Líbano, donde se espera que se reúna con los líderes políticos, pero no con el grupo militar.


Amos Hochstein, alto asesor del presidente estadounidense Joe Biden, se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para mantener conversaciones destinadas a evitar un conflicto cada vez más profundo entre Israel y el grupo militante libanés Hezbolá, después de que Israel advirtió durante el fin de semana que el conflicto estaba al borde de una “escalada más amplia”. Hezbolá había intensificado los ataques contra Israel la semana pasada después del asesinato de uno de sus principales comandantes en un ataque aéreo israelí en el sur de Líbano.

Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) advirtieron el domingo que los enfrentamientos diarios corrían el riesgo de extenderse a territorio más peligroso. “La creciente agresión de Hezbolá nos está llevando al borde de lo que podría ser una escalada más amplia, una que podría tener consecuencias devastadoras para el Líbano y toda la región”, dijo el portavoz de las FDI, el almirante Daniel Hagari, en una declaración antes de la llegada del enviado.

Un incendio arde en el lado israelí de la frontera entre Israel y el Líbano tras ataques desde el Líbano, en medio de hostilidades transfronterizas entre Hezbolá y las fuerzas israelíes, en el norte de Israel, el 18 de junio de 2024. Foto: Reuters

Actualmente, la frontera entre el Líbano e Israel es peligrosamente volátil. Hezbolá, la milicia libanesa respaldada por Irán, ha agravado la situación en el territorio israelí y durante los últimos ocho meses, mientras la guerra se desarrollaba en Gaza, emprendió otra batalla para Israel a lo largo de la frontera norte con el país hebreo. En este tiempo, Hezbolá, una fuerza de combate bien armada y probada en batalla, y el ejército israelí han jugado un arriesgado juego de ojo por ojo, llevando a cabo ataques que han ejercido sus músculos pero han evitado una guerra en toda regla, explica The New York Times.

A pesar del enfoque aparentemente mesurado que han adoptado las partes, en ambos países han muerto civiles y más de 150.000 personas han huido de sus hogares a lo largo de la frontera. Desde octubre, más de 300 combatientes de Hezbolá y alrededor de 80 civiles libaneses han muerto, mientras que al menos 19 soldados israelíes y ocho civiles han muerto.

Los bomberos responden a un incendio cerca de un ataque con cohetes desde el Líbano, en medio de hostilidades transfronterizas en curso entre Hezbolá y las fuerzas israelíes, cerca de Kiryat Shmona, al norte de Israel, el 14 de junio de 2024. Foto: Reuters

Ello ha llevado a una creciente preocupación en Washington y en otros lugares por el riesgo de escalada entre las dos partes, sobre todo después del asesinato por parte de Israel del líder militar libanés Taleb Abdallah, el comandante de mayor rango de Hezbolá que ha sido atacado hasta ahora y que llevó al grupo disparar cientos de cohetes y aviones no tripulados contra el norte de Israel en los bombardeos más intensos desde que el grupo libanés comenzó a disparar contra Israel en apoyo de Hamás en Gaza el 7 de octubre del año pasado.

Tras reunirse con los líderes israelíes, el alto diplomático visitó el Líbano este martes como parte de un esfuerzo estadounidense para aliviar las tensiones entre estos dos países. El lunes mantuvo conversaciones con el primer ministro, Benjamin Netanyahu; el presidente, Isaac Herzog, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, precisa el medio Al Jazeera. Pero cuando llegue a Beirut, Hochstein no se reunirá con los líderes de Hezbolá, que Estados Unidos y la Unión Europea consideran una organización terrorista. En cambio, se reunirá sólo con miembros del gobierno del Líbano, cuya influencia sobre el grupo es limitada, indica el Times.

El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, le da la mano al enviado especial estadounidense Amos Hochstein en Beirut, Líbano, el 18 de junio de 2024. Foto: Reuters

Aunque, anteriormente el periódico The Wall Street Journal informó que Hochstein sí estaba manteniendo conversaciones indirectas con Hezbolá a través del presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, un aliado cercano del grupo. Las partes están discutiendo un “acuerdo preliminar” para poner fin a las hostilidades, consignó el periódico.

El título oficial de Hochstein es el de coordinador presidencial especial para infraestructura global y seguridad energética. Pero después de ayudar a negociar un acuerdo en 2022 para resolver una disputa fronteriza marítima entre el Líbano e Israel sobre los yacimientos petrolíferos en el mar Mediterráneo, se convirtió en enviado de facto de Estados Unidos para los dos países. Ha visitado la región con frecuencia en los últimos meses.

Considerado realista, el mes pasado dijo al think tank Carnegie Endowment for International Peace que su ambición en las últimas conversaciones había sido limitar el riesgo de una escalada potencialmente devastadora. “No espero una paz, una paz eterna, entre Hezbolá e Israel. Pero si podemos llegar a un conjunto de entendimientos y... eliminar parte del ímpetu para el conflicto y establecer por primera vez una frontera reconocida entre los dos, creo que eso será de gran ayuda”, afirmó el diplomático.

El legislador de Hezbolá, Hassan Fadlallah, abandona el Parlamento después de que no lograron elegir a un jefe de Estado para ocupar la presidencia vacante, en el centro de Beirut, Líbano, el 14 de junio de 2023. Foto: Reuters

El lunes, Hassan Fadlallah, diputado de Hezbolá en el parlamento libanés, descartó la perspectiva de una retirada negociada de las zonas libanesas fronterizas con Israel. “Esta es nuestra tierra y estamos dentro de nuestras propias fronteras”, dijo. “El enemigo teme que la resistencia entre en su territorio. No está en condiciones de imponernos condiciones. No estamos preparados para escuchar esas demandas”.

Hezbolá, la fuerza militar y política más poderosa del Líbano, es mucho más poderosa que el grupo Hamas y está mejor armada que cuando entró en guerra con Israel por última vez en 2006. A diferencia del grupo extremista palestino, las tropas de Hezbolá son combatientes altamente entrenados y el grupo posee misiles de largo alcance guiados con precisión que pueden alcanzar objetivos en las profundidades de Israel.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asiste a la ceremonia estatal en memoria de los mártires de Altalena en el cementerio de Nachalat Yitzhak en Givatayim, Israel, el 18 de junio de 2024. Foto: Reuters

La violencia ha desplazado a decenas de miles de personas en ambos lados de la frontera entre el Líbano e Israel, aumentando la presión sobre el gobierno de Netanyahu, que está luchando por disuadir a Hezbolá y lograr sus objetivos de guerra en Gaza. En Israel, el desplazamiento de unas 90.000 personas –algunas bajo órdenes de evacuación, otras voluntariamente– se ha convertido en una cuestión política cada vez más tóxica, indica el periódico inglés The Guardian.

Netanyahu disolvió su gabinete de guerra este lunes, ocho días después de que su rival político Benny Gantz renunciara al gobierno de emergencia que se formó para supervisar la guerra en Gaza. Algunos funcionarios israelíes han estado pidiendo una respuesta más contundente a los ataques de Hezbolá, como los miembros de extrema derecha de la coalición de Netanyahu, por ejemplo, que entre las acciones más contundentes que han solicitado, han incluido el establecimiento de una “zona de seguridad” administrada por Israel dentro del territorio libanés.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, asisten a una conferencia de prensa conjunta en el Departamento de Estado en Washington, Estados Unidos, el 18 de junio de 2024. Foto: Reuters

En una conferencia de prensa junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reconoció este martes que hay “un impulso potencial en la dirección” hacia la guerra entre Israel y Hezbolá. “No creo que ninguno de los beligerantes potenciales realmente quiera que se extienda una guerra o un conflicto. Y, sin embargo, hay un impulso potencial en esa dirección porque con el avance que ocurre todos los días, siempre existe la posibilidad de cometer un error de cálculo”, afirmó Blinken. También anunció que Estados Unidos está revisando un envío de armas a Israel debido a las preocupaciones de la administración sobre el comportamiento de Israel en la guerra en Gaza.

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